Monday, June 17, 2013

 Ortega: "la literatura crea escenarios de futuro"

Para Julio Ortega, “lo nuevo” no se conquista nunca en la América Latina; pero “la literatura ha sido nuestro instrumento para seguir creando escenarios de futuro”. El crítico peruano conversó con La Ventana en su más reciente paso por La Habana, como coordinador del congreso Cuba Trasatlántica

por Marianela González

Julio Ortega es de esos entrevistados frente a los que no queda más remedio que rendirse. Nada de cuestionarios, nada de temas previamente seleccionados. Un buen café, el sitio más tranquilo que puedas hallar en la vorágine de un hotel en La Habana, una conversación y la grabadora que no le gusta mucho, como a García Márquez, pero que logro situar donde no moleste.

Le he rescatado de una ponencia en una de las salas del Habana Libre donde sesiona Cuba Trasatlántica, un congreso internacional de estudios culturales, interdisciplinarios y transatlánticos que tiene como eje un enfoque de su autoría. Doce del día. Casi dormido en la última fila, Ortega se me antojaba, más que el autor de los ensayos recogidos en Trabajo Crítico (Fondo Editorial Casa, 2012), el escolar que se sienta al final para “reposar la vista”, sin vergüenza con el maestro, cuando un tema le cansa. Temí que se durmiera luego en mi entrevista, pero asumí que, siendo dos, no iba a tener ese chance. Era mi ventaja.

¿Es posible advertir focos, ejes, tendencias en la literatura que se escribe hoy en Latinoamérica? ¿Qué relaciones advierte en el campo cultural latinoamericano que atañan, en mayor o menor medida, al quehacer literario? ¿Dónde entra el ejercicio crítico en esa relación? ¿Hablamos de la crítica tradicionalmente entendida como el ejercicio de escribir un texto sobre un libro o un autor? ¿Por qué se aventura a escribir sobre escritores jóvenes y les lleva siempre bajo el brazo? ¿Qué pasa por fin con Internet en Cuba?... Hora y cuarto. Mediodía en un verano de este país. Pudieron haber sido dos cafés, pero en el sitio más tranquilo que puedes encontrar en un hotel de La Habana casi no existes. Y para una conversación como esta, mejor así.

Trabajo Crítico se presentó aquí como un repaso de más de 40 años de ejercicio. Y es la primera vez que se publica una antología de sus textos, la primera vez que se sienta a mirarlos desde esa totalidad. ¿Qué obsesiones se repiten?

―En ese libro no se trató necesariamente de reunir los mejores ensayos sobre novela o poesía o estudios trasatlánticos, sino de ver una gama diversa de temas, autores, épocas, géneros. Nunca había hecho una con mis textos, pero me resultó interesante el ejercicio porque me permitió ver que las obsesiones críticas que tengo siguen siendo las mismas, regidas por las mismas necesidades de dialogar primero con los textos y, luego, de añadir al conocimiento de esos textos y al debate que esos textos postulan, unas articulaciones, unas reflexiones que destaquen su actualidad viva. Creo que esa es una de mis obsesiones.

»Siempre me ha interesado la idea de literatura que hay en los textos y el sentido de actualidad que tienen. Una de las grandes líneas de nuestra historia literaria es la construcción de una actualidad en devenir. La actualidad no solo es testimonio del momento, sino su proyección en un escenario nuevo. La noción de lo nuevo que siempre hay en nuestra literatura, por ser un espacio cultural creado por lo moderno, desde la colonia hasta hoy, es aquella donde lo nuevo es lo que se ensaya permanentemente. No se conquista nunca porque la realidad a veces es muy brutal y desmiente los proyectos de innovación; pero la literatura ha sido, en la sociedad latinoamericana, nuestro instrumento para seguir creando escenarios de futuro.

»De ahí que siempre me ha interesado indagar por aquellos escenarios que cada texto construye, tanto la poesía como la narrativa, y cómo esos escenarios interactúan dotándonos de un espacio de respiración».

Cuando se sienta a escribir sobre un texto, ¿piensa, entonces, en esa proyección que el texto sugiere?

―Creo que ya lo hago con un interés natural por descubrir en ese texto qué es lo nuevo y de qué manera se desarrolla como proyecto.

»Y es que lo característico de la novela latinoamericana, por ejemplo, es que cada obra nueva que sale no se considera parte de una tradición, de una biblioteca hecha, sino de una línea en crecimiento, en desarrollo. Cada novela es como si fuera la primera. Y cada libro de poemas busca también generar formas de comunicación, habla, coloquio, expresión. Veo el futuro en eso. Es un tiempo verbal. No es una utopía, un voluntarismo, sino un trabajo de producción de una actualidad clarividente».

¿No le ha preocupado equivocarse, entonces, cuando selecciona los textos para las antologías de jóvenes escritores?

―No, y es justamente por eso. Esas antologías son como Photoshops del presente, que muestran líneas de apertura a la imaginación, a la lectura, a la crítica, al diálogo, y que dan un sentido creativo a la actualidad que vivimos. Por eso pienso que es imposible hacer una mala antología. Hay tanto de donde elegir en América Latina que una antología es una selección demasiado mínima de lo antologable. Me gusta decir que las mejores, son las más fugaces, las que son rápidamente remplazadas por otras, y sobre todo, aquellas antologías que hacen los jóvenes. Son las que están más en contacto con la realidad.

No obstante, para autores jóvenes puede resultar legitimador el hecho de que sea usted, un crítico de referencia para los estudios sobre el canon literario latinoamericano, quien elija sus obras para una antología… Y es que, de cierta forma, la antología es también una operación crítica.

―Sí, es un riesgo, pero lo asumo. Las antologías me permiten hacer lo que no puedo hacer en la crítica. No puedo escribir sobre todos los autores que salen cada año, y la antología me permite trabajarlos con criterios de selección, ordenamiento, propuesta, sintonías. La antología imagina un lector para esos libros.

»Aunque a muchos les parezca riesgoso, no me interesa el pasado, sino lo que se escribe hoy. Y las antologías son la forma de presentarlo con una imagen viva, como un recuerdo del porvenir. Por eso hay que remplazarlas rápidamente, para que no se canonicen».

Ha dicho varias veces que le cuesta hacer trabajo crítico sobre escrituras con las que no simpatiza. Teniendo en cuenta que remplaza constantemente sus antologías sobre jóvenes escritores, ¿le simpatiza, entonces, la literatura que se hace hoy en el continente?

―Nunca escribo por obligación ni por establecer un canon. Prefiero hacerlo sobre libros con los cuales simpatizo, sintonizo, o me sugieren un nuevo diálogo con la literatura. Tampoco escribo sobre libros que no me gustan o no me resultan interesantes, ni hago reseñas que evalúan libros que no aprecio porque no me gusta escribir contra nada. No creo que la misión de un crítico sea decir “este libro es muy malo”.

¿Y decir “este libro es muy bueno”…?

―Pues sí. Incluso, ya el hecho de que escriba sobre ese libro, es señal de que me interesa.

»Y quizá pienso así porque mi idea de la crítica tiene mucho que ver con mi propia conversación con un texto. Aunque, claro, eso no quita que haya más libros con los cuales simpatizo que el número de textos que he escrito».

Entre ese amplio registro (y asumo que se refiere a la más reciente producción), ¿observa focos, tendencias?

―Ahora mismo escribo un libro sobre la literatura del siglo XXI. Es un texto que empecé antes que iniciara el siglo, porque creí que ya entonces se podían advertir ciertas líneas.

Es “el corto siglo XX” de Hobsbawm, empezando tarde y terminando pronto…

―Sí, y creo que cada vez será más evidente eso, porque cada vez consumimos más futuro, lo acercamos. Hoy se dice que podemos estar viviendo el 2050 porque el presente se agota muy aceleradamente. No sabemos qué va a pasar de aquí a cien años, pero estamos listos para ello.

»Y la literatura no escapa a ese fenómeno. Gran parte de lo que hoy se escribe, se podía advertir desde finales del XX.

»Como tendencias, lo primero es la relevancia que se le confiere al mercado. Antes se pensaba que en el mercado solo tenían éxito los malos libros, pero hoy vemos que hay muy buenos libros con éxito en el mercado. Y lamentablemente, algunos escritores escriben para lectores que tienen necesidad de confirmar sus opiniones sobre los países del continente. De esta forma, quizá de forma inconsciente, en algunos casos, proveen este tipo de escenarios prefigurados. Por ejemplo, se espera que en México se escriba sobre el narcotráfico y sobre la violencia, o que en Perú se escriba sobre comunidades indígenas. Como de Cuba en una época se esperaba que la narrativa tuviese que ver con el proceso de la Revolución y sus contradicciones, y hoy, quizá, se espera que… bueno, ¿qué se esperaría que aborde una novela hoy en Cuba…?».

¿…las contradicciones del “proceso de actualización económica”…?

―Ah, pues sí, eso está de moda. Antes se decía que había en Cuba un “turismo revolucionario”, y ahora se dice que hay un “turismo de la transición”.

»Pero hay otros textos que se resisten a esa lectura que lee las obras al revés y al derecho, por ese lenguaje informativo que domina la literatura hoy. Libros difíciles de leer, de pocos lectores, pero con su espacio. Pienso, por ejemplo, en la obra de Diamela Eltit, cuyos libros están deliberadamente escritos para problematizar la lectura, y tienen mucho éxito en determinados circuitos. O textos como los de César Aira, el argentino, que escribe novelas cada vez más breves para publicarlas en editoriales cada vez más pequeñas y para lectores cada vez más minoritarios. Ya no se sabe cuántas novelas ha publicado… se dice que unas ochenta.

»Y están otros autores que escriben proyectos artísticos donde el relato es casi un objeto que hay que rearmar, con un lenguaje que no es narrativo sino clínico… Es el caso, por ejemplo, de Mario Bellatin, quien empezó a escribir justamente con un libro sobre Cuba, aunque no se mencione mucho. Es uno de los autores más interesantes hoy, pero que también sigue siendo heterodoxo a la lista de “los mejores libros del año”.

»O sea, hay varias tendencias que resisten la lectura simplificadora del mercado.

»Y está la poesía. Como siempre, súper abundante, diversa, con entonaciones varias… Es muy difícil hacer un mapa de la poesía. Creo que en la literatura de los escritores del siglo XXI, la poesía es un documento del mundo emocional. Vivimos una época sin certidumbres, un mundo casi nihilista donde lo único cierto son las emociones. Por eso quizá esté de moda la novela policial, en tanto intento por encontrar la verdad…».

Hablando justamente de la literatura policial, aunque no de sus “modas”, hace unos días Ricardo Piglia fue entrevistado por Telesur acerca de aquellos procesos “extraliterarios”, como las políticas culturales, y los modos en que dichos elementos pueden estar hoy o no influyendo en el campo literario latinoamericano. El argentino respondía que, a su juicio, dichas políticas tienen más peso cuando se trata de artes como el cine, que también es una gran industria, pero que en lo referido a la literatura, poco tienen que ver… ¿Cómo lo ve usted?

―Sobre eso tengo muchas dudas.

»Siempre he pensado que en muchos de nuestros países, el espacio cultural está desapareciendo. Cada vez hay menos suplementos literarios. Cada vez hay menos espacio en los medios para la cultura. Casi todo hay que leerlo en Internet. El periodista cultural hace otras cosas, no es un trabajo a full time y no suele ser una persona entrenada en la cultura. No establece jerarquías.

»Durante un tiempo, pensé que el Estado debía tener un rol importante en el apoyo, en la difusión, la promoción de la cultura. Siempre nos hemos quejado de la falta de apoyo en algunos países para los agentes culturales, responsable de que, por ejemplo, en el Perú haya existido un César Vallejo, el más grande poeta de la lengua española, que nunca ganó un premio. Tuvo una beca de una universidad española, pero nunca tuvo derechos de autor, ni pensión ni retiro, ni fondo de salud salvo el que quizá pudo haber tenido en Francia.

»De modo que creo que el Estado debe ser un promotor, no un gestor. Debe tener becas, dinero para alentar las publicaciones de los jóvenes y financiar áreas como el ballet, la música… Distribuir mejor lo que hay sería un incentivo a los creadores. Quedarían las instituciones intermedias, con sus roles, y tendría que haber una red dedicada a los jóvenes, una red continental. Eso es un reto que también, a la Casa de las Américas, le concerniría». 

Tomado de La Ventana.

Friday, June 14, 2013

"99 Amaneceres" 
La nueva novela de la escritora peruana, ANI PALACIOS MC BRIDE.
Contacto Latino
 
LIBR
 


Llega «99 Amaneceres» una novela que nos reconecta a nuestra esencia

«El amor lo es todo y tú eres amor incondicional y eterno», es el mensaje principal de 99 Amaneceres, una historia que nos alienta a conectarnos con nuestras esencias y a vivir la gratitud como un prólogo en lugar de un epílogo.
Aranís Mejía y la misteriosa Cindy la Soul Blender se encuentran por primera vez el 11 de septiembre del 2001, en el preciso momento en que el primer avión se estrella contra una de las Torres Gemelas. Meses después, en el apocalíptico mundo post 911 de la ciudad de Nueva York, Aranís recuerda a Cindy y la busca. La conectora de espíritus la toma bajo su tutela y la selecciona para pertenecer al Círculo de los 99 Amaneceres. Lo que sigue es una historia de renacimiento espiritual, romántica y profunda, que explora la esencia de lo humano y su guía divina: el alma.
Cargada de ilusión por vivir cada día a pleno, esta novela explora la capacidad de conexión con quienes realmente somos y aclara que cuando permitimos que esa conexión real y muchas veces olvidada con ese ser divino, amor incondicional que vive dentro de nosotros, se restablezca permitimos también las cosas que más deseamos en esta vida: seguridad, compasión, entendimiento, amor y reconexión con todo lo que somos.
En esta novela Ani Palacios Mc Bride invoca nuevamente un mundo mejor a través de personajes reales y plagados con fallas a los cuales les suceden experiencias increíbles. 

PRESENTACION EN COLUMBUS, OHIO
Domingo 19 de mayo de 5 a 7pm en 798 Black Gold Ave. Gahanna, Ohio 43230.
RSVP: escritoresdecolumbus@gmail.com
Esta presentación está auspiciada por Escritores en Español de Columbus.

A La Venta en Amazon

BOCADITOS DE LA NOVELA
 
«Conocí a Cindy la mañana del 11 de septiembre del 2001. Sí, esa mañana. La mañana en que el mundo tal como lo conocíamos se derrumbó frente a nosotros junto con las Torres Gemelas. Nos encontramos en la intersección de dos avenidas. Nuestras miradas se cruzaron por un instante e inmediatamente las dos levantamos la vista hacia arriba, hacia los estruendosos ruidos de motor de avión cruzando el espacio, tan cerca de nosotras que hasta aluciné que podía ver las caras de los pasajeros en el jet. Sentí la llamarada de la primera explosión cegándome y luego la mano de Cindy entrelazada con la mía, jalándola hacia la acera, y ella diciéndome que mi espíritu todavía tenía mucho que experimentar, que no era mi momento de partir, y luego su cuerpo encima del mío, protegiéndome de todo peligro, cubriendo con su vida la mía».

«Nuestro ser racional nos comanda con miedo mientras que nuestro verdadero ser nos guía con amor. ¿Qué diferencia, verdad?»

«El miedo nace de la desconfianza y la desconfianza solamente puede crecer en donde el amor esté ausente. Si permites que el amor brille en ti, no tendrás nada que temer».
«Dios está en ti, en tu esencia, en tu espíritu. No puedes escaparte de ti misma. Puedes estar molesta, inconforme, iracunda. Puedes irte, desprenderte, desheredarte por un tiempo pero no te puedes desentender de ti misma para siempre. Tarde o temprano los miedos que te carcomen y que compelen a los que no pueden ver más allá de tu superficie a dejarte, te obligarán a mirar hacia adentro, te forzarán a explorar la imagen en el espejo y entonces verás una lucecita todavía brillando dentro de ti, es tu espíritu, tu amor hacia ti. Ese amor lo colocó tu Creador en ti y el día que lo dejes existir sin juzgarlo, los miedos desaparecerán porque ya no tendrán razón de ser. Lo que hoy es inhóspito y agreste dentro de ti, mañana puede ser completamente hospitalario y acogedor. La decisión es tuya».

ACERCA DE ANI PALACIOS MC BRIDE

Ani Palacios Mc Bride nació en Lima, Perú. Es periodista y especialista en comunicaciones y mercadeo. Desde 1988 se estableció, sin haberlo planificado así, en los Estados Unidos. Se desempeña como editora mundial del portal trilingüe Contacto Latino. Ha sido ganadora de múltiples International Latino Book Awards, incluidos reconocimientos por mejor novela en el 2010 (Nos vemos en Purgatorio – primer puesto, ganándole al bestseller Paulo Coelho) y 2011 (Plumbago Torres y el sueño americano – tercer puesto). Conduce talleres de narrativa y ofrece servicios editoriales para autores a través de sus empresas, Contacto Latino Libros, Kulei Ediciones y QP Books. Es escribiendo donde Ani encuentra jubilosa conexión con su esencia. 

NOTA DE PRENSA
Para difusión inmediata
614-806-3559
Para entrevistas con
Ani Palacios Mc Bride

Monday, June 10, 2013


 Una mujer entera. Idea Vilariño (1920-2009)

Durante muchos años se resistió a recibir premios (no a obtenerlos: le dieron como tres veces el Premio Nacional de Poesía pero recién lo aceptó en 1987, cuando consideró que el jurado era irreprochable)

por Juan Forn
Mientras la televisión y un enjambre de periodistas locales y corresponsales extranjeros y el Uruguay entero estaban pendientes de la agonía de Mario Benedetti en un hospital de Montevideo, Idea Vilariño se murió en silencio a unas cuadras de distancia. Aunque el día de su muerte un centenar de admiradores le rindieron homenaje en el hall central de la Universidad de la República, a su entierro en el Cementerio del Norte, a la misma hora, fueron solo catorce personas. El episodio cierra de manera perfectamente coherente la leyenda que la rodeó siempre, a veces alimentada y a veces padecida por ella misma.

Como muchos de mi generación, conocí los poemas de Idea Vilariño en las ediciones que le hizo Schapire en los sesenta. Fueron de los primeros libros que compré con mi propia plata, cuando tenía trece o catorce años, y no podía creer que se pudiera decir tanto con tan pocas palabras, y con palabras de todos los días. Uno empezaba a leer esos poemas preguntándose si no eran material de póster, hasta que venía esa descarga eléctrica en el plexo y se nos atragantaban las palabras en la garganta y entendíamos con clarividente certeza que no se podía decir eso de otra manera, no se podía decir eso sin haber pasado antes por las comarcas más pavorosas del amor.

Había uno en particular que se llamaba “Ya no” (Ya no será/ ya no/ no viviremos juntos/ no criaré a tu hijo/ no coseré tu ropa/ no te tendré de noche/ no te besaré al irme/nunca sabrás quién fui / por qué me amaron otros/ ... Ya no soy más que yo/ para siempre y tú/ ya no serás para mí/ más que tú/... Ya no sabré dónde vives/ con quién / ni si te acuerdas/ No me abrazarás nunca/... No volveré a tocarte/ No te veré morir). La Vilariño se lo había escrito a Onetti, le había escrito todos los poemas de ese libro terrible, y se lo había dedicado, y años después le quitó la dedicatoria cuando lo reeditó, y logró por fin lastimar a Onetti como él la había lastimado a ella.

En los noventa, cuando yo trabajaba en Planeta y María Esther Gilio y Carlitos Domínguez preparaban su biografía sobre Onetti (Construcción de la noche), los torturaba pidiéndoles que contaran más cosas de aquella terrible historia de amor, hasta que la Gilio me dijo: “¿Por qué no encargás una biografía sobre Idea y nos dejás de joder a nosotros?”.

Todo lo que puede saberse de ella, ahora que ha muerto, está en el extraordinario suplemento especial que El País de Montevideo le dedicó hace unos días (donde Rosario Peyrou define inigualablemente su poesía: “el máximo escepticismo con la máxima sensualidad”) y en el libro-álbum La vida escrita, publicado el año pasado, que reúne fragmentos de sus diarios, cartas, textos inéditos y recuerdos de sus amigos (“El tipo de homenaje que suele tributarse a los grandes poetas cuando mueren y que nosotros quisimos hacerle antes”, según su responsable, Ana Inés Larre Borges), y en el documental Idea, que filmó Mario Jacob en 1996 (donde ella dice: “Cuando escribo nunca miento. Puedo mentir en la vida de todos los días, pero no cuando escribo”).

Gracias a ellos sabemos que el padre le recitaba, a Idea y a sus hermanos, desde muy chicos, poemas del Siglo de Oro español en voz alta (y que por eso, antes de aprender a leer, ella ya inventaba poemas de rima y métrica perfectas con palabras que elegía exclusivamente por su sonido). Que, a pesar de su salud precaria, desde los veinte años vivió sola. Que antes de cumplir los treinta publicó esta opinión sobre la poesía rioplatense de su tiempo: “Miserablemente estancada en un pantano, pobre poesía de provincia, sin originalidad, sin fuerza, sin ningún poeta verdadero, ningún intenso, ningún nuevo, ningún desesperado, ningún revolucionario. Nadie sabe cantar, nadie tiene mensaje”.

Que colaboró en la legendaria revista Marcha hasta que le censuraron por pornográfico un poema donde decía “un pañuelo con sangre, semen, lágrimas” (el problema era que lo firmara “una mujer sola”; ella los mandó a la mierda y no publicó más nada con ellos). Que dio clases durante treinta años en un liceo (se levantaba a las cuatro de la mañana para estar en el liceo a las ocho y tenía otro trabajo a la tarde, y de noche traducía, entre otros, a Shakespeare). Que durante muchos años se resistió a recibir premios (no a obtenerlos: le dieron como tres veces el Premio Nacional de Poesía pero recién lo aceptó en 1987, cuando consideró que el jurado era irreprochable). Que detestaba las apariciones en público y que dio apenas tres entrevistas en su vida (“Me gusta mucho escuchar las entrevistas que le hacen a los demás, pero yo no tengo el don: recién al otro día se me ocurren las cosas inteligentes que podría haber dicho”).

Que tocaba tangos al piano y los bailaba y los cantaba igual de bien. Que, en lugar de publicar libros nuevos, a partir de 1966 prefirió reeditar los tres que menos le disgustaban (Nocturnos, Poemas de amor y Pobre mundo) agregando de canuto en cada reimpresión los poemas nuevos que iba escribiendo, hasta que en 1989 aceptó sacar un libro enteramente inédito: lo tituló, a secas, No, y los dos últimos versos del libro son estos: “Inútil decir más/ Nombrar alcanza”. Que tenía una muletilla (“¿Cómo te diré?”) que la pintaba en genio y figura. Que una septicemia estuvo a punto de matarla a los veintisiete y la tuvo postrada en llaga viva durante casi tres años. Que se casó tres o cuatro veces (siempre por gratitud, con los tipos que fueron buenos con ella, como Manuel Claps, que la cuidó durante aquellos tres años) pero el hombre de su vida fue, sin discusión, Onetti (el propio Claps fue quien los presentó, cuando ella acababa de recuperarse de aquella septicemia).

Que Onetti y ella solo pasaron juntos nueve noches en once años. Que al principio él le pareció el hombre más adulto que había conocido y que, a causa de eso, perdió después toda confianza en su propio juicio. Que los momentos juntos eran “el infierno en la calle Durazno”. Que él la llamaba por teléfono y le decía: “Ayudame a entender el modo en que te quiero”. O: “Tengo una loca que se ha tirado al piso y me abraza los pies y no sé qué me pide. Te llamo porque necesito oír tu voz, escuchar a alguien sensato”. Que él le reprochó siempre que no lo amaba de verdad, que solo lo usaba para escribir “esos poemas tremendos”. Que ella le reprochó siempre que no apareciera “ni una mujer entera” entre los personajes de sus novelas.

Vaya a saberse cuánto es cierto y cuánto es leyenda en toda esta historia. Yo solo sé que, precisamente por saberse incompleta, Idea Vilariño logró convertirse en una mujer entera, absoluta. En un poema titulado lacónicamente “43” se retrató, a mi gusto, mejor que en ninguna otra parte. Son sólo cinco líneas: “Como un jazmín liviano/ que cae sosteniéndose en el aire/ que cae cae cae/ cae./ Y qué va a hacer”.

Tomado de El Malpensante (N° 100, agosto de 2009)
 
Tomado de La Ventana

Saturday, June 8, 2013

VOCES DEL SIGLO XXI: LETICIA LUNA


VOCES DEL SIGLO XXI 

LETICIA LUNA
(Ciudad de México, México 1965)




EL AMANTE Y LA ESPIGA 

Ponme como un sello sobre tu corazón, como una
mancha sobre tu brazo;
porque fuerte es como la muerte
el amor...
 
CANTAR DE LOS CANTARES: 8,6
                                                                                                                                  
I

Mi cuerpo es claro, el tuyo oscuro
y en la aromosa claridad nocturna
nuestras lenguas se enlazan
con negritud de día

este deseo que nos invade      
viene de ser otros continentes
otros ríos que buscan cauce
hasta llegar al territorio
donde el color de nuestra piel
desaparece
y encuentra
esta infinita luz
                                    que nos traspasa


            II

Soy la tierra y tú el ángel
busco cielo y tú costa
eres la tempestad que inaugura mi ser
de mil maneras

nada es más grande que tu vuelo
ni nada más telúrico
que mi carne
                        abierta para ti


III

Tiemblo debajo tuyo
como una hojita
cuyo rocío
es tu semen

                       
IV

Tú tienes el deseo entre las manos
me tocas y soy tuya
crepito, como el relámpago estoy viva

soy agua que te sacia
tengo las redondeces de la tierra
la voluptuosidad del río

pero me alejas de este mundo
oscura e invisible


                        V
Te vi de pronto
como un deslumbramiento
ante la aurora
y reconocí tu piel
como el amanecer reconoce
          la noche que termina

            VI
Por qué, desconocido
llegas y levantas mi falda
abres mi blusa
y besas mis senos claros
con una furia
tan sólo imaginada
por el ciclón
que arrasa nuestros campos



            VII
Pasan los días
y comienzas a decirme
cómo debo llevar el pelo
los labios naturales
las flores por perfume

sigues lamiéndome
el cuerpo de espuma
que provoca tu deseo

                        VIII

Cuando el manto de la noche
besa los labios de la arena
un aliento de mar
de nubes
de tus manos
surge como navío nuevo

mis labios son una playa
y un verano que germina
tu cuerpo un dios
donde se acuesta el alba





IX

Somos dos animales hambrientos de deseo

Nada es sucio, me dices
mientras cabalgas en mi cuerpo
y la violencia de nuestros sexos enjoyados
florece como espigas

X

El día se nubla
de tanta conmoción temprana
debo olvidarme que te llevo
como una espira que trepida

  
XI

Para besarte es que me escapo
templo sagrado donde la llama oficia
eres azul y rojo como el ardiente cielo
dorado mar:
mañana lloverán semillas
y nuestros cuerpos
florecerán de cantos

© LETICIA LUNA 

                 
Poeta y Directora Originaria de la Ciudad de México. Poeta, editora, docente     y               promotora cultural. Estudió Periodismo en la UNAM, hizo estudios del postgrado en Literatura en La Habana, Cuba, y la maestría en Creación Literaria en el Centro de Estudios Casa Lamm. Es profesora en el Centro Nacional de las Artes. Obtuvo el Premio Internacional de Poesía “Moradalsur” (Los Ángeles Cal., 2008), así como el Torneo de Poesía “Adversario en el Cuadrilátero” (2008). Formó parte del consejo editorial de las revistas alforja de poesía y VozOtra. Es coautora de la primera Antología Mujeres poetas en el país de las nubes (Eds. La Cuadrilla de la Langosta-Centro de Estudios de la Cultura Mixteca, 2000) y de la Trilogía Poética de las Mujeres en Hispanoamérica (pícaras, místicas y rebeldes) (Eds. La Cuadrilla de la Langosta -UNAM-UAM-CONACULTA-FONCA, 2004). Poemas suyos han sido traducidos al inglés y al polaco. Ha obtenido diversas becas del FONCA para proyectos editoriales y para su grupo Fuego Azul (Poesía, Música y Danza). LIBROS DE POESÍA: Hora lunar (Eds. La Cuadrilla de la Langosta-Estampa Artes Gráficas, 1999), Desde el oasis (e.a, 2000), El amante y la espiga (Eds. La Cuadrilla de la Langosta, 2003), Los días heridos (pról. de Raúl Zurita; 400 Elefantes, Nicaragua, 2007; Premio Internacional Caza de Poesía “Moradalsur”, Los Ángeles, California, 2008) y Wounded Days and other poems/ Los días heridos y otros poemas (Edición bilingüe; traducción de Toshiya Kamei, UNO Press / University of New Orleans Publishing, 2010). 

Correo electrónico: letimoon@yahoo.com.mx
Pagina Web: http://letimoon.blogspot.com/

Nota del autor del blog: Las obras visuales que ilustran esta muestra de poemas son de artista italiano, Amadeo Modigliani, y provienen de distintas fuentes del internet.

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