Saturday, September 23, 2006

Una breve selección
de varios poetas
costarricenses.

Apunte interior

Hoy mi vida no tiene peso alguno:
es un viento,menos que un viento, menos
que una raya de luz.
Ahora ninguno
puede serme oneroso.
No hay terrenos
resquemores debajo de mi alma.
Mi sangre es una roja armonía viva.
Estoy en armonía con la brasa y la calma,
con la voz amorosa yla voz vengativa.

Parece que mis manos no existieran, parece
que mi cuerpo nadara en una agua inocente.
Como un viento desnudo mi corazón se mece
y hace sonar campanas dulcemente.

Jorge Debravo
Antología mayor.


**************Fuga de muerte


A propósito de un video sobre las víctimas indígenas
de Alteal, Chiapas, filmado en diciembre de 1997.

Pero, ¿a dónde van?
Atravesando ajenos montes de soledad,
cargando peso a peso su propio desamparo,
por los hostiles páramos en que la muerte anida
el paso muy pequeño y la mirada larga
por todas las fatigas y los fríos de este mundo,
¿a dónde van?

¿Dónde su albergue, su maíz, su canto?,
la mano fraternal que los devuelva
a la roca materna, anterior a la herida?

Apátridas perennes,
¿cuando terminará su errar de siglos
por las tierras en donde sus abuelos
hicieron dios al colibrí y al puma,
perpetuaron al águila
en sus cielos de barro policromo
y llenaron de ranas
los espejos del agua y de la piedra?

Aplastados bajo el peso del hambre,
pariendo entre la lluvia,
sollozando por sus casas derruidas,
y por el grito agónico
de sus muertos recientes
que los persigue como un mal sueño.
Arrastrando a sus hijos
fuera del vendaval y de la fiebre,
bajo el abrigo triste de una hoja anegada,
¿a dónde van?

Atrás dejaron todo:
los güipiles florecidos en rojo
por manos primorosas
quedaron en el barro de los odios.
La piedra de moler, despedazada
no volverá a cantar sobre el maíz precioso.
Y de la casa, sólo
un enjambre de latas y de óxidos
sostiene su memoria.
Se ocultan del ejército,
De su antifaz violáceo y desangrado.

Se ocultan de la mano del vecino,
inesperadamente cruel.
Y huyen, huyen, porque la lejanía
es la dudosa puerta hacia la vida,
donde no llegue la traición,
ni la tortura incube sus dolorosas larvas,
ni las preguntas lleven el pavor y la sangre.

Pero, por Dios, ¿a dónde van
bajo la lluvia ciega
y la noche, aún más ciega,
del hombre?

Julieta Dobles


*************

POEMA TERCERO. CONSUMACIÓN

Tus brazos
como blancos animales nocturnos
afluyen donde mi alma suavemente golpea.
A mi lado,
como un piano de plata profunda
parpadea tu voz,
sencilla como el mar cuando está solo
y organiza naufragios de peces y de vino
para la próxima estación del agua.
Luego,
mi amor bajo tu voz resbala,
Mi sexo como el mundo
diluvia y tiene pájaros,
Y me estallan al pecho palomas y desnudos.
Y ya dentro de ti
yo no puedo encontrarme,
cayendo en el camino de mi cuerpo,
Con sumergida y tierna
vocación de espesura,
Con derrumbado aliento
y forma última.
Tú me conduces a mi cuerpo,
y llego,
extiendo el vientre
y su humedad vastísima,
donde crecen benignos pesebres y azucenas
y un animal pequeño,
doliente y transitivo.

II

Ah,
si yo siquiera te encontrara un día
plácidamente al borde de mi muerte,
soliviantando con tu amor mi oído
y no retoñe...

Si yo siquiera te encontrara un día
al borde de esta falda
tan cerca de morir, y tan celeste
que me queda de pronto con la tarde.
Ah,
Camarada,
Cómo te amo a veces
por tu nombre de hombre
Y por mi cuello en que reposa tu alma.

Eunice Odio


***********

La muerte es un repliegue


Todos seremos despeñados
en álgido preludio hacia el adiós,
la oscuridad, la nube indescifrable.
Llegar a ser no ser
ni nada de la nada.
A quién tender el viaje umbilical
de la nostalgia,
decirle sollozantes,
ya nos vamos, que voy, me voy.
Estamos en la muerte chapoteando,
enrarecidos.
Lleva el filo de este beso a la testuz
poblada de la fresa,
al polvo calcinado por el brillo,
al punto sacro sobre este territorio
donde por vez primera vi y así lo supe:
este es mi amado,
rozando, tangencial, el infinito. El sol,
los mármoles celestes,
los que viajan aún: los argonautas
que elevan la sangre azul del mundo.

Ana Istarú
Poesía escogida (con La estación de fiebre)


**********

Nelly Bly fuma en una esquina del bar



No tengo monedas para cambiar
los ánimos de esta rockola.

Es mejor irme a casa.

Aquí no tengo a nadie,
solo a este cigarro.
Por más que quiera
siempre acabo explicándole
lo elemental.

Esta ciudad es lo mismo:

entre semáforo y semáforo
uno pierde la paciencia
como las bestias pierden sus/ casquillos.

No basta con haber sido demente.

Ahora estoy aquí sentada
y este cigarrillo es un cadáver.
No tengo prisa pero debo irme.
Soy como esa rockola
y las monedas
solo me hacen recitar mi tristeza.

Señores, por favor,
el blues está muy fuerte
y la nostalgia es grande.

David Cruz
Natación nocturna.
Premio Joven Creación 2004.


*********

Voz infinita (fragmento)

Soy hembra
Dos luciérnagas
coronan mis pezones
y una cruz rasga mi carne.

Llevo en mi vientre el grito
de otras hembras desterradas
ungidas con silencio
y metrallas de palabra
Hembras
que perdieron su rostro
en la trinchera de un beso

Hembras
al frente de la escoba
y los pañales
y los sueños remendados.

Vivian Cruz

Vientre de ocarina
Premio Nacional Aquileo Echeverría de Poesía 2005.


********

Pájaro de tiempo


Mi mano se desliza por tu cuerpo dormido
y se detiene, sorprendida,
a la entrada de tu sexo
y ahí lo encuentra,
al borde de tu selva,
tamborilero para la misa de los fuegos,
hondo, pausado,
todo lleno de agua antigua,
pájaro de vida y muerte
que hace nido en el árbol de tus venas,
y se posa sobre tu rama íntima
y ahí canta el rumor de la sangre,
y lanza hacia los siglos una voz que no es la /suya,
y no duerme nunca y sigue y aletea,
quieto niño temblando,
y al llamado de mi beso en tu párpado que /sueña
vuelve y trina su asombre con más fuerza,
y marca su tiempo concedido.

Reloj profundo
río que te galopa,
pájaro de tiempo,
tambor de lluvia:
corazón de sangre oscura.

Luis Bolaños
Para encender la noche.


*******

Has fundado ya el mar porque lo /acechas,
lo detienes aquí, bajo tu vientre,
y entre la luz que acude y te acompaña
ya no hay más ventanal que tus dos /manos.
Se confunde el calor, la paz, el beso
tras la misma mañana en que eres /diosa,
manantial y perfume y campananario.
El sol nos desespera y nos espera
y labio nada más, tras las mil calles
de nuestro viejo pueblo sin adioses
desnuda de tu piel la voz del fango.
Vocación de calor unen tus pechos;
eres la sombra agreste del silencio,
el vuelo conocido en las espigas,
la primerosa, sí, la primerosa
de nuestro mundo hallado bajo el /lecho.
Prisionera del cielo, abres la infancia,
vuelve tu piel callada y mis juguetes
a juntarse y pakpar y dar de nuevo
la cumplidora paz de una caricia;
tras el mar olvidado, el mar de ahora,
el mar de la mañana entre tus muslos
no podemos ya más ver las fronteras,
y solo el corazón puede vestirnos.
Ausente eres presente y nace el mundo;
solo tus manos pueden dar espacio
a tanta claridad con que te beso.
Eres el sol que asalta y nos atrapa.

(Reino del latido).

Carlos Francisco Monge


******

Los amantes


Esos tan perdidos sobre su propia piel
a quienes el aire apenas roza
y el tiempo evade
y la historia evita
para no despertarlos entre ruinas,
guerras, testimonios secretos
y olores descompuestos.

Esos tan ajenos al mundo
y sin embargo inmersos
en el móvil resplandor de las cosas.
Los que se pierden sobre sí mismos
y son música
y se despiertan dormidos hacia adentro
como los insectos.
Los nacidos de los labios de alguno,
fatigados, diciendo nombres
que ignoran y morando entre rincones
y arañas y silencios
y conviviendo con la envejecida corteza
de algún árbol.
Esos amigos de las llaves
y de las ventanas
que vagan por los sueños, derramándose
sobre la vida como un río.
Los amantes, los jubilosos, los dueños del /futuro,
ordenando el crecimiento del mundo.
Los deslumbrados
en el encuentro de un agua y de un espejo.

Alfonso Chase
En: El amor en la poesía costarricense.


*****
Mujeres


Éramos pan, montaña,
rifle, machete, porcelana,
voces tejiendo a oscuras la palabra.
Y allí, zurciendo estupideces,
nos miraban los ojos del secreto,
"son mujeres"
gritaban con sus lenguas
dormidas por los rezos,
son mujeres, ¡silencio!
Y nosotras
poseedoras del dios de la batalla,
parimos frente a ellos sus derrotas,
las bordamos con miel de nuestras manos,
las sellamoscon piel de nuestras bocas
y a paso de gaviota amanecida
las hicimos victorias.
Éramos pan, montaña,
rifle, machete,
porcelana...
Mujeres nada más
haciendo historia.


Leda García Pérez


      *****
-II-


Vigilia de la hembra

Hoy me proclamo hembra. Quiero lavar
los pies de mi señor.
Hoy me proclamo noche.
Hoy me proclamo esopera.
Indestructible golondrina,
paz guerrera.

Lil Picado

****
el Oficio


solo sé decirme a los amantes

tomo por asalto el Cielo
este es mi oficio

los ángeles saltan sobre las mesas
cuando me ven llegar

y las puntas lapiceras
transmutan su blanda espuma
en azules metales corteses

rasgo la nube
la página
los montes
módulos de esperma verde
sobrecogida

los amantes me bendicen
no temen mi mirada
cuento
eso dicen, eso saben
de su hilvanar de besos húmedos

contra la ventana me doy a interpretar
los horarios nocturnos

la luna
la brisa
y el horario de su conversación platina.


rosibel morera

    ***
Invernal


Redobla en su tambor el aguacero
con una pertinaz monotonía,
y el alma entumecida se diría
que busca la quietud de algún alero.

Tanta ilusión me falta y tanto espero,
que al asomarse a la desierta vía,
en lastimoza vagabundería
mi corazón se siente pordiosero

¿A quién pedir? limosna de ilusiones
es la limosna que jamás nos llega
para poder saciar los corazones.

En el hambre del alma entristecida,
precisa, ante el bocado que se niega,
a morder el pan de nuestra propia vida.

Hernán Zamora Elizondo


**
Le digo al hombre

Le digo al hombre que reclame
el poder de sus ojos y sus manos.
Que venga aquí para decirle
que hay hombres sin nubes y sin pájaros,
que hay hombres sin hijos y sin nada.
le digo al hombre que reclame
la luz solar,
la tierra prometida,
y el aire que respira.
Que venga aquí para decirle
que hay hombres sin pan, sin medicinas,
que hay hombres debajo de la tierra
como bestias antiguas.
Le digo al hombre que reclame
su piel, sus huesos, su cintura.
Que venga aquí para decirle
que hay hombres muriéndose en el tiempo,
con sus almas podridas,
con pedazos de cuerpo.
Le digo al hombre que reclame
Su manera de ser,
su fundamento.

ARTURO MONTERO VEGA


*
No encuentro donde reposar

He sido, soy, seré, posiblemente para siempre
lento, ininteligible, oscuro,
como de espesa sombra, a duras penas, proviniendo,
y aun a veces vago, indeciso,
siempre extraviado,
solo entre cosas extrañas,
y asediado de seres sin nombre todavía y sin lenguaje,
qué, por lo tanto -oídlo, por lo tanto-, nacen
y se alargan huyendo dentro de mí mismo.

Y entonces no encuentro dónde reposar,
ni un rincón en mí, ni una pared
donde escribir mi nombre,
y sin embargo, yo sigo existiendo, y me incorporo
y grito
sin oirme, Isaac Felipe, tres veces, corriendo,
por entre el bosque de hostiles nombres que me rodean
y que me deben, me deberían por siempre, el ahber nacido
tal como definitivamente serán, una vez que haya amanecido
la lenta luz que siempre llega, a duras penas.

Isaac F. Azofeifa


Fuentes: http: //www.letrasticas.org/poesia/isaac_azofeifa/#

http://www.editorialcostarica.com/elogiodelpoemamayojunio06i.htm




1 Comments:

Blogger amelia arellano said...

Fantastico!!! Sin palabras...una selección impecable!!!

6:38 PM  

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