Wednesday, February 13, 2008

EL CAZADOR DE SUEÑOS

Para Ananda en su cumpleaños


En una pequeña y remota aldea de Macedonia vivía una pobre familia de gitanos. Se componía de la madre, el padre y tres hijos que viajaban por toda Europa del Este como parte de una caravana junto a otros miembros del mismo clan familiar. El padre, herrero de ocupación, algunas veces conseguía pequeños trabajos, reemplazando herraduras a los caballos de los dueños de los viñedos en los pueblos donde acampaban.

Los niños ocupaban sus días jugando al fútbol porque les estaba prohibido asistir a la escuela por ser gitanos.

Kiro, el mayor de los tres le preguntó un día a su padre, Gorán: “¿Por qué somos tan pobres?” Gorán, algo triste le respondió que eran pobres porque no habían podido cazar suficientes sueños en una botella de cristal, como para hacerse ricos. Kiro, que era introvertido y curioso, se acercó pidiéndole que le enseñara cómo cazar sueños, porque él no quería ser pobre nunca más.

La voz de Gorán se notó entrecortada por la emoción. Le explicó que debía esperar a la primavera cuando las estrellas fueran visibles fácilmente en el cielo, porque entonces se podía atrapar mejor a los sueños en una botella. Al ver al niño dubitativo, Gorán le dijo para animarlo que era algo muy difícil, pero no imposible, si él creía en si mismo.

Desde entonces fue común verlo en el techo del carruaje de la familia esperando en la oscuridad a la aparición de los astros. Hasta que una noche, mientras todos dormían, Kiro notó el paso de una estrellas fugaz. Cerró sus ojos y removió el tapón de la botella. Extendió la mano derecha y sintió una ligera sensación de calor arremolinándose entre sus dedos. Entró el halo dentro de la botella y la tapó nuevamente.

Se fue a dormir ansioso a que amaneciera para mostrarles a todos el halo del cometa, pero sus padres se despertaron muy temprano porque el menor de sus hermanos estaba muy enfermo. Al ver un resplandor inmenso saliendo de abajo de la cama de Kiro se acercaron temerosos a ver qué era. La sorpresa resultó ser tan impactante, que Gorán perdió el conocimiento por varios segundos, mientras sostenía una botella llena de un polvo mineral, parecido al oro entre sus manos. La madre asustada y nerviosa, pensó que el niño la había robado a alguien durante la noche. Comenzó a despertarlo para preguntarle por el extraño polvo dentro de la botella.

¡Kiro! ¡Kiro! ¡Despiértate! Gritó enojada la mujer. Kiro comenzó a abrir los ojos, y aún soñoliento comenzó a contarle la historia del cometa y cómo logró atrapar su halo dentro de la botella. La madre se puso a llorar. El padre no lo podía creer. Pero recordó la maravillosa historia que le había contado apenas semanas atrás.

Desde aquel día, Kiro iba en la colorida caravana seguido por un grupo de músicos, titiriteros y malabaristas, aldea por aldea, villa por villa, contando esta historia a los niños, quienes dejaban de ser pobres y se hicieron también famosos por compartir la leyenda con otros niños en otras partes del mundo.



Daniel Montoly©// 2007

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Un beso y recuerdos para Ananda. Desde esta ventana te envío un abrazo y felicitaciones para ella: esa luz que siempre va contigo. Tere.
¡Qué bueno que estés pendiente de tu trabajo a través del blog!.

10:33 AM  
Blogger Gabriela said...

Metaf�sica y m�stica historia.Una vez un Maestro Espiritual me dijo, no son exactas las palabras, pues �l era, es, sint�tico y hay que entenderlo. Todos vamos en el mismo barco, estamos entrelazados, cada vez que uno bajaba los brazos, o no ve�a la luz dec�a, si te vas a bajar del barco o tirar, avisame, porque tambi�n puedo ahogarme yo...entonces uno segu�a persiguiendo los sue�os y cuando la estrella te iluminaba nos iluminaba a todos.

Cari�os.

Gabriela.

7:17 AM  
Blogger Daniel J. Montoly said...

Querida Tere:

La reina Ananda cumplió sus ochos abriles, el paso de la niñez a la adolescencia.

Aunque el tiempo en algunas ocasiones cierra momentáneamente la ventana siempre queda un orificio por donde inhalar el aire fresco de la amistad y de la poesía.

Un beso y abrazo ruso. Daniel

3:34 PM  
Blogger Daniel J. Montoly said...

Gaby, llevaba un tiempo arrebatando moscas metafísicas sobre donde te encontrabas porque llevaba mucho tiempo sin saber de ti. Vamos, me alegro volver a leerte y no dejo pasar la oportunidad para felicitarte por tu nuevo libro. Brindemos por la poesía y la eternidad.

Un beso. Daniel

3:36 PM  

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