Circos.
Obra: Mundos Confusos
Álvaro Antón
Pasaron los grandes emperadores
que tuvieron en sus manos el mundo…
-José María Álvarez-
Bajo la piel de las estrellas de Esmirna
podía distinguirse el Puerto,
los grafos, los azulejos
incrustados en los muros del anfiteatro:
lujosos símbolos de la cólera
y al morir la tarde
los titilantes oráculos de Policarpo
sobreviviendo a la hoguera.
Debajo de aquel estertor de colores
los cascos y las armaduras
de los ignominiosos soldados del César
viajaban en secreto a alimentar El Circo
con sanguinarios espectáculos.
Daniel Montoly © 2005
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