Sunday, December 17, 2006

POSTRACION DEL AMO


I


como a través de un mundo que sólo fuera cielo
Robert Louis Stevenson


Me nombras
entre los tantos espejismos
que te siguen
y, mi respuesta
nace muerta,
mas mi nombre
se ilumina en tu silencio...



II


Dicen que el placer huele a peligro.
Canción popular



La fragancia que tu cuerpo exuda
embriaga mis sentidos
como sí atravesara
un campo de magnolias florecidas
a desnudarte con el miedo.



III

Tengo tantos nombres en mi soledad
para nombrarte,
que uno, sólo uno, bastaría
para crearte
con el ardor de mis deseos
aunque no haya barro, ni costilla.



IV

nuestros desnudos abren el cauce del deseo.
Alí Chumacero


Cuando me hablas con tus manos
mi cuerpo se estremece,
mis ojos recorren
el serpentino efluvio de tu cauce,
y, en tu delta
muere el último de mis deseos.

Saciado...


V

" Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle
si ya ni mis gemidos conmueven
a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras.
Raúl Zurita



Allí, donde las manos hambrientas
no logran satisfacer
el objeto de su fascinación;
el deseo oculta
falsos espejismos
de consumadas realidades.

Daniel Montoly©

Saturday, December 16, 2006

Cara de Cartucho


Giuseppe me llamó y al no encontrarme en casa, dejó un mensaje en el contestador, diciendo que fuera a recogerlo al aeropuerto porque tenía algo importante que contarme con urgencia. Dejó el número del vuelo Air-Italia y la hora de arribo. Eso me obligó a tener que cambiar mis planes. Entre otras cosas, tuve que llamar a Lola a la oficina para cambiar varias citas, incluso una con el artista plástico Marco Llorente Rivas y otra con mi analista. Bajé las escaleras para ir hasta al parking, pero un estúpido había decidido parar su auto justo detrás del mío y tuve que salir a recorrer el edificio entero, preguntando por el dueño de aquel Mercedes Benz negro.

Al fin, cuando casi me daba por vencido, una mujer bastante joven surgió de la nada, oprimió el botón de la alarma, que comenzó a pitar desaforadamente hasta volverme loco. La dueña del Mercedes, altiva y arrogante, pasó –casi desfiló-, por mi lado como si yo no existiera, abrió la puerta y puso el motor en marcha. Le grité y nada: arrancó a toda velocidad, dejando una delgada e irónica estela de humo. Me quedé ofuscado, ansioso de encontrar a alguien con quien descargar mi rabia, y abrí la puerta de mi Honda Acura 98. Encendí el motor y lo dejé correr por cinco minutos, porque llevaba varios días sin moverse del mismo sitio. La sola idea de que fuera dejarme a medio camino del aeropuerto, me puso como un atado de nervios.

Justo estaba por salir cuando alcancé a distinguir un rostro conocido bajando por las escaleras de salida. Traté de ubicar esa cara. Pero como siempre, a pesar de que por mi trabajo de periodista conozco cientos, tal vez a miles, de personas, cuando se trata de recordar lugares o nombres, soy un verdadero desastre. Sin embargo este rostro me parecía tan fresco, que esta vez me obstiné, intentando encontrar una pista para completar el rompecabezas. Por fin –casi llegué a gritar, y me contuve-, recordé que los noticieros llevaban varios días pasando una foto con búsqueda de captura, solicitando ayuda a la población; era un lugarteniente de un conocido narco colombiano, arrestado en su momento en un operativo conjunto entre La DEA y la policía colombiana. Su nombre, su jodido nombre tan popular entre los colombianos, -pensé mientras continuaba hurgando en la memoria- . Jairo, Jairo Varela Fuentes, alias Cartucho, ese era el nombre del extraño que ahora abordaba un auto deportivo de color rojo.

¿Qué diablos hacía ese tipo en el edificio? –me pregunté, con aires de Baretta- Ahora que lo pienso, tampoco recordaba haber visto nunca antes a la misteriosa fulana dentro del complejo de lujosos apartamentos. Se me ocurrió de entrada la idea de llamar a la policía, pero la descarté pronto –así, de buenas a primeras, no me iba a convertir en un asqueroso informante. Hice a un lado la idea. Bajando a la realidad, miré el reloj: las 9 de la mañana. Maldita sea. Empecé a tragar saliva, imaginando un atolladero de tránsito en la avenida Winston Churchill, y la certeza de no llegar a tiempo para recoger a Giuseppe en el aeropuerto. Decidí entonces bajar a la 27 de Febrero para tomar el expreso hasta cruzar el puente Juan Pablo Duarte. Según mis cálculos, eso no se me iba a llevar más de dos horas. Mientras conducía, comencé a recordar cómo había conocido a Giuseppe. Un amigo común me lo había presentado una noche en una fiesta del dueño de la galería de arte Cemís. Al conversar con él, noté que poseía una esmerada educación y un vasto conocimiento de la cultura europea.

Pero su aspecto físico no encajaba para nada con los rasgos morfológicos de los habitantes del Mediterráneo. Si mantenía la boca cerrada y no escuchaba su acento, creería más bien que era gringo. Había venido a dar a mi país después de una larga peripecia por varios países asiáticos. Nunca me dijo por qué se rehusaba con vehemencia a volver a Italia, incluso sin visitar a su madre en su lecho de muerte, no obstante lo cual, impensadamente, la semana pasada se apareció por la galería para avisarme de su salida a Italia el lunes siguiente...por si necesitaba algo suyo, o mi esposa. Lo noté desesperado y no quise dejarlo solo, de modo que fuimos a almorzar al restaurante El Conde luego a su apartamento en el Evaristo Morales, donde terminó de preparar una exigua maleta para unos días.. Recuerdo haberlo visto preparar algunas piezas, que no alcanzaban para más de una semana. Desde nuestra última conversación comencé a intrigarme con la enigmática atmósfera que rodeaba a Giuseppe. Que, por ejemplo, no hablaba jamás sobre su familia, apenas sobre la muerte de la madre por cáncer de colon. Como consuelo, ni siquiera Natalia, prima de mi esposa y su pareja hacía dos años, sabía mucho más. O bien....

Pero ahora dejaba ese condenado recado en el contestador, con un asunto importante que contarme. El tránsito en La autopista Las Américas, por fortuna, no estaba congestionado, algo extraño para un fin de semana. La belleza del paisaje costero me distrajo y comencé a relajarme a medida que me alejaba de la ciudad. Prendí la radio, y escuché la voz melancólica de José José, cantando una de sus canciones antológicas. Me dejé engullir por la nostalgia, y por poco me echo a llorar, recordando a Cristine, mi imposible primer amor. Apagué la radio, malhumorado. Odiaba reconocer que no era tan duro como presumía entre mis amistades. Por fin, alcancé a distinguir al frente la terminal aeroportuaria, lo primero, fue el caos característico para encontrar un lugar donde parquearme. Un moreno como de seis pies se acercó a la ventana del carro. Me mostró su carné y me hizo seña de que lo siguiera. Me bajé, le entregué las llaves y él se hizo cargo del volante, encargándose del reto.

Entré a un corredor que parecía un hormiguero. Enseguida, comencé a buscar el rostro de Giuseppe, aunque fue él quien primero me encontró, y me saludó con suma alegría. Le di ese abrazo que solemos hacer los caribeños cuando nos encontramos con alguien a quien de verdad queremos.

De entrada, estuvo muy reticente a hablar conmigo –a la menos allí-, acerca de su estada en Italia. Recuerdo haberle repetido mi clásica broma del hombre “tan hambriento como una pulga después de una huelga de perros”, y su rara sonrisa. Le ofrecí llevarlo a su apartamento, y lego encontrarnos en la galería, previo recoger a Natalia y a Nina, especulando con sacar alguna punta de su secreto durante el viaje. Ante alguna cosa que le dije de la preocupación de Nina –por el temor de que tal vez no regresara, y algo más que agregué sobre su “condena al eterno retorno a Dominicana”, volvió el rostro y no quiso mirarme. Una larga sombra nos cercaba, ominosa, invisible.

Alejandro Drenes/ Daniel Montoly

Escritor Miguel Barnet conquistó el Premio Juan Rulfo, de Cuento


Su cuento «Fátima o el Parque de la Fraternidad» fue seleccionado entre más de 6000 obras

por Pedro de la Hoz

"Más que en mí mismo, he pensado en lo que una distinción de este tipo puede contribuir a sumar nuevos reconocimientos a la literatura cubana, y a reafirmar el compromiso que asumimos con nuestra realidad desde la creación", expresó Miguel Barnet ayer pocos minutos después de que en París se le proclamara ganador del Premio Juan Rulfo, de Cuento, uno de los más codiciados galardones internacionales de la lengua española para narraciones inéditas.

En la edición 2006 del certamen, coauspiciado por el Instituto de México y el Cervantes de París, Radio France Internactional, la Maison de l’Amerique Latine, la asociación Unión Latina, el Colegio de España en la capital francesa y el mensuario Le Monde Diplomatique, el jurado seleccionó el cuento de Barnet, titulado Fátima o el Parque de la Fraternidad entre más de 6 000 envíos recibidos en esa categoría.

El español José Antonio López Hidalgo, con El punto se desborda, emergió triunfador en el acápite de novelas cortas.

Según el jurado, presidido por el crítico e hispanista francés Claude Fell, la narración breve de Barnet sobresalió por "el humor ácido, la mirada compasiva e implacable y la riqueza de detalles que desbordan la experiencia del narrador para evocar un mundo dominado por el desencanto, la fantasía y otras estrategias de adaptación a la dureza de la realidad".

En 1990, el escritor cubano Senel Paz se alzó con este mismo galardón con su relato El lobo, el bosque y el hombre nuevo.

Tomado de Granma

Friday, December 15, 2006



Ilustración: tres perversiones polares 00
Álvaro Antón

MEDITACION ZEN

Una grieta se dispersa por la frente
al calor que se junta en las mañanas.

Tiene que saber disolverse
en el centro,
cuando ya nada existe.


Daniel Montoly©

Monday, December 11, 2006

CUERPOS

" Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo…"
Vicente Aleixandre


En ti hemos hallado pasión
y rapto. No Juicio Final.
Tampoco infierno
-que no sea propio-
sólo mordiscos Dios
o, el ofrecimiento
de los cuerpos
en sus cáscaras.
No tengo miedo
a desafiarte,
porque nada en mí
te pertenece.

En tu verdad,
el destino de mi carne
es fango de larvas.
Sostén de sepultureros.
Elijo un minuto,
a una vida eterna,
dichosa de toda suerte
de venturas divinas.
No he nacido
para verte. No tengas
miedo Dios: desnúdate.
Que en nuestra semejanza,
quiero probar tu amor, y
saber, si eres
inmune a mis deseos.

Daniel Montoly©

Saturday, December 9, 2006

SOLEDAD

... Los muebles rojos
me recuerdan
como te vestías
y perfumabas
los sábados
para jugar bingo.
El gato sentado
en la ventana,
eclipsa con sus ojos
los rezagos solares
de este invierno.
Me sirvo
un "a la roca"
en un vaso
letárgico y sucio.
Pasan gélidas
nubes al norte
del aposento
dejando telarañas
en las esquinas.
Querida: No sé
qué hacer,
para limpiar
el muro
de la chimenea;
tampoco sé,
doblar
mis calcetines,
ni mis calzoncillos.
Pero no te preocupes
esas, son cosas
secundarias.
Es tu gato
lo que nos concierne.
No come,
tampoco duerme,
desde la firma
de los papeles.

Daniel Montoly©

Wednesday, December 6, 2006

Una breve selección de la actual poesía puertorriqueña.



Ilustración: Tercer Mundo, Wlfredo Lam


La loba
*

En fin, que no hay respuestas simples
al aullido solitario de una loba.
Debí nacer en la manada
donde la orfandad no existe.
Cómo habría de descifrar los signos
en las múltiples vestiduras de la soledad,
la altivez mortal del que comió de tu mano
y atrás dejó el amor sin despedida
como una choza maloliente.
Cómo hacer recuento
de los nombres incontables del amar
que van a morir tan lejos.
Debí cerrar puertas y entendimiento,
la piel desbocada y sin bridas,
el corazón maltrecho,
y hacerme de la idea
que no escuché su aullido…auuuuu

Etnairis Rivera


**

Al verde de tu patria
estas en el opuesto
en este oriente solo;
en ti y por ti te pienso
perfecto tulipán
que alumbra el pecho.
Orla delicada
que el pensamiento
toca con ternura.
Voy a tomar de ti
toda hermosura
para hacerle a mi vejez
otra silueta....

Vicente Rodríguez Nietzsche


Boat people
***

20. aqui al fondo danzan concejales—
ahogados todos del Caribe
emisarios
de las naciones del pasaje intermedio:
delegados de Costa de Marfil,
ciboneyes todavía suicidándose en rituales de mar
disidentes de Trujillo, de Batista, Duvalier
amigos de Mella
prófugos en barcas por Santomás
cimarrones en su yola
traficantes de sustancias controladas
de carnes y carnadas controladas
pescadores peleando contra marinas de guerra
ex-esclavos intentando llegar a la Guinea de su
libertad.
danzan concejales neo-ahogados
de todas estas islas--no es egeo
algo sobrevuela a ras del agua
y los ve
girando lentamente como un vuelo
hasta bajar a las calles
de esta gran ciudad al fondo del mar.
es tiempo de combites aquí abajo
lo saben los nuevos nitaínos saltando de las hélices
de los motores rozando la frontera de la urbe.
lo saben los nuevos panzallenadeparásitos
el hambre llena los ojos de distancia
bala perdida que encierra su susurro en caracola
vuelta sangre contenida
en siete plomos anunciados.
lo sabemos todos
las balas y el hambre son las madres de la sal
verdes ya los concejales
distribuyen sus pasitos arenosos para poder cruzar
la ciudad de banda a banda.
es rito necesario-
llaman a los que vienen a sumarse
y los que vienen a sumarse responden
flotando.
morenitos
sirenas
reinas de belleza aquejadas de melancolía
sirvientas que dejan a sus hijos en casa de la abuela
negros lisos como anguilas liberados de su rabia de
saberse más
y de vivir arrastrándose con la boca llena de tierra
la mulata con su hijo entre las piernas
ya limpia de tanto dedo
se suma ella también
libre después que cae entre las aguas
no volverá a dudar
saciada quedará su hambre para siempre
y para siempre sus ganas de ver más
que algo finito que la cerca.
es rito necesario.
los concejales saben que el mar es una hembra
que engulle, digo, acoge y siempre ofrenda
espacio para más
que ella es la casa de aquello que no cesa de saciarse
por eso la convocatoria
por eso el puente infinito de cuerpos
que caen
oscuros caen, ah negresa
como un estela de detrito evanescente
que marca la ruta del viaje hacia lo insaciable.
el mar es insaciable
morenito
por eso bailan los viejos concejales.
el baile llama al hambre necesaria
para que nuevos cuerpos emigren
a esta casa del agua
el mar es insaciable
e insaciables son las estirpes que crecen a su costa
el mar crea cristales que confundimos con fronteras
con cosas que refulgen allá lejos
y allá lejos nos tiramos deseantes
seguimos el ritmo de las olas
el son de una voz que susurrante dice
mulata ay negresa
ven morenito mio
ven a bailar que aquí abajo
no hay que apagar luces
ni hablar bajito
aquí abajo el hambre no molesta
y el baile no termina
todo es una cosa muy flexible
y muy acogedora
cuestión de dejarse ir
dejarse ir hasta de plano
verse convertido en una gota
en un sudor de pez que de repente
se lleva una gaviota
y un verdor lejano que recuerda la tierra
a la que nunca pensaste regresar.
esta es tu casa morenito
ven deja que te abrace
al fin estás conmigo
al fin puedo dejarte de embrujar.

Mayra Santos-Febres


Aprendiz de poeta
****


Sólo abre la ventana y respira la luz del sol,
los dolores se evaporan poco a poco, gota a gota,
con la brisa dulce de tus montañas
con las manos de un mar de sueños
o con mi sonrisa de duenda veloz,
que pinta de magia
los rincones anónimos de mil errores,
o para regalarte un arco iris
en la esquina de un bar,
para que bebas de mi alma.

Sólo soy aprendiz de poeta
cantando por las calles de mi barrio
versando vidas en las catacumbas de un trabajo
haciendo el amor a las rutinas
para fundir los miedos a fuerza de versos
para cantar a las mentiras
de un gobierno decadente
para ponerle el cascabel
a la hipocresía globalizada
o, quizás, tan sólo,
para besar nuestros recuerdos clandestinos
cantar juntos la canción de la locura
en una tarde cualquiera,
desnudarnos bajo las estrellas
y anidar en la primavera de un poema.


Ana María Fuster Lavín


presagio
*****

La visita nocturna nos mostraba
la gradiente
( tenues… intensos…)
los tonos en sus alas
y por doquier relieves
en ellas,
d e s p l e g a d a s

“cual atalaya, a la esperanza señala”
en el ser, aquella madrugada, destacabas
observé entonces, en silencio, nuevamente,
los tonos y relieves
el marrón de sus alas
y no sé porqué
pensé en la vacía crisálida…

tal presagio
era el nuestro

Carlos Esteban Cana


VIAJE DE VOZ Y OLVIDO A LAS SOMBRAS
******


Ya tiene voz tu madrugada, sombra.
Estos sauces se conocen desde tu herida.
Como una sangre joven, descubriendo cauces y tiempo,
te olvido en la piel donde haces mi pausa, sombra.

Ya nunca podremos conocernos,
ni soñar el agua oscura del lenguaje
ni decir los amores en la fragua, sombra,
no quiero tu sol de lluvias antiguas,
no quiero navegar en la arena donde rompes,
la palabra única a la vida, porque la muerte asoma
el rostro de un triste topacio de ángeles,
hechos con soledad desde tu boca, sombra.

Yo quiero ser un vacío,
un descubrimiento de silencios,
quizá, amo todas las sombras cuando me abandono,
y las puertas oscuras te nombran, y callo.
Pero me gusta tu celaje de muerte, sombra.
Tu sabor de viaje, tu verano de rocas, tu nombre,
tan seco como un beso en el llanto de nadie.

Y soy de tus encuentros,
me descubro una sombra abierta con el mar,
y no termina el amor que odio y despojo,

cuento lento de heridas entre el aire;

sombra infinita.

Marioantonio Rosa.


CÍCLICA MORDEDURA
*******


Nada persiste contra el fluir de día
José Emilio Pacheco


porque cesa la turbulencia
fluye un viento de sangre austera
donde un sol de polvo
fondea hasta hundirse
para surgir de nuevo
en las entrañas
de un tigre alevoso
listo para el combate

Alberto Martínez-Márquez


Canto de las palabras
********


He visto las palabras
dormidas en la estación del metro,
en los bancos de los parques,
bajo los puentes de San Juan y Buenos Aires
y en las escaleras de algunas catedrales.
Las he visto acurrucadas
una noche de frío
en una esquina anónima de Sao Paulo
y en Managua.
He visto las palabras
arropadas en la tibieza de su propia caricia,
gorriones de ojos grandes
contando a la intemperie las estrellas de la noche.
Es que alguien las dejó
abandonadas.

José Manuel Solá


x----x
*********

Yo también
Amé a Lou
Y a Madeleine;
Y a la chica
Que se fue a Paraguay
A fundar
Una colonia comunista.
-yo le decía Lisabeth-

El tiempo
Es una gata evasiva
Que te mira de lejos
Pero nunca
Te toca.
Ayer pudo haber sido
1915 o 1883,
da igual.

La soledad
No tiene cronología.

1-2/03/01
Mario R. Cancel


LA CABEZA DEL POETA
**********


Quiero cortar la cabeza de las niñas
como si fueran mías: poeta
de mirlo petrificado en las aguas
del deseo. Puta coja, poeta de bruma

(sangre de cristal, sangre d'orgasmo).
Quiero escupir el ojo de la madre
como si rasgara el ojo del poeta:
crisalida de Dios que se anhela

mariposa. Lengua rota en los cristales de tu
lengua. Cortar quisiera la cabeza del falo
como se cortan los pezones de las novias.

Quisiera clavar la cabeza de Dios en una rosa
(sangre de cristal, sangre d'orgasmo), como
se clava la cabeza del poeta...

Iván Silén
28 e junio del 2000
Nueva York


Concierto
***********


Siempre se preguntó de qué forma la muerte
le ocurriría un día en que, por descuido,
dejara la mirada clavada a un paisaje
o se diera la vuelta para admirar un rostro.

Mas le llegó sentado en sala de concierto.
La vió salir de un piano con un dulzor macabro.
Desde unas manos más rápidas que el tiempo
se le derramó encima marejada escarlata.

Los vecinos notaron que algo raro pasaba
pero creyeron que aquel hombre extraño
simplemente lloraba, y apartaron la vista.

Y cerraron los ojos para no ser testigos
del cuerpo que rodaba de la silla al pasillo,
de placer, sangre y notas a su muerte entregado.

Alfredo Villanueva-Collado

Tuesday, December 5, 2006


Entregan distinción Calibán
a Roberto Fernández Retamar


«Clásico ahora, contemporáneo siempre, es un escritor que hizo del culto al prójimo cubano y antillano su metáfora preferida»

La distinción Calibán, con la que la agrupación de teatro habanera Cimarrón distingue anualmente a una personalidad cimera de la cultura cubana y caribeña, fue entregada a Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, durante una ceremonia realizada este lunes en la sala Manuel Galich de esta institución.

Al fundamentar las razones para el reconocimiento al poeta y ensayista, el colectivo de Cimarrón subrayó que la obra de Fernández Retamar sobresale por su agudeza y la capacidad para redescubrirnos como caribeños enraizados en una historia y una cultura comunes, y destacó su inclaudicable labor cultural al frente de la Casa que fundara Haydee Santamaría.

Reconocer a personalidades de las letras y las artes que en su creación recorran los caminos del arte popular y la identidad mestiza de los pueblos caribeños y latinoamericanos es el fin de la distinción instituida en 1999 por Cimarrón, que en su acta de constitución se declaró deudor de textos como Biografía de un cimarrón (Miguel Barnet), El reino de este mundo (Alejo Carpentier), obras del teatro popular como María Antonia (Eugenio Hernández Espinosa), y del ensayo Calibán, escrito por Retamar a inicios de los ´70 y publicado primeramente en la Revista Casa, del que miembros del grupo teatral leyeron varios fragmentos junto a la obra poética del prestigioso intelectual.

La poeta y ensayista Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura, afirmó que desde la segunda mitad del siglo XX el nombre de Roberto Fernández Retamar se instala en la más rigurosa excelencia de las letras cubanas y continentales. “Clásico ahora, contemporáneo siempre, es un escritor que hizo del culto al prójimo cubano y antillano su metáfora preferida”, expresó.

Al considerar a Calibán como un texto cardinal, con una decisiva influencia en las letras y las artes tras su publicación, Morejón llamó la atención en torno a la presencia de las reflexiones sobre la identidad cubana y de lo que Martí llamó Nuestra América desde muy temprano en la obra de Retamar con su tesis doctoral en 1954, La poesía contemporánea en Cuba (1927-1953), y recordó las palabras de otro gran intelectual cubano, Ambrosio Fornet, quien lo calificó como uno de los forjadores de la cultura contemporánea cubana.

Tomado de LA VENTANA
Wild Lake

Se miraron a los ojos y de inmediato tomaron la escalera dirigiéndose a la sala de fisioterapia. La doctora sacó una llave del bolsillo de su bata, mirando en ambas direcciones mientras, la otra se notaba ansiosa. La doctora la invitó a entrar con una seductora sonrisa a flor de labios. Como precaución, no encendieron las luces, pero la amorosa conversación podía escucharse si se acercaba uno la puerta. Ambas se desnudaron con prisa acariciándose. De pronto la doctora se incorporó de la alfombra y comenzó a vestirse; después de hacerlo, se arregló el cabello algo enmarañado, mientras su amante permaneció echada en la alfombra, aun desnuda y con deseos de prolongar el encuentro amoroso. La doctora le dirigió una sonrisa instándole a vestirse. La mujer asintió hacerlo, no sin antes, expresarle su disgusto.

La doctora abrió la puerta con cautela, asegurándose de que nadie se acercara hasta donde estaban ellas, e invitó a la paciente a seguirle. Evitaron usar el elevador para evitar las preguntas molestas. La doctora le indicó a la paciente -ahora convertida en su amante- a que subiera primero, para evitar cualquier sospecha. Una vez llegó a la habitación, la mujer se metió en la cama, y quince minutos más tarde, vio entrar a la doctora, actuando con suma naturalidad. Su actitud desconcertó a su amante, que continuaba sin comprender la frialdad de su comportamiento. La doctora procedió a chequear el record de cabecera, parte de la rutina sin pronunciar media palabra -siempre evitando mirar a la otra mujer a los ojos.- Un paquete de flores que estaban sobre la mesita- atrapó su curiosidad y sin perder tiempo se acercó, tomó la nota y comenzó a leerla. Se le notaba algo incomoda después de haber leído el contenido. (Digo esto por la forma como frunció sus cejas).

-¿Qué diablo te pasa? –Gritó airada la paciente.
-Calla, calla, que alguien puede escucharte. –Le suplicó la doctora. Notoriamente nerviosa.
-Pues que se enteren todos que eres una p…
-¿Por qué hace todo este escándalo? –Le preguntó la doctora a la airada mujer.
-Porque tú así lo has querido. - Le grito la mujer.
-Ok. Ok. Vamos a hablar como personas adultas. Por favor, baja el tono de tu voz. –“Después de eso, no volvió a escucharse alboroto alguno venir de la habitación”. Relató un enfermero que estaba de guardia esa mañana, a los detectives que investigaban la muerte misteriosa de la paciente. Al entrar a la habitación –continuó diciendo- una enfermera encontró el cuerpo desgonzado en la cama. Sus ojos aún estaban abiertos como si hubiese sido tomada por sorpresa. El escandaloso suceso estremeció la ciudad de Wild Lake, convirtiéndose en la comidilla de los aburridos pobladores, y fuente de entretenimiento.

Cuando la policía se apersonó al hogar de la doctora para investigarle con relación a los hechos, encontraron que la puerta de su hogar estaba abierta. Uno de ellos, sacó su arma y se dispuso a entrar con sigilo, dirigiéndose hasta la cocina, en donde encontraron el cadáver de la profesional, en un inmenso charco de sangre, con un cuchillo de cocina justo en el centro de la espalda. Los oficiales, subieron la escalera para requisar la casa, y al llegar a la que parecía ser su habitación, alcanzaron a ver desde lejos una pieza de papel, colgando de la pared con un cuchillo. Cerca de la cama había una blusa azul, con grandes manchas de color púrpura. El oficial que encabezaba el grupo, se acercó y procedió a sacar el cuchillo de la pared. Tomó el pedazo de papel y comenzó a leer el mensaje: “Siento que hayan llegado tan tarde, pero no importa. Estaré esperándoles en el fondo del lago. No se preocupen. Todo va estar bien.”

Que la nota no llevase firma, no fue un obstáculo para saber el nombre de la autora. Tres días más tarde, y tras una agotadora búsqueda, el equipo de buzos del cuerpo de bomberos encontró un tercer cuerpo. El alcalde de la ciudad no podía creerlo, ahora el dolor y la orfandad sobrevolaban a sus tres nietos como moscas, en uno de esos campos de refugiados en África.

Daniel Montoly©




NOVEDAD EDITORIAL






“Antología Viva y Confidente”: dialogan de diversas maneras unos poetas con otros. ‘Viva’: hay más creadores –elocuentes desde lo vívido- que pensadores fríos.‘Confidente’: a pie de textos, se da pensamiento, sí, pero como susurrado; que horada, como gota a lápida, la superficialidad, en un abordaje más hondo que el del neto análisis del tiempo o sus dicciones.

¿Podremos entender que existe –como de algunas palabras de san Juan de la Cruz, en el Cántico- el ‘dictado de escritura’?

No faltará quien pregunte si uno cree en la inspiración; no es cuestión de creer o no en el aire: se puede respirar o no. El poeta está permanentemente cercado, y hasta intimado, de inspiración.

*

En la presente antología, hay textos de diversas Culturas desde la Antigüedad hasta este mismo siglo XXI. Tratan unos la inspiración de manera general, y se encuentran en el apartado «Textos generales sobre la inspiración»; otros, vinculan por esencia el misterio del silencio al de la inspiración: ésta es una clave firme para adentrarse ‘en los bosques y espesuras’; son los congregados bajo el epígrafe «El silencio de los poetas». Puede trabajarse desde el índice analítico («temático»), y puede leerse linealmente.

Cuando el hombre más parece haberse perdido en el engañoso –y nada amante- dédalo de la virtualidad, es tiempo favorable de hablar más alto, más rápido, más fuerte, más claro, de lo real en la frescura de sus misterios. Acaso alguno empiece a vivir de manera inspirada –en poesía o vida- y renazca a la memoria en el espíritu que le hizo inspirar por sí.


Relación de poetas antologados:


Monday, December 4, 2006

Un centenar de poetas internacionales a Nicaragua

MANAGUA (AP) - Más de 100 poetas de 43 países han confirmado su asistencia al III Festival Internacional de Poesía Granada 2007, que se desarrollará en esa ciudad del oriente del país, informó el comité organizador.

El festival lírico instaurado en 2005, que consiste en recitales de poesía en las calles, parques, iglesias y plazas, se realizará del 6 al 10 de febrero en Granada, 41 kilómetros al oriente de esta capital, informó el poeta Francisco de Asís Fernández, uno de los organizadores.

Esta vez será en honor de los finados poetas nicaragüenses Pablo Antonio Cuadra y Manolo Cuadra, así como del cuentista Fernando Silva, quien cumple 80 años de vida.

Han confirmado su asistencia poetas de todo el mundo como el italiano, Paolo Ruffilli y el peruano Carlos German Belli, e incluso poetas de la India, Bahrein, Senegal.

"El evento es apolítico, abraza a todas las corrientes del pensamiento político-filosófico y está abierto a todas las expresiones poéticas y culturales, sin favorecer estilos ni escuelas", dijo Fernández.

El encuentro cultural se financia con la colaboración de la iniciativa privada, el gobierno y cooperación internacional.

Tomado de: Yahoo Cultura

Sunday, December 3, 2006

PAISAJE IN MOTION



Ilustración: Segunda batalla.
Ibai Antón




PAISAJE IN MOTION


El bus se va pudriendo entre indiferentes miradas.
Yo, un transeúnte entre tantos,
camino inconforme al amparo de la noche
con un libro bajo el brazo.

Todo aquí son lujosas ruinas: La mierda
de los perros doberman del alcalde;
los lentes Armani con que mira una joven
a través de los escaparates de la Fifth Avenue.
Mientras a tres cuadras, subyacen
los hoyos del recuerdo
de Ground Zero, el día que rescató
Perl Harbor a la memoria colectiva,
narcotizada con el American Way.

New York, urbe hija del Establish Men
y de los Religious Services
de clásicos –célebres- encantadores de almas.

Las nubes de este cielo neoyorkino
mienten a los extraños.
Sus ojos de lagartos prehistóricos,
hipnotizan faraones.

Nuestras ingenuas retinas
caen victimas en el nihilo de sus fauces.
Por las avenidas de mis sentimientos insulares,
veo desplazarse el bus al West Side
disfrazado de colores altruistas
mientras las chicas,
con sus pelucas rojo frambuesa
hablan con mafiosos parabrisas
gritando por rebajas en “sus cuotas”.

El silencio vicioso de las máquinas
enciende el circo de Broadway.

Un hombre construye un negro castillo
The Wall Street Journal,
a donde reinar por un día. Miserable sueña,
escuchar las cuatro estaciones de Vivaldi.
Se bebe un té,
y escupe en su sombrero tejano.

Daniel Montoly©

Friday, December 1, 2006


EL BAUTIZO DE AGAPITO




Ilustración: Personaje, 1973
Obra de Wilfredo Lam


Los Luaces, abandonaron el anonimato de entre la corteza sideral del universo, estimulados por los sudorosos cantos, salvaguardes, y un estruendo producido por tambores de oscuros danzarines, como crudas estatuas hechas con lágrimas aborígenes de leche y lodo arrancados de la tierra. Vi, como sus furúnculos visuales se desprendieron de su cuerpo para incrustarse en los óvulos renegridos de la sibila nocturna. Escudándose en la inmutabilidad de los híbridos bambúes del trópico y una mágica secuencia de la brisa.

Exorcizan la ansiedad dopando sus tristes córneas con esteroides de atabales, con guarapo fermentado y con las voluminosas caderas de las bailarinas. Nuestros alientos, borrachos de inquietudes se regocijaban en las vulvas de las Bokores. Nuestras mejillas, gordas de sueños, reinaban en la dentadura de la desesperanza de los ojos de los asistentes a la ceremonia de una cofradía, a donde resuma, en definitiva la tristeza. Danzan verticales sus espaldas solitarias. El viento repetía a capela las voces por tantos siglos reprimidas a fuerza de látigos y con extenuantes jornadas de trabajo en los cañaverales. Se pintaban con acrisolados matices, las nocturnales veredas de la luna, que como vaca berrenda, salpicaba el cielo.

Las noches, que son inequívocas piezas de hojalata negra en los junios, sin fecha del oeste de esta fascinante isla, son de los negros diafragmas que emiten conjuros serpentinos, y recrean respuestas en los arcos de dudas ancestrales con vudú, y bailes frenéticos. Guardé mi rostro entre parábolas de girasoles mustios y sonrisas de aguamarina de mujeres que encierran entre sus senos, la primitiva belleza de las primeras deidades adoradas por el hombre. El eco, lleva y trae las voces, meciéndolas en su vientre.

Un anciano tomó mis manos y las entrecruzaba con las suyas -ajadas por la edad- como también por la dura faena de cultivar la tierra para el disfrute de otro, y dijo:

- ¡Candelo! ¡Candelo! Candelo ayeye, ayeye, ¡Candelo!, ¡Candelo! ¡Ay! Candelo guarembé. -Voces a coro, siguieron la guía del sacerdote mayor:

- ¡Candelo! ¡Candelo! Candelo ayeye, ayeye, ¡Candelo!, ¡Candelo! ¡Ay! Candelo guarembé. -El ambiente se saturaba de almizcle por la entrega desenfrenada al fervor de la alegría.

Los primeros inducidos al trance, se arrastraban por el suelo haciendo contorsiones corporales como culebras humanas (dudosos acertijos para la lógica del grupo de estudiosos que estamos presentes entre la muchedumbre). La atmósfera se divinizaba con el misticismo de los cantos. El aura de los árboles y los constantes aleteos de los pájaros entre las ramas de los árboles, las voces de Los Luaces, que aprueban, dando paso a la ceremonia. Los sacerdotes, con vestimentas de color oro, y luciendo ojos de ámbar en el cuello ofrendaron rituales y sacrificios a las Ánimas Sagradas -que según dicen, moran en el agua- con un cuenco de coco repleto de sangre hasta los bordes.

-La fe lo justifica. -Dijo a mi lado alguien. Mientras las huellas silenciosas hundieron su oscuridad en los tambores, despertando de la vigilia solar a las soñolientas estrellas del letargo.
Ingerí un sorbo de un misterioso líquido que me ofrecieron. Una rara mezcla de miel de abeja con Agua de Florida y refresco rojo, al mismo me desmayé. Extraje del éter, difusas imágenes de mi infancia, y algunas otras escenas con deformaciones disfrazadas de cordura. Acepto el folclor y el colorido cultural de mi raza. Se fueron apagando las voces. Junto a las luciérnagas mágicas de la foresta y el cielo, abrió la boca para recibir sus dientes de oro.

Satisfecha mi curiosidad. Soy uno más de los tantos hijos que han recibido “el bautizo” en la iniciación de los sagrados misterios. Atesorado secreto cultivado generación tras generación para perpetuar la herencia de nuestro sincretismo religioso, incomprendido e implacablemente avasallado por quienes lo consideran “una bárbara expresión de la superstición de los pueblos primitivos”, culpables de su pobreza y atraso. Pero saben perfectamente, que los verdaderos responsables son ellos. Todos estos siglos han venido saqueando las riquezas naturales de los pueblos pobres.

Las lenguas del fuego se fueron extinguiendo del improvisado fogón. Los asistentes comenzaron a dispersarse por los densos caminitos que conducen de vuelta al pueblo. Intenté ponerme de pie para marcharme, pero no pude esquivar preguntarme: ¿A dónde iré ahora que soy un “nacido de nuevo”?

Con cuatro palmadas me sacudí el polvo adherido en las nalgas. Más tarde ya, con la claridad observé la carretera, larga y con lepra de baches por doquier. Quisiera quedarme a dormir entre la foresta, pero tenía que volver al pueblo, a impartir la cátedra de Antropología antes que mi repentina ausencia, terminara por denunciarme entre mis compañeros de trabajo. Ellos apelan a la ciencia y dicen “no creer en nada que no pueda ser demostrado científicamente”. Je, je, je… Eso piensan ellos. Esperemos a en un lapso de tiempo, los espíritus en forma de lechuza se les aparezcan por la noche en sus sueños. Recordándoles que en la vida, no existe nada más poderoso que aquello explicable.

Imagino, y veo sus rostros ahogados por el nerviosismo. Socavando su entereza.

Daniel Montoly©
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