Thursday, November 30, 2006


Antonio Gamoneda PREMIO CERVANTES DE LAS LETRAS del 2006


EL PREMIO CERVANTES ha sido concedido al poeta asturiano, Antonio Gamoneda. Poeta de poseedor de una rica y prolífica obra poética caracterizada por la preocupación por la problemática del ser humano.

Gamoneda pertenece a la “Generación del cincuenta” o “grupo del cincuenta”, pero no tuvo afiliación literaria con ningún grupo literario de la época, como la Poesía Social o la Poesía del Testimonio. Su obra se destaca por la profundidad con que aborda los conflictos del ser entre la luz y la oscuridad ejemplarizado en la voz del poeta.

*"La poesía, en su esencialidad y en sus necesidades técnicas, es un arte de la memoria. Pero la memoria es siempre consciencia de pérdida (conciencia de lo que ya no está con nosotros o de lo que ya no es... conciencia de progresivo acercamiento a la muerte)",

*"la poesía tiene su causa y su finalidad en la creación de placer".


Nota: La foto que aparece con este texto fue tomada de: www.cafeliterario.com/index.php?option=com_co...

Wednesday, November 29, 2006

Juan Pomponio
(Berazategui, Argentina 1966)


SIN SER NADA SOY TODO


Las preguntas ya no tienen sentido
todo es un acto invisible
una ilusión desmedida
de la irrealidad
que circunda el plano inmaterial
donde todo se diluye
en una trama misteriosa:
oculta.
La vida es todo lo que tengo
no me preocupa el después
vivo entregado al tiempo
del no tiempo,
aquel que no se rige
por influencias humanas
aquel que vibra
desde siempre y para siempre
hacia la realización cósmica
en la fusión atómica
de mi no ser.


NOCTURNO


El freno de la nostalgia,
el fuego de la balanza
no alcanza para atrapar
al fantasma
que habita
en esa esmeralda:
quieta.
Un fuego misterioso
se inclina ante tu
voz.


CERCA DEL RÍO


La luna flota entre los pinos
se encuentra muy pálida
enferma de amor.
Refleja carruajes antiguos
transportan mujeres desnudas
buscan el amor
perdido.



EN UNA NOCHE DE OTOÑO


El fuego negro de hielos azules
disuelve una lagrima.
Cielo nocturno
poblado de estrellas.
Vagabundas luces:
que sueñan.


Juan Pomponio
13 de abril de 2006


Juan Pomponio (Berazategui, Argentina 1966)












Obras: “SALVAJE”, libro publicado por la editorial “Ultimo Reino” de Capital Federal.
En la Antología “Entre siglos” de Bianchi Editores (Montevideo, Uruguay) y “Entre Seculos”, de Pilar Bianchi, Edicioes,(Brasilia, Brasil).
En la Antologia “Poetas Argentinos Premiados de la Editorial “Versibus”. 1998.
En “20 Poetas y 21 Narradores” (Antología Argentina Contemporanea). Resultado del Concurso Talento Literario de la Editorial Nueva Generacion 1996.
Antología Poética Concurso Nacional “Neruda 96” organizado por el Centro de Artes y Letras de San Telmo.
Antología de Cuento Corto Concurso Nacional “Cortázar 1996” organizado por el Centro de Artes y Letras de San Telmo.
Antología de Poesía “Sombras de Luna 1997” organizada por la Editorial Sombra de Luna.
Antología de Poesía Concurso Nacional de Poesía “Gabriela Mistral 1996” organizado por el Centro de Artes y Letras de San Telmo.
Antología Hispanoamericana 1997 “Donde Mora el Amor” realizada por el editor Interamericano.
Antología de Cuento II Certamen de Cuento 1997 “José Hernández”.
Antología de Poesía II Certamen de Poesía 1997 “José Hernández”
Antología Poética Certamen Nacional de Poesía “Bibliófila Lírica”
Organizado por la editorial “El Cacique” 1997.
Antología Poética II Certamen de Poesía “Alfonsina Storni 1997” organizado por la Embajada de Las Letras.
Antología Poética “Desde mi esencia” realizada por la editorial “El limite Infinito 1997.
Antología Poética “Laberintos 1997”, realizada por la editorial “Ediciones Laberintos”
Antología Anual 96/ 97 realizada por la editorial Nubla.



Nota: Datos tomados de la web personal del poeta.

http://www.juanpomponio.com.ar/

Tuesday, November 28, 2006


La mujer y el ídolo

Francis Picabia
Fuente: Internet



YELLOW ONE

Salí cansado a pasear mis frustraciones. Con anuencia del aburrimiento por no saber qué hacer con mi vida y esperando, que la normalidad de algo sobrenatural, aconteciera y me salvara del climaterio antártico.

Soñando, sin la vigila del animal de la noche, al que su instinto le hace de brújula para atracar en un puerto de satín o de seda en los muslos enfermos de una aburrida de vivir sin saber por qué y para qué, entré al bar. A donde todos parecen contagiarse de inanición y dormitan como bolsas de excremento y sangre, sobre asientos de hule, simulaciones de cuero. Las paredes del lugar pueden contactarse con antiguos vestigios de pintura. Atesoran una heterogénea exposición de grafftis hermafroditas con oscuros significados sicológicos, dejados como códices por bohemios, ladrones, yonquies y prostitutas que -quizá- frecuentan el lugar, buscando calmar su ocio entre sorbos de alcohol y cosas raras. El ambiente de luces de fondo pobre, simulaciones de las luces, y de los prostíbulos de los suburbios parisienses, es iluminado por la voz de Paul Simón, que melódica y dulzona, seduce y subyuga a la noche.

En el fondo estaba Mario, él de los tragos mecánicos con sabor a mala noche e insomnio, con sus obesos codos recostados sobre el mostrador -desgastados por los roces continuos-¡Lícuame un Zombi! -Le dije. Lo echó a correr sobre el mostrador con las ruedas de su mala gana. Tras unos minutos, la necesidad de orinar amenazaba con reventarme la próstata. Salí sorteando los sucios muros para ir al baño, a donde una pareja se entregaba íntimamente al placer de conocerse, sin importarles el olor a orines que sale de ese cuartucho.

Comprobé, que las nociones sobre el entorno o el peligro desaparecen al hacer el amor. Ella, con el pecho al descubierto, depositaba sus enormes senos terminados en dos pistaches en las manos del joven, como si se tratara de una ofrenda a un dios griego. Este se entregaba al goce desenfrenado del placer, y como un toro furioso, se abalanzaba a poseerla, dándole apasionados mordiscos debajo del cuello: Pequeños tatuajes de rosas rojas sobre su delicada piel de durazno. Le levantaba la falda de un vuelco, introduciéndose entre sus entre sus piernas. Casi tembloroso, rodó su braga negra a un lado. Noté claramente cómo la penetraba por los dolorosos gestos de contrición en su rostro. Ella intentaba contrarrestar la dolorosa sensación, mordiéndose los labios. Poco a poco se dio comienzo a la mecánica ecuación del ritmo: Vaivén, sudor y gemidos que se fundían en una mezcla pasional. Excitaba más al joven sentir su balbuceo de confusas palabras en el oído derecho, y ella, al palpar la rugosidad de las manos varoniles que aferrándose fuertemente sus nalgas, apretaba como si tratara de absorbérselas en un arranque de pasión.

El inconfundible dulzor de olor al almizcle femenino se confundía con los de humedad, y vómitos de algún borracho. El cuarto no parecía suficiente para los gemidos, que como placenteros átomos se disolvían en el aura del éter, que rebotaba en mis tímpanos, elevando mis pulsaciones sensoriales. Yo, que no esperaba encontrarme en medio de aquel dichoso espectáculo, lo disfruté con la apócrifa actitud de un vouyerista casual, que por satisfacer el morbo olvidó por completo los dolores de la vejiga. ¿Creo que vine a orinar?....Eso. Creí recordarlo, mientras mis insatisfechos ojos se masturban. La lujuria y el deseo se exacerbaron. Al ver el cuerpo que se auscultaba en mi cerebro, a pesar de la grandeza desmesurada de sus senos, iguales a dos claraboyas marinas.

Una vez que el frenesí del orgasmo los estremecía, me dispuse a concluir mi experiencia, desahogando mí conducto urinario en el mugroso inodoro. Le di un golpe con el pie derecho, y se tragó mis inmundicias de un sorbo. Tomé un condón olvidado por alguien cerca del lavamanos y lo eché en el bolsillo de mi camisa. Salí presuroso y empapado en sudor, sin fuerza en las rodillas. Me abrí paso entre la multitud para volver al mostrador del bar.

Mario que no escondió su recelo, tampoco apartó de mí sus ojos, llenos de ira por la amabilidad con que traté a una trigueña, que poco antes charlaba con él efusivamente. Sonreí, y ella liberal o muy puta, correspondió con cierta suspicacia erótica de complicidad en los labios. Le ordené un trago, al tiempo que susurré una cita de amor en su oído, mordiéndole el lóbulo con la punta de mis labios. ¿Motivos? Tal vez quiera compartir una placentera noche.

Salimos rumbo a la puerta. -¿A tu apartamento o al mío? Le pregunté. A ella “le da lo mismo”. Volví atrás la vista a donde ya Mario no disimulaba su enojo, clavándome sus pupilas en la espalda como si fueran filosas dagas yemeníes. Su odio ha quedado impreso en el cristal de la puerta. Yo tranquilo. Caminé con la certidumbre de quien ha aceptado participar en la ruleta rusa: Oscuro sorteo de vida o muerte, una vez que me sumerja en el placer irrevelable del coito.

Daniel Montoly © 2001

Monday, November 27, 2006



Ilustración: Conflictos Internacionales
Ibai Antón



Kaddish


A los niños y niñas porque su inocencia
no pertenece a raza alguna...

Y, noche a noche, no sé cuándo oirás mi voz.
Blas de Otero

... Lloraban, Dios,
entre tus uñas,
y tú, airado
no los escuchaste.
Murieron, Dios,
despedazados,
a merced
de los tanques
y de tus aves.
Te disculpa, Dios,
yo no te escucho
en esta soledad,
tú disculparte.
Pero escucho, Dios,
y veo, los rostros
secos de sus madres.

Daniel Montoly©

Sunday, November 26, 2006

Jacques Roumain, de vuelta

Retar al tiempo. O quizás sencillamente encubrir su largo camino. Con esas velas arribó a la Casa de las Américas, Claude Roumain, sobrino del intelectual haitiano Jacques Roumain (1907-1944) y Secretario General del Partido Popular de la Renovación Haitiana, en el marco de su visita oficial a nuestro país. “Es la primera vez que visito Cuba, pero me siento íntimamente ligado a ella, como si la conociera de siempre”, comentó.

Claude creció ante una foto de Nicolás Guillén en la biblioteca de su familia, que lo alimentó con el recuerdo y el respeto a la estirpe de nuestro Poeta. Por eso, cuando abrazó a Nicolás Hernández Guillén, nieto de quien fuera entrañable compañero de Jacques Roumain, y Presidente de la Fundación Nicolás Guillén, la historia restauró una emoción que las décadas y las generaciones han guardado celosamente.

Guillén y el autor de Gobernadores del Rocío se conocieron en París en 1937, cuando el intelectual cubano se dirigía a participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, realizado en Barcelona. Desde entonces germinó entre ellos una admiración y cariño mutuos que logró consolidarse en un profundo epistolario, y durante las estancias de Roumain en Cuba (1940-1941), y de Guillén en Haití (1942).

“Mi padre, Michel, hermano menor de Jacques, se convirtió en depositario de sus legados culturales y sociales, y a su vez me los transmitió como una herencia sagrada”, explicó el político haitiano.”En esos valores venía también el amor a Cuba, y el culto a la obra y la personalidad de Guillén, que compartió con mi tío la misma inclinación poética, los valores políticos y éticos…”

La jornada trasladó el espíritu literario desde la sede de la Fundación Nicolás Guillén (antiguo despacho del Poeta), hasta la Casa de las Américas, también un templo creativo. Claude y sus acompañantes (los Señores Patrick D´Meza y Jean S. L. Simon, representantes del PPRH) fueron recibidos en nuestro recinto por la Dra. Yolanda Wood, Directora del Centro de Estudios del Caribe y sus especialistas.

La poetisa Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura y Asesora de la institución, fue invitada al encuentro y compartió valiosas memorias de los escritores. Ante los visitantes se expuso el amplio programa que la Casa de las Américas ha concebido para la conmemoración, durante el próximo año, del Centenario de Roumain. Complacidos ante el homenaje a una de las figuras descollantes de la cultura caribeña, brindaron toda su disposición a apoyarlo, y la posibilidad de asistir a alguna de las citas evocatorias.

Es así que el 2007 no solo depara, entonces, los cien años del nacimiento del etnólogo y novelista haitiano. Será también el año conmemorativo de una amistad septuagenaria entre dos poetas, Guillén y Roumain, unidos en la cercanía insular y en el pensamiento caribeño. Desde ese lazo humano e intelectual, Cuba acogió para siempre la visita de su voz.


El Haití de Jacques Roumain en la obra de Nicolás Guillén

Fuente: LA VENTANA, ORGANO DE LA CASA DE LAS AMERICAS.





VISIÓN DE ESCRIBA


(I)

Al dorso de la visión - lo ven -
se pauta.
En virtud no sabe regresar por tanto
su profecía está cumplida.


(II)

Al punto, esa delgada desnudez de voz.
Máscara de barro,
sangra la música.

Hojas secas de mi herida.

En primavera, humildes despojos.
Exuberantes risas. Trozos de vacío
han cerrado el argumento.

Daniel Montoly©

Friday, November 24, 2006


PORTARETRATO


Su estrecha edad agrava
lo grotesco de su joven sintaxis
para el sexo rutinario;
y, bajo la sombra de su eterna mocedad,
buscan refugio, los restos de acorazados.

Gruesas pestañas curvas. Enmallados
muslos a deleite. Negra solicitud
del placentero vicio masculino.

Ella fauna, especie nocturnal
cubre sus labios con profilácticos,
mientras exhibe en su pecho
collares de monedas
como -otrora- las odaliscas turcas.

Daniel Montoly©

Tuesday, November 21, 2006

“LA GENERACION PROZAC”

Me despierto. Salgo de casa por un café. Acompañado del fantasma de Oscar Wilde, y la sombra de algunos que en sus delirios sueñan serlo, un día como cualquiera.


Cuando escribo esto, me da lo mismo morir de un tiro en una calle de Sarajevo o durante la cena en un restaurante “sikh”, en la ciudad de Nueva York, a donde en compañía de un ser con ideas sinarquistas, escucho canciones del maestro Nusrat Fateh Alí Khan, como telón de fondo.

Estamos en el año 2006. Eufemismo en que el tiempo en verdad afecta a la población que ha terminado privilegiando su cultivo, convirtiéndolo en su más preciado tesoro, a tal grado, que en las casas de los granjeros pueden encontrarse más relojes que armas de fuego. Algo inusual en los Estados Unidos de Norteamérica.

No pocos supremaciítas blancos, marchan en ciudades de población predominantemente negra, como forma de recordarles a éstos su pasado, y con ello, su ilusión de volver la rueca de la rueda hacia atrás.

La melancolía con que se acude hoy al pasado en primera persona con la nostalgia de una “Belle Époque”, privilegia el consumo de tiempo, que ha hecho de antigüedades y vituallas, algo más que un “capricho para jubilados”. Es una fiebre por engullir con voracidad consumista y fanfarrias militares.

He creído, no ver ni escuchar a un presidente decir que “Dios le ordenó en una revelación -como las de los grandes profetas del Antiguo Testamento, que pasaban los infantes a filo de cuchillo- ir a la guerra contra una pequeña nación gobernada por un tirano”. Pero le vi hacerlo. Y reducir pueblos a caóticos cementerios a donde los vivos, desean estar muertos para escapar de sus diarias pesadillas y los muertos, desean volver –quizá- para patearle el culo a quienes han perturbado su paz.

Acaso puede algún monopolio explicarnos: ¿Por qué el perro de Paris Hilton se alimenta con filete de reses criadas en Centroamérica, mientras un niño nicaragüense o salvadoreño, no tiene ni si quiera una pupusa o un plato de gallopinto para comer?

Pero, si tienen este tema de conversación: “Que la música posee diferentes connotaciones”. Eso, está claro. “La Bohéme de Puccini”, y un Blues, no es lo mismo. Y es que la comparación entre “La Scala de Milán” y “Bar de Memphis”, resulta bastante riesgosa, ¿no creen Ustedes?

A los monopolios los llamo, “señores feudales” porque hablan y critican las dictaduras en otros países pero esconden, en la vacuidad de su retórica, que la única dictadura es la que impone el capital.

El hombre de la post-modernidad, ha sucumbido con vehemencia al consumo de su oferta de “Prozac”. Cientos de personas conforman el grupo que ha desplazado sexo por medicamentos, condenado a la extinción a la especie.

Apunto con el índice, a donde nadie ha apuntado con el meñique siquiera: A los grandes laboratorios fabricantes de drogas, que son suministradas y han causado un brote de violencia no cuantificado.

El consumo –que favorece a los grandes monopolios farmacéuticos- provoca que los ricos contribuyentes en las campañas electorales inviertan airosamente, mientras “la generación Viagra” -así como la de “los ochenta”, que se asocia hoy día a la enfermedad del Sida- multiplicará ganancias de los “dos mil”, que pasarán a la historia conociéndose como “La Generación Prozac”, que paradójicamente, sostiene su imperio con esos recursos.


Daniel Montoly
Voces de un pasado

La editorial VELA AL VIENTO tiene el honor y el orgullo de anunciar la publicación de “Voces de un pasado todavía presente” del historiador Ernesto Maggiori.

El libro, en la saga de “Historias de Frontera”, rescata historias, documentos, cartas y testimonios a través de entrevistas, de pobladores, comerciantes, pioneros, descendientes de los mismos y gente común, que contribuyen a recuperar la memoria y desentrañar el complejo tejido histórico de nuestra región patagónica.

De indudable valor para contribuir en el descubrimiento del palimpsesto de la historia de la región, “Voces de un pasado todavía presente” merece ser leído en todos los ámbitos, ya como punto de partida para nuevas investigaciones, ya para conocer el pasado y no repetir los errores.

Incursionar en este fascinante libro permite establecer lazos entre el presente y el pasado y si uno cambia los protagonistas por los de hoy, pareciera que en algunos párrafos se estuviera hablando de situaciones de similares características. Pareciera que solo cambia el almanaque.

El libro puede ya adquirirse en las librerías locales (La Odisea y Erboni Libros), o bien podemos enviarlo por correo siempre que nos lo soliciten a: Rubén Eduardo Gómez
T.E. (0297) 154-141145
rubedugomez@gmail.com
velaalviento.ediciones@gmail.com

visita www.blogs.ya.com/sentidocomun

Desde Artesanías Literarias, la revista que nunca duerme

www.artesanias.argentina.co.il

Amigos, lectores, colaboradores: hace una semana que Asociados y Aldao el Andrés han abierto el · I CERTAMEN DE RELATO BREVE. Agradecemos a todos los que han enviado sus obras, y les recordamos que las bases del certamen son muy claras: de cuatro a cinco páginas en letra verdana, cuerpo 12 a doble espacio, enviar en adjunto por correo electrónico con el título de la obra y el seudónimo, y en otro correo adjunto los datos del participante con su seudónimo, el título de la obra y un breve CV. Los participantes que no se ajusten a estas bases serán elminados automáticamente.

Por otra parte, esperamos que nuestros colegas difundan las bases del concurso, para hacer de este certamen una muestra del filón literario que atrae a los cuentistas de todo el mundo. Mientras tanto, seguimos publicando materiales en todas las secciones de Artesanías, y agradezco las cartas que envían a la redacción dándonos estímulo para seguir adelante con la faena, y las constantes y cotidianas suscripciones de nuevos lectores que se incorporan a nuestro amplio público lector. Saludamos a las revistas colegas que siguen en su quehacer de difundir la poesía, la narrativa, los eventos literarios y todo aquello que tiene relación con nuestra actividad de difusión.

Agradecer a los lectores de España, México, Argentina, Uruguay y América Latina el apoyo, la fidelidad, la nutrida correspondencia que nos deja un cálido sabor en el corazón.

Y, como siempre, aquí recibimos a los noveles, nuestras puertas y ventanas están abiertas de par en par (exagero un poco... A.A.) para recibir las colaboraciones de todos los escritores del mundo de habla castellana. E incluso portuguesa.

En el mundo convulsionado en que vivimos, un poema, un cuento, un texto, una canción... pueden encalidecer nuestra vida. Aquí los esperamos, compañeros escritores. Hasta la próxima; los abrazan...

Asociados (Ernesto Bavio y Ester Mann) y Aldao el Andrés

Y recuerden: escriban a andresaldao@gmail.com

Monday, November 20, 2006

RAPTO


Vemos que solo perdura la luz
o lo intacto.
-José Alejandro Peña-


Empieza ahí en esas voces:
Ved su canto que no cabe del todo,
en los tímpanos.

Es aire circular,
se desmorona.

Ya es seda de irisado vuelo;
en la que su vigilia, perdura
intacta al ojo.

Daniel Montoly

Del libro: AIRE SECULAR

Friday, November 17, 2006

Raquel Virginia Cabrera
(Santiago de los Caballeros,República Dominicana 1973)


POETA DESARMADO EN IRAQ


¿De qué me sirve la poesía?
si no es para comprimir vacíos,
vacíos que abundan en la Nada,
si no es para desembocar
en la esperanza despoblada
esa Nada arrastra monumentos,
-ciudades santas profanadas-
nada sin prejuicios
a dejar sin aliento la Mirada


ANSIEDAD



Lágrimas amontonadas
debajo de una nube
su risa candorosa
evoca hastío, vacuidad.

A oscuras se pliega la pupila
la vida se vierte en voces ahogadas

Soy la que se busca
en sitios no geográficos
ésa que ansía perderse.


CON EL PERMISO DE LOS ADORADORES DE FREUD...


Freud te has equivocado
¿Acaso no has escuchado la sentencia
de la naturaleza?
¡Toda mujer está completa!
¿Acaso no has analizado su antojadizo caracol
descremando perlas escogidas?
¡Toda mujer es vigorosa!
¿Acaso existe un solo hombre capaz de parir
una ínfima hebra de sangre?
¡Qué lastima! -padre del psicoanálisis-
todavía no has comprendido
que el poder no está en el cuerpo.


MUSA SIN ESPERA


No soy más,
la desconocida que nunca esperaste,
aquella con manos de sal
y ojos de barro
Esa que burló a los dioses,
danzó con los que suben las pirámides
acostados en sarcófagos,
Esa que vino a subyugar soles
a degollar la lluvia en las casas
de los que esperan sin tiempo
el retorno del silencio.



www.elvuelodelalocura.net



ÁRBOL SECO


Soy un árbol seco
la savia se consumió en mí
no siento siquiera el viento
las aguas son historias no contadas
caída estoy antes que mis hojas
santuario de un cuerpo flagelado
absorta en el dolor vegetal
¿porqué me has abandonado?


MOKSHA



Estoy aquí
respiro la alegría
de saberme inmensa,
sin límites,
de sentirme más que cerca,
de compartir una misma Unidad,
una misma experiencia sensorial
con todo lo que me rodea.
Y al conocerme
me encuentro con mi más Intimo Ser,
logro descubrir una ventana
hacia la plenitud
que va mucho más allá
de la lucha de los opuestos
y de cualquier ilusión
arraigada en mi mente.
Soy la Totalidad
manifestación única del universo,
dicha que trasciende
cualquier percepción,
cualquier razonamiento.
Y al reconocerme como el Amor
me reconozco eterna,
danzo en comunión
con el tiempo y el espacio
y con algo más que mis ojos
no pueden ver,
pero que es tan real
que sólo en la brecha
silenciosa del Alma
se logra experimentar.


EL RITO


Mi amado cultiva la ternura en sus ojos,
su melancolía desprendida
lo hace invencible
ante la supervivencia de las olas.
Su locura lo hace más bello
ante el mito de Adonis.
Desde que ha bebido mi savia
celebramos un rito desconocido


NO SOY TAN SOLO MUJER


No soy tan sólo Mujer,
¿Quién dice que no hay en mí un hombre interno?
Siendo tan sólo mitad,
¿Puedo llegar a ser completa,
completo?
Femenino y masculino es una invención del Todo
sólo para gozar el reencuentro.

Si el sol es masculino y la luna es femenina,
Yo soy un eclipse total sin penumbras.
Si la tierra es femenina y el mar es masculino,
Yo soy archipiélago de islas.

¿Quién dice que no hay en mí una fuerza varonil,
fundida a mi naturaleza maternal?
Polarizar mi espíritu a un género
es disfrazarme de etiquetas
y si Soy, no me aferro a límites.

¿Quién dice que no hay en mí
integridad en la luz y el mal,
el bien y la sombra?
Me regocijo por ser sucesora de Eva,
-de las Evas Santas y Pecadoras-
y reconozco que si comparto
el mismo costado con un hombre,
soy también un Adán.


LA ANGUSTIA ESTA EN MI SANGRE


La noche entro en el alma
la luna permanece afuera,
no es invierno y la nieve cubre mis entrañas
La calma tiene por renombre
esta angustia en mi sangre.
Nido de fantasmas
canales abismales,
irreales existencias.
Resido donde nombrarte
sigue siendo el delirio
que no respondes.


Copyright © 2004 Raquel Virginia Cabrera


Raquel Virginia Cabrera Nacida en Santiago de los Caballeros (1973). Es egresada de la Pontificia Universidad Católica Madre Y Maestra donde finalizó estudios en Contabilidad Computarizada (Santiago, 1992); y del Metropolitan College Of New York donde obtuvo el título, Bachelor of Professional Studies (New York, 2003). Reside en Nueva York desde el 1993.

En la actualidad se dedica profesionalmente al Trabajo Social. Es fundadora y presidenta de la Fundación Monumento Viviente De Nueva York y co-fundadora de la Sociedad Internacional de Escritores (SIE).

Sus trabajos han sido publicados en suplementos literarios en Estados Unidos, en revistas literarias internacionales y en la antología: "Safo: Las más recientes poetas dominicanas." Editorial Angeles de Fierro. RepúblicaDominicana (2004).

Wednesday, November 15, 2006

Flores de vértigo


Siempre quise ir a los cafés del Greenwich Village
a mirar a los viejos beatniks emborracharse como perros nórdicos.
Encontrarme con el espíritu de Kerouac, Ginsberg,
Corzo y Burroughs extasiados de marihuana y cervezas.

No fue hasta ayer mientras llovía a cántaros,
cuando logré descubrir de súbito la puerta:
Las bisagras oxidadas olían a soledad legible.
Pobres ornamentos de la nostalgia.
Renegridas y sangrantes
como la identidad, de los días en desusos
que gotean, mientras legiones de fantasmas,
emergen conquistadores de la noche.
Solitarios y barbudos con un cigarro en una mano
y en la otra la miseria.

Viví ese momento bajo el perfil de un Nirvana.
Sentí las alas de mi juventud entumecerse
con la perfecta armonía del vértigo.

Perdió el papel, su himen de color rosa
como una geisha de inmensas piernas blancas
y nalgas con la redondez de dos perlas.

Abandoné el café, “oliendo a flores de Kansas”
como escribiera Ginsberg. Borracho, andrajoso,
y cansado de llevar el hedor de un cuerpo,
y un nombre ineludibles a la animadversión de la muerte
y excomulgado del todo.

Daniel Montoly©

Monday, November 13, 2006

Salomón Valderrama Cruz
(Chilia, Perú 1979 )



Quipu


Toda la escritura nos supera
Porque somos más que ella…
Un Claro de luna…

Para no sonar tan nudo del desaparecer
Perder, quemar… dormir, la escritura de la luz
Capilla del mirar alado, hasta la no luz
Reparta en la mitad que se toca por nacer

Lira, de una vez, elígeme en mal sonido
Soñar… entonación de los caminos que no ves
Gramática del qué no ser para ser otra vez
Morir despierto así… bajo la luz de un ruido

De la mujer en que pirámide discó Virú
Percápita aislar a todos del Nuevo Mundo
Abel de volar… hasta la estrella de Perú

Deidad que es círculo de fuego… no futuro
Partir para no llegar a Deucalión desnudo
En propio correr de los amantes del futuro



Refracción


De aburrido, aun monja te desvisto:
Regatas del Sur, invencible, practico...


Elevación, maldición que me contempla
Trastocar en frágiles economías:
Masturbar bellezas, pulular poesías...
Latido, deslatido, el que me templa

Firmar, fechar muerte... oh libre perdición.
Inventar sensualidad, besar, derrotar...
Alucinaciones contar hasta matar.
Juez del arte dormirte, ajena ilusión

Como mártir del dolo... oh cosa amada.
Color, motor de la mente; quitar arte.
Oh muerte sola... vivirte y matarte
Rosa, ¡oh hermosa descorazonada!

Asentada... mirar al viajar, copular
Lacra o impura loca del estilo
Ante la no luz... de boca me destilo:
Todo prohibir para encontrar y volar...




Despera oh Vida…



Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.
José de Espronceda


¡Despera oh Vida en rutícula transtornada...
Aviación exhumar en alas religiosas,
Cibernética reamar travestidas diosas,
Almorzar belleza incomida y desterrada.

Amental, correr por poesías negativas.
Utópica, tamérica, denti encarcelado;
Etolizar televisor: Color endiosado.
Dolotor del mar grisente de cosas vivas.

Empús reinar y hacer creer en el pecado,
Del futuro iletrado destructor o ingeniero:
Testulación de brío, Manco, enamorado,

Buscador del grano de Tomás Moro en la mano.
Absurdo por botón pero mental y pionero.
Empredido pitonisar mañana al Humano.



Amórfor


Construyo en mis dos ojos tuertos
La maravilla que será...
Non omnis moriar...


Cuando superestructura un verso es el soñante:
¡Órgame la gala impía de hacer poesía!
Magma, envés de sangre bebida, cristianía;
Contar las luces de Buda, carne, esperante...

Donde el último soneto se escribiera:
Vuelo mortal despertar, evo, anacoreta;
Rosa mente en torcida de soga viviente...
Hasta soneto no hereditario no viviera.

Soñar desaparecer de amor y en todo:
Despierto y no soñando de amor me embarazo,
Delicado en amor de no cierto en tu regazo,
Científico, dador... reaparecer de amor.

Urubamba de flores en los ríos prohibidos...
Derrumbo no visto, enigmático, conciso.
No eres mono en el que me reconozco amor,
Espolón en que danza invierno himero.


Paraíso


¡De los ojos del muerto, mi mirada
Paire en faceta a luz cristalizada
Martín Adán


Razón innecesaria en fruición lapidaría
Por escándalo in situ, por ojo humillado.
Ilustre acabado, estás de paso helado.
Enamorado de todo lo que faltaría.

Paraíso de Cartón, leyendo, te daría
Todo, lo que no hiciera, aun en primavera.
Hipocampo embarazado, hombre de pecera.
Alma, corazón ciego, amarrado de utopía.

Libre de edad, viejo, en espera del, divorcio,
No conocer y enamorarme, ubicuidad.
No quiero en este fin, pagar, amor ni comercio.

Actuar y no pensar; haber gozado elevación.
Clonación, mutación tardía, espero en verdad:
Niño del ocaso, acertijos de sublevación.


Unigénito


Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
Francisco de Quevedo y Villegas

Crío mío, el dado, malcriado, malherido.
Frontal de la cúspide llorada, de estío
Imperdido, en la moneda, tesoro mío.
Astillado, imán, como Dios, el preferido.

Desdibujado por lo perdido, por pecado;
Recaudador nulo de belleza asustada.
Ajeno asir, ceremonial, poesía hurtada
En la montaña, tino, del dios malhumorado.

Y mejor, aún, pensar atacar mujer, noche,
Disfrutar en las laderas puta, como coche
Cargar ataúd, Cielo, de virgen alumbrada.

Y ser Fin, el único, el mismo de repisa,
De vital literatura: Hijo de alambrada.
Hijo, el temido, Dios, que no va ni a su misa.


Poema en Sol...


Me pregunto si eres tú
o si realmente soy yo.
Me pregunto si algún día sabré.
No firmas la belleza que me envías,
que ya me has enterrado y
yo no he firmado el mío.
El tuyo. El dado y no nadado
por secreto u ahogado.

Soy una madera podrida de luz
que flota en la playa de un ciego.
Yo soy el ciego y no el otro,
el tuyo y no el mío,
que jamás compra,
que todo me lo está quitando un banco.
Pobre de mi culpa y de los pequeños míos.

Que la casa es una moneda extraña
en la cual me pierdo o me ahogo.
Ya no sé, mañana, viviré
en una playa con los locos,
fumando o creyendo
que soy el Dios, el vidrio.
Que me he chocanado con el vidrio,
que ya no como ni vidrio.
Que me duele no poder o no encontrar
algún equivalente, equidistante mío,
que se atreva a publicar
mi libro. Tu libro, el libre.

Que aunque quiero verme libre,
soy un libro reciclado,
que se come una botella de plástica
y aéreo sobreviviente de los:
estoy a punto de desfigurarme vivo.
Pero no quiero decir auxilio.
Soy el maquinador de Orión. Del-i-r-i-o.


El juguete que es la palabra


Me miran los ojos el cielo
Despertar sin vértebras sin estructura
La piel está en su eternidad
Se suaviza hasta perderse en la memoria
Existía no existía
Emilio Adolfo Westphalen


La palabra juega
Para sí misma
Como juegan
En sus juegos
Las bestias sin palabras

En la ruta del pájaro
Que siempre es él
Como pájaro ajeno a la palabra

Entonces la palabra
Se revuelca de memoria
Como se revuelcan los que acaban
Olvidando las palabras

En el poema del viejo cantor
El eternamente joven
-Que ya parece despistado-

En la imprecación
Se transforma
Un llamado sencillo
Que no perdona el olvido
Que no ahoga las lágrimas
En una despedida sorda y ciega
Ya para entonces Muda
Como la misma palabra
La que se aleja
De la bestia
De su juego
Del miedo de ser
Olvidada

Ella misma se inventa en la guerra
Ella misma es el invento que juega

Tan vieja
Como la misma palabra -palabra-
Como la misma guerra -guerra-
Como el mismo hombre -hombre-
Como la misma bestia -bestia-

Y los niños también juegan
-Los niños juegan a la guerra-
Con sus juguetes
Petálicos, fálicos...
De hombres
Hacen la guerra
Donde juegan
Con sus juguetes
Metálicos, matálicos...

Y donde la guerra fue juego
Ahora ya es el juguete
Del niño viejo
Aquel que quiere inventar la última palabra
Fin.


Caníbal


…Y velocidad no ver
Sentir inicios…


El jardín de no despertar, materia inerte
Te estrellas de atacar sobre cualquier ciudad
No reluciente de escapar a otra vida
La arena de aquel que no esperó el mar

En el final de mi brutalidad no espero
Soy en la no oscuridad la libertad brutal
Caigo… caigo… en la soledad de amar el No
Pedir una cosa sangrante… más que el hielo

Virus ligado del sonar para mirar atrás
Me mirarán zorzal blanco de la noche fría
Ya no despierto. Todo es la última señal

De cualquier forma detener el río de los pies
Y veo si no quiero ver la muerte del fuego
Dónde está el final… soñar otra vez besar


Torre de la voz…


Sólo el silencio te aguarda
Contra el tiempo

Torre de la voz… una olvidada sueñas
Arte en realidad, que no moría
Del dormir, anestesia, ya no un día
Punto, en que no morir… al abismo sueñas

Realeza invertida de los cielos… Hades
Pregunta amores, mudos, de la guitarra
Zeus, jinetes de las, luz de la, chatarra
María sin Fe, infecto de los Andes

Des ne éxtasis eternidades miras
Descubrir presionante aguas del secreto
Profusión de aquella noche, en cuerpo, iras

Abstracto del cantar, como la luz… rocar
Juega en la luz hasta no morir concreto
Arte del Final, no volverte a no tocar


Lima, Pachacámac, Junio de 2006.
Salomón Valderrama Cruz


Salomón Valderrama Cruz nace en abril de 1979 en Chilia, Departamento de La Libertad (Perú). Realizó estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Nacional Federico Villarreal. Aparece su primer libro de poemas Encrucijada el año 2002 y, en el 2003, Anemómetro. Ha sido publicado en revistas y otros medios de difusión literaria de Perú, Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, México, El Salvador, España, Puerto Rico, Francia, Canadá y Alemania. Ha sido antologado en Generación del 2000?: Muestra de Poesía Joven (Círculo Abierto Editores, Lima, 2006.) Tiene inéditos los libros, Facción de imperdido al arte y Amórfor.

Saturday, November 11, 2006


Gioconda Belli
(Managua, Nicaragua 1948)


Mayo


" No se marchitan los besos
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto. "


Cómo pesa el amor


Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como luna
apenas clara entre las luciérnagas.

Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.

Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido.


Y Dios me hizo mujer


Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.


EROS ES EL AGUA


Entre tus piernas
el mar me muestra extraños arrecifes
rocas erguidas corales altaneros
contra mi gruta de caracolas concha nácar
tu molusco de sal persigue la corriente
el agua corta me inventa aletas
mar de la noche con lunas sumergidas
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
acelera mis branquias los latidos de esponja
los caballos minúsculos flotando entre gemidos
enredados en largos pistilos de medusa.
Amor entre delfines
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbujas
tu risa cerco con mi boca espuma
ligereza del agua oxigeno de tu vegetación de
clorofila
la corona de luna abre espacio al océano
De océano los ojos plateados
fluye larga mirada final
y nos alzamos desde el cuerpo acuático
somos carne otra vez
una mujer y un hombre
entre las rocas.


DE LA MUJER AL HOMBRE


Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo
de mi subconsciente
con una admiración extraña y desbordada
que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
me intrigan, me interesan
y te observo
mientras discurres y discutes
hablando del mundo
y dándole una nueva geografía de palabras
Mi mente esta covada para recibirte,
para pensar tus ideas
y darte a pensar las mías;
te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiéndonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos.


AHUYENTEMOS EL TIEMPO, AMOR...


Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca,
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.


HUELGA


Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.

Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.


QUIERO ESCRIBIR UN NIÑO


Quiero escribir un niño
con grandes ojos como semillas,
pelo color maíz,
dulce sonrisa de níspero.
Quiero escribir un niño,
hacerlo con palabras
en el idioma de su placenta hecha de mar,
de viento,
de sacuanjoches olorosos.
Quiero escribir un verde niño poeta,
un moreno cantor que inunde el mundo con sonrisas,
niño mesías del mensaje vital de la naturaleza
que sea Mayo eterno, floreciente
en una tierra nueva
de juguete...

REBELIÓN

En que rincón de la vida
me estará esperando la felicidad?
En que lugar de la tierra me será dada
la realización que espero, a la que no puedo renunciar
porque ya tengo la sangre intoxicada
y las palabras me buscan, me rondan
y los poemas ya me son necesarios para subsistir;
están sembrados en mis horas, inalterables, hermosos.
Están en mí, dentro de mí, con toda la fuerza de la
tierra,
del amor, con toda la angustia del hijo que debo parir
y esconder
porque no me está dado enorgullecerme de él
sino agachar la cabeza y guardar estos papeles
en alguna gaveta donde el tiempo los amarille
mientras yo me voy convirtiendo en repollo, lechuga
o cualquier otro vegetal...

LA ETERNA PREGUNTA


La eterna pregunta de la identidad:
ser o no ser.
Dejarse ir,
o quedarse en esta orilla,
en la seguridad,
o ir allá donde el paisaje se adivina frondoso,
se percibe
y casi nos parece oler las flores del otro lado
y nos vamos embriagando del olor presentido
que nos va penetrando,
y son las flores, las enredaderas,
el agua del otro lado que nos esta sonando en la
memoria
con su olor a mango,
y es ese sentir que el corazón esta próximo a estallar
(el olor del malinche, las explosiones del malinche),
los faunos,
un día que se va,
un día que pudimos haber estado al otro lado
y no estuvimos.


CASTILLOS DE ARENA

¿Por qué no me dijiste que estabas construyendo
ese castillo de arena?
Hubiera sido tan hermoso
poder entrar por su pequeña puerta,
recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuadros de conchas,
hablándote desde el balcón
con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
del aire entre mis dientes.
Es tan hermoso contemplar el mar.
Hubiera sido tan hermoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
con la ternura
honda y profunda del agua,
divagando sobre las historias que nos contaban
cuando, niños, éramos un solo poro
abierto a la naturaleza.
Ahora el agua se ha llevado tu castillo de arena
en la marea alta.
Se ha llevado las torres,
los fosos,
la puertecita por donde hubiéramos pasado
en la marea baja,
cuando la realidad esta lejos
y hay castillos de arena
sobre la playa...


Los portadores de sueños


" En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras
de catástrofes.
los llamaron ilusos, románticos, pensadores de
utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua
el corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también habia engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales
Tuvieron algo que ver con esto,
La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento
de todas partes venían a impregnarse de su aliento
de sus claras miradas
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños
soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre.

Son peligrosos - imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.

Hay que destruirlos - imprimían las grandes
rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus
discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches
y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.

Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías. "

Gioconda Belli



Gioconda Belli Nació en Managua, Nicaragua el 9 de Diciembre de 1948. Su padre, Humberto Belli era empresario. Su madre, Gloria Pereira fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de cinco hermanos: Humberto, Eduardo, Lucía y Lavinia, y cursó su primaria en el Colegio de La Asunción en Managua y la secundaria en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde se bachilleró en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija, Maryam, nació en 1969.
Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Como muchos intelectuales de su generación, Belli se integró a las filas del FSLN y militó en esa organización desde 1970 hasta 1994. Perseguida por la dictadura somocista, vivió en el exilio en México y Costa Rica. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista.
En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género poesía por su libro “Línea de Fuego¨.
Después del triunfo sandinista y hasta 1986, ocupó varios cargos dentro del gobierno revolucionario. En 1984 fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año. Belli dejó todo cargo oficial en 1986 para dedicarse a escribir su primera novela. Fungió como directiva de la Unión de Escritores y fue una de las fundadoras del suplemento literario“Ventana”.
Entre 1982 y 1987, publicó tres libros de poesía: “Truenos y Arco Iris”, “Amor Insurrecto” y “De la costilla de Eva”. Estos libros o selecciones de los mismos se han publicado en España, México, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Italia y Estados Unidos.
En 1988, Belli publicó su primera novela “La Mujer Habitada”, que fue muy aclamada por la crítica y alcanzó en Europa y América Latina, altos tirajes y numerosas ediciones. En Alemania –donde el tiraje llegó a un millón de ejemplares y alcanza más de veinte ediciones- la novela obtuvo el Premio de los Bibliotecarios, Editores y Libreros a la Novela Política del Año en 1989. Ese año la autora recibió también el Premio Anna Seghers. Desde su publicación, la novela ha sido traducida a once idiomas y ha tenido gran éxito editorial en España e Italia. En Estados Unidos, Warner Books la publicó bajo el nombre “The Inhabited Woman”
En 1990, se publicó la segunda novela, “Sofía de los Presagios”, en 1996, “Waslala”, ambas traducidas a varios idiomas. Gioconda publicó también un cuento para niños: “El Taller de las Mariposas”, que se publicó así mismo en alemán, holandés e italiano y en 1998, otro libro de poemas, “Apogeo”

En Enero de 2001 apareció en Plaza Janés, su libro “El País bajo mi piel”, un testimonio-memoria de sus años en el sandinismo- Fue publicado, simultáneamente, en alemán, holandés e italiano. Su publicación en Estados Unidos está programada para el otoño del 2002 bajo el sello editorial Knopf y en Inglaterra, por la Editorial Bloomsbury de Londres.
Desde 1990, Gioconda alterna su tiempo entre los Estados Unidos y Nicaragua. Se casó en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija, Adriana, nacida en 1993. De dos matrimonios previos, tiene tres hijos: Maryam (1969), Melissa(1973) y Camilo (1978).

Fuente: Página oficial de Gioconda Belli

Monday, November 6, 2006

CANTO DE UN DIVORCIADO

I

ME GUSTA CUANDO
me abofeteas. Tal
como una tromba femenina
me dices: " Esta noche
vas a dormir en el viejo sofá".

Yo no protesto.
Me quedo ahí dócilmente. Lo sé:
Más tarde me despertarás
con ganas de hacer ruido.

II

No tuve que ser inteligente
para saber quién eras.
Ver moverte esa noche,
bastó.

"Puedes conocer a alguien
con solo verlo caminar".
-Dijo mi madre alguna vez.

Yo me ahorré, el salir de caza,
te conocí en una iglesia.

III

Sé, que estás por llamarme misógino…
Pero, anoche no opinabas lo mismo
a juzgar
por el volumen y frecuencia
de tus gemidos…

IV

Cuando te quedabas
a dormir en la casa
mi hijo fisgoneaba en tu sostén.
Por esa razón
no sobrevino respuesta
a tus insultos.

V

Glamorosa y sexy.
Las mini, las tacones rojos,
el gorrito de enfermera
me gustaron, y aun más
las esposas, pero, más que la sorpresa
que dejaste para el postre.

Daniel Montoly©

Encuentro con José Emilio Pacheco

Por Sigfredo Ariel

Más de setenta poetas de América Latina y Europa se reunieron en la ciudad mexicana de Morelia para leer sus versos y homenajear a uno de los escritores vivos más importantes del idioma: José Emilio Pacheco. La hermosa capital michoacana brindó hospitalidad y atención esmeradas a la octava edición del Encuentro de Poetas Latinos que este año alcanzó además ese mágico punto del planeta llamado Páztcuaro.

Un público mayoritariamente joven fue a escuchar poesía –sólo poesía– en sesiones de mañana, tarde y noche celebradas en algunos de los mejores escenarios de la ciudad: el teatro Ocampo, el Conservatorio de las Rosas y el Centro Cultural Universitario de San Nicolás de Hidalgo, que alberga un broncíneo José Martí de manos enormes.

El argentino-mexicano Juan Gelman y el brasileño Ledo Ivo, entre otros, leyeron en la sesión inaugural como para que no quedaran dudas acerca del alto nivel poético de este evento al cual asistieron también el belga Benno Banard, el colombiano Juan Manuel Roca, el chileno José María Memet, la boricua Vanesa Droz y la paraguaya Sussy Delgado, quien impresionó al auditorio con sus poemas hermosos en lengua guaraní.

En la nutrida representación de poetas mexicanos ―imposible mencionarlos a todos― se encontraban Alejandro Aura, Thelma Nava, Coral Bracho, Elsa Cross, Leticia Luna, Hugo Gutiérrez Vega y Gaspar Aguilera, quien dio a conocer en México a la generación de poetas cubanos de los años 80 en una generosa antología: Un grupo avanza silencioso (UNAM, 1990). Una inteligente distribución de los organizadores combinó modos de escritura y nacionalidades en mesas que integraron poetas de distintas generaciones. Como es natural, algunas resultaron más brillantes que otras. De los jóvenes, el cronista prefirió los textos que escuchó a Edwin Madrid, de Ecuador, y a la argentina Cecilia Romana.

En todo momento el gran Pacheco se mostró cordial. A menudo sonríe, creo que por estos días se siente feliz, motivos tiene. Por cierto, en la recepción de bienvenida que tuvo lugar en el ex convento de los Agustinos de Tiripetío en la tarde del martes 17 de octubre, mientras un cuarteto de cuerdas combinaba trozos de Mozart con "La llorona", "Estrellita", "Ay sandunga", el tango "Por una cabeza" y songs de Gershwin y Cole Porter, el fornido José Emilio fue mesa por mesa saludando a cada uno de los participantes, agradeciéndole su presencia.

Cuando le tocó el turno de estrechar la mano al autor de Islas a la deriva quien esto firma no pudo hacer más que balbucear: “es un honor, maestro… es un honor…” Y ahí quedó todo.

Tomado de Cubaliteraria

Tomado de La Ventana

Más de Sigfredo Ariel en La Ventana:

Lo que puede suscitar un disco de Pablo

Lezama imán

Un amor que se nos va

Benny Moré y las rumberas

Descemer. ¿Adónde va a parar?

Friday, November 3, 2006



Ilustración: Goya
Fuente: Internet



Canto de Asrael


(I)

Vuelas, del púlpito a ese espacio transparente. Mira tus labios Asrael: Nacieron del sexo. Loto mágico en los ojos de cisnes salvajes de turquesa. El despertar te vino de ultramar con la sed de los deseos. El vórtice que coincide con la puerta de tu boca.

Navegaste, y tu perro lunar, escurridizo, te siguió con los ojos, rogándole a la muerte, se hizo piedra en tus adorables manos. Hijo de tus manos, Asrael. Sobre su cuerpo escribiste acerca de la ceniza del paraíso, mensajes en botellas, que la oscuridad hoy desempolva silenciosamente para calmar la sed de los recién nacidos.

Ahora lloras Asrael. Con el equinoccio, no habrá noches poéticas en las cortinas del invierno. No te saciaste con la desnudez de las mujeres, sino que tuviste que matarlas. Beberte su sangre, para comprender por qué la carne encierra. No sabes, ser humano entre hambrientas multitudes de dolores que te encuentran solo. . El sudario con que las putas cubren sus vergüenzas al venir la luna, el ano desgarrado de los hermafroditas, la rosa quíntuplo con que se consuelan las viudas. El polvo y tu sufrimiento atestiguan, que tú y yo somos uno, punto y línea en la jaula de la escritura, lágrimas mórficas en las mandíbulas de la concupiscencia.

Vi desprenderse las primeras plumas de tus alas. Lágrimas de alcanfor, hojas de un anunciado otoño, serpiente o eco de los espíritus. Siempre al acecho. Como el pecado, recela del indeciso. Solo yo puedo darte, darte el silencio o la muerte. Asrael, curarte esa llagas de niño torturado, cortar tu cordón umbilical para que seas un rebelde, mi espía detrás de cada litoral de formas.

Peca Asrael, bebe de la ira, entonces, serás el Avan Garden de los malvados.

Peca, Asrael, sal del encierro de tus miedos. Ensúciate hasta tomar partido...


(II)

Mira tus labios, Asrael, nacieron del sexo.
Loto mágico en los ojos salvajes
de los cisnes.

Con el equinoccio, no habrá noches poéticas
tras las cortinas del invierno.

Vuelas del púlpito a ese espacio transparente,
el vórtice que coincide con la puerta de tu boca..

El despertar te vino de ultramar
con la sed de los deseos.

Navegaste, y tu perro lunar te siguió
hasta la orilla suntuosa, escurridizo,
con los ojos rogándole a la muerte.

Se hizo piedra en tus adorables manos,
hijo de tus manos, Asrael.

Sobre su cuerpo escribiste acerca de la ceniza del paraíso,
mensajes en botellas, que, la oscuridad hoy desempolva, silenciosamente, para calmar la sed de los recién nacidos.

No te saciaste con la desnudez de sus mujeres
sino que tuviste que matarlas, beberte su sangre
para comprender por qué la carne encarcela.

Vi desprenderse las primeras plumas de tus alas,
lágrimas de alcanfor, hojas de un anunciado otoño,
serpiente o eco de los espíritus.

Ahora, lloras, Asrael. No sabes ser humano
entre hambrientas multitudes de dolores
que te encuentran solo.

Sólo el polvo y tu sufrimiento atestiguan que tú y yo
somos uno. Punto y línea en la jaula de la escritura,
lágrimas mórficas en las mandíbulas de la lujuria.

Solo yo puedo darte el silencio o la muerte. Asrael,
curarte esa llagas de niño torturado, cortar tu cordón umbilical
para que seas un rebelde, mi espía
detrás de cada litoral de formas.

Como el pecado, recela del indeciso. Peca Asrael,
bebe de la ira, entonces, serás el avan garden de los malvados.

El sudario con que las putas, cubren sus vergüenzas al venir la luna,
el ano desgarrado de los hermafroditas,
la rosa quíntuple con que se consuelan las viudas.

Peca, Asrael. Sal del encierro de tus miedos.
Ensúciate, hasta tomar partido...


(III)


Y se vió en ese instante
una flor gangrenosa que brotó junto a su lápida.

Dispuesta a vivir noche a noche, y morir
día a día, como recuerdo del sexo, prohibido.

El mismo la mojaba con su sangre.
La llamaba en el delirio, la rosa carmesí de los malditos.

En sus huellas, el tiempo sembró herraduras abriéndole
con un cántico de sombra, futuras generaciones..
El, ya cautivo, guardó su disfraz de ángel y
bebiéndose sus sílabas de Narciso,
comió con dionisiaco aire la quietud.

El manso rumor que enciende el fuego en los altares
urge a la voz, pero de ella, nada sale. Está. Ya no le reconoce
como su flauta, ya no es, el elfo de sus fantasías amorosas.


(IV)

Con el veintiún eclipse de la luna sobre el monte,
me beberé tu sangre, Asrael.

En el cráneo de tu madre, porque desoíste mi voz.

Serás el guardián de mi tumba.
El que la cuide de los ladrones, de las hazañas de los pájaros.

Vigila, Asrael,
porque mi tumba es el mundo.

Del brillo cortante de tus ojos haré láminas para escribir.
Sopla y sueña, pero nunca olvides Asrael.

Cierra, ciérrate, ante todos, omite que eras un Dios.
La flor sin macula en el jardín de lo perfecto.

Abomina tu pasado, sé sólo luz, dentro de la luz.

Ínsula. Ceniza de rosa de los laberintos.

Rasga tus uñas con sus sonidos, alcanza el éxtasis,
danzando en el aura obscena de la atmósfera.

Todo a tu alrededor tendrá olor a incienso, a mirra,
señal de que, el fuego está por consumirse.

No te preocupes cuando la serpiente muerda su cola, Asrael,
danza, fornica como un loco, tu copulación diluviará el círculo.

Miras mis ojos,
yo viajaré contigo a fundar iglesias femeninas en la teogonía del falo.

Te daré la visión de las piedras, la raíz
dónde yo he danzado cuando te tuve en mi vientre.

Se pájaro sin tregua, Asrael, copula, que,
en la luxación de la vorágine volverán a tus alas las plumas.

(V)

Nunca sabrás mi nombre. Porque soy tu dios
he vetado en ti, cualquier inclinación por lo divino.

Te quiero hombre, Asrael para que sufras
lo que por ti, yo he sufrido.

Por tu piel correrán ríos de glaucomas,
calles abandonadas por la alquimia del sexo.

Mercaderes de Gomorra traerán
ante ti, sus camellos llenos de oro.

Niñas vírgenes, lavaran tus pies con sándalo,
te ofrendarán sus pechos: flores de cielo con péndulos del paraíso.

Nunca te duermas, como el perro se duerme con la canción del amo. Escribe, escríbelo todo, sobre hielo, cuerpo, fuego o polvo.

Deja que en torno a ti vuelen las mariposas,
nunca te apodere de su vuelo, tan sólo observa, aprende.

Yo, tu dios,
develaré con el amanecer la llave de la ciudad de los selucidas.

Entonces, volaras, volaras
hasta los registros del universo con tu nuevo nombre.

Jamás podrás olvídalo ni arriba, tampoco abajo.
Nadie osará robártelo.

Tu mirada tendrá el sello de la furia
y todo aquel, que entre en contacto contigo se volverá ceniza.

Guarda con recelo las laminas en tus plumas.
En secreto mantuve tu identidad con el mar ahora,
en algún lugar, al oeste verás siempre una lámpara,
esa luz rescatara tu sombra,
entonces, tu risa hechizara a los poetas.
Será el nuevo hallazgo. La fresca ablución contra el hastió
Recipiente donde lavaran su rostro los incrédulos,
los dementes, los enfermos por el mito.

Todos giraran en torno a ti. Serás el nuevo sol
quien degollara su inocencia.

Toma su sangre Asrael, escribe en su aguafuerte
las siete ciudades que te mostré en sueños.

Yo, criatura de tu esfera ígnea danzo,
mientras tu zumo ramifica en mis pensamientos
como el beso de Iscariote, del ofidio.

De las branquias celestes se desprende la saliva
de algún naufrago hitita que con su caballo de rosas cruza las nubes.

Las hormigas lamen el marfil de tus huesos,
huesos del misterio engrana al yo que busca.

Nazco del enfoque de tu vientre
sin censura.

Cuando los conjuros del cristal atraviesan los eclipses del subconsciente,
espero el rapto de tu lengua, sustancia que moldeara la carne, con una línea invertebrada.

Seré el beso menstrual para el cuerpo adolescente.
La daga geométrica que penetra en el vacío
confiriéndole atributos a la forma sinuosa de la gravedad.

Me veras en las piedras, escucharas mis llantos,
runas sonoras con tu caracola.

Cuando observes la luna obnubilarse en su órbita
lee el humo que custodia la calavera
sus caracteres, te revelarán.

Daniel Montoly©
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