A Tirzah
debe ser consumido por la Tierra
para tornar liberado de la generación.
¿Qué tengo yo pues que ver contigo?
Los Sexos nacidos del orgullo y la vergüenza
florecieron en la mañana y en la noche murieron,
mas la Piedad cambió la muerte en sueño.
Los Sexos se irguieron para obrar y llorar.
Tú, Madre de mi Ser mortal,
moldeaste con crueldad mi corazón
y con lágrimas falsas, a ti misma engañando,
has ceñido mis ojos, mi nariz, mis oídos.
Has ahogado mi lengua con arcilla insensible
y a la vida mortal me has entregado.
La muerte de Jesús me liberó.
¿Qué tengo pues que ver contigo?
William Blake
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