
POEMA
1
A Amaury Germán Aristy
Si algún día, el eco de mi voz quiebra su origen -en los bordes de su epicentro- quisiera que la resonancia imantara los pedazos deshechos de mi isla. Para que nunca más, alguien tenga que lanzarse al mar soñando exorcizar las malas horas.
Si algún día, la tarde apacible se convierte en una hoz o en un martillo; esculpiré un grito para los muertos sembrados en nuestras cordilleras. Secaré los ojos de sus madres, y alimentaré a sus hijos con la misma rebeldía de sus héroes.
Si algún día los muertos, alcanzasen a llorar, sabríamos el nombre de sus verdugos y dónde enterraron sus estrellas.
Daniel Montoly
© 2004
Si algún día, la tarde apacible se convierte en una hoz o en un martillo; esculpiré un grito para los muertos sembrados en nuestras cordilleras. Secaré los ojos de sus madres, y alimentaré a sus hijos con la misma rebeldía de sus héroes.
Si algún día los muertos, alcanzasen a llorar, sabríamos el nombre de sus verdugos y dónde enterraron sus estrellas.
Daniel Montoly
© 2004
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