Guántanamo, Cuba 1934.
Poeta invitada en El Wrong Side.
Pidámosle silencio al miedo
tu ausencia rompe el asombro
para doler de cerca
hiere en vuelo:
punto tiempo horizonte madrugada
Pidámosle silencio al miedo,
que no suene en el cordón de mis zapatos
cuando digo: niña, corre, el abecedario a cuestas
y en el plano inclinado se descarna
tu muerte
en el dos tan frágil de la tarde
Jugabas a llorar tempranamente
sin dedos para contar el aliento de los otros
y tú, tan niña, muriendo eternamente
Escucho, golpe a golpe,
las horas me despiertan
y digo, muerte, Neruda,
y aún no la conoces
y sigues muriéndote hacia dentro
un poco, hacia dentro.
Nunca podría rechazar a esa mujer
que viene por el largo camino
con su verdad entre los dientes
con su verdad azul como un trapo virgen
abanderando su dignidad
recogida en un arrullo del desierto
alimentada de hambre
cuadriculada en esa espera
donde ya no acechan los buitres del tiempo
su sombra dilatada en la distancia
Si todos los puntos
donde habíamos de encontrarnos
han sido devorados por aquellas visiones de Patmos,
cuando todo se haya exterminado
cuando los últimos granos de hierba
hayan escapado de la tierra,
iré cabalgando en la ira
de esta pobreza inútil
excavada para el yermo
Sólo el silencio entonces
sólo este silencio mío
buscando entre los muertos
tu silencio.
Me había acostumbrado
a los latidos,
la semioscuridad,
el acto de alimentarme
por el hueco del ombligo
pero sonó la hora
una contracción
y otra
y me sentí girando
en mi acurrucamiento
Las fuerzas empujaban
mi cabeza
que rompió los líquidos
y los hilos del tiempo
El aire sorprendió
mi cara
y oí mi primer grito
que se quedó colgado
para siempre
a mi piel.
Más allá de la distancia
en un precipitado convivir de esta pena abreviada
se me vuelve el polvo abandonado
un pasillo que dice ausencia
y un concierto es la campana que enmudece
como el grito cansado de los tenis
cuando voy cabalgando en una tarde
y los precios me rodean
y se venden utensilios y banderas
y un niño grita ya su chocolate
y la boca del reloj se me hace grande
y me regreso.
Llegamos a la estación,
el coche de los muertos
se prepara para el ruido
Nos señala el niño colombiano
con su índice agorero,
se come a dentelladas las palabras:
"Estos son los cadáveres
de bocas marcadas de silencio"
Los huesos de los dedos
buscando las manillas
y mi ojo recorriendo
la larga caverna en movimiento
Nos envuelven las paredes
hasta hacernos mugir extrañamente
en este Auschwitz eterno,
de consumo.
Vino así, a galope
Vino así, a galope
la cara desvalida de los vervets
cerró la noche
El tiempo se negó a las horas
cuando olvidamos hoy de señalar
el paso que siempre fue del otro
y mi voz encuadrada
en filos y bordes
de ventanas amarillas
Sabes que me voy:
los abrazos son kilómetros,
el descanso se parece a la muerte.
Sudáfrica
Marzo 13, 1986
Vi tus huesos
escarbando las pieles de Dios
tu forma peculiar
de obsesionarme
Vinieron tus labios al abrazo
cuando tus dedos abiertos
me dejaban ir
y te alejabas
No me viste escapar
por el brillo de tu pelo
Si es que llegué a destiempo
y lo sabes y lo sé
y tu lengua es ofrenda a Krishna
y es buscarme en pedazos de universos
escondidos en su transparencia.
Virginia Beach, Va.
diciembre 28, 1983
La definición
no es válida
cuando estás
al borde del camino
y omito autorretratos
para seguir diciendo:
"et pour vous, madame,
une rose"
y contemplo mis pasos
desde la piel de mi sombra
vacía de palabras
hasta que un viernes circular,
a golpes de rayuela,
otras bocas me recuerdan
que aún existo.
Sunnyside, New York
marzo 23, 1984
viernes, 1:30 PM
Me dijeron que venías
en un pedazo de pan
a pegarte a las papilas
de mi lengua
Nunca me hablaron
del vacío que dejaste
entre las pieles de mi pecho
Nunca me hablaron
de la luz que señalan
tus caminos
para el viaje de regreso
Nunca me hablaron
de tu ceño preocupado
y tus palabras:
perdónenme, hijos míos,
no es mi error
ni es falta de mi parte,
es que estuve algo distraído
y he dejado fermentar
las raíces de ese árbol
que borraron mi imagen
de sus mentes.
QUE YA NO CONDUCE A OZ
Me miro en el espejo
y me devuelvo la mirada de mí misma
Otros párpados, cerrados, conjuran silencio
En mí,
el gato que ladra por el pincho atravesado en la garganta
el perro que maúlla sus discordias a la luna
Ante esta anchura,
salto un requiem para la muerte
salto un requiem
salto
hasta que nacen ojos
en las páginas que escribo.
Sunnyside, New York
septiembre 3, 1984
Cuando sólo se llenan las horas
y la vida vacía
y en la boca el polvo
y la alegría de otro
y siempre aquél
y siempre el otro
y yo en el sudor de mi camisa
y el pan no ha llegado todavía
y nos mordemos las venas hasta sangre
y siempre el caminar del mediodía
y la cabeza baja
y en cada ceja el hambre
y siempre deshabitando pasos
siempre deshabitando
hasta mirar de frente este vacío.
Vamos a correr esta etapa
de inquieto silencio
donde duerme la noche
con tintes de estrella
Vamos a posarnos en ese borde
--cualquier borde--
y descansar el perfil de alas
en un beso martilleado
en la configuración del Tiempo
Pasarán las ramas
llamándonos al lenguaje
de palabras forjadas
en un gesto del aire
Y desde allí
tu voz llamándome al destierro
de todo aquello ajeno
al gesto cotidiano
que me nombra,
que te nombra.
Se abre el día
a una luz
de claridades sumisas al aturdimiento
No hay palabras sueltas
entretejiendo juegos de locomotoras
danzando en domingos-promesa
Algo se me duerme dentro:
Hoy no distribuyo mis panes de tristeza
ni sermones de resurrección
Entreabro los ojos
en ángulos vacíos
y empiezo
a desconocer el mundo
Guardo de ti
el gesto de abrocharme
la camisa
tu forma de cuidarme
en estos plazos de tiempo
Yace-yace
el asombro de la noche
humedad-beso:
has rasgado la penumbra
Existe:
el amor sin preámbulos
del más reciente
nacimiento nuestro
saltando etapas
que describimos
con la palabra-cero
Sólo el verbo-aliento
colgando en el aire
descifrando la muerte
de nuestra soledad.
Una promesa
sólo una promesa
en la voz del aire
integrando tu sonrisa
a este salto de tiempo
El tren que pasa
llevando en las ventanas
las caras de tu aliento
y una carga de palabra presa
en el corte de tu mano
Has llegado mañana y llegarás ayer,
si está demás el concierto sonoro
de los tiempos
y el verbo en armonía
es un capricho de academias
El café, cereales, el polvo de los libros,
el silencio de los muebles
y yo, contándome estas células
que esperan el brillo de tus ojos
para formarme.
Como profesional ha enseñado en varios colleges en U.S.A. y fue Senior Lecturer, University of Natal, Durban Sudáfrica desde 1985 hasta 1994. En la actualidad es Investigadora Asociada Honoraria de esa universidad.
Ha publicado numerosos artículos de crítica literaria, poemas y narraciones cortas en revistas literarias en unos 20 países. Obras originales escritas en español. Selecciones traducidas al francés, al inglés, al portugués, al catalán, al vasco, al italiano.
Destacan entre sus libros de poesía: Petits Poèmes, en traducción francesa, Niza, Francia, 1969; Tiempo artesano, Editorial Campos, Barcelona,1973; Time, the Artisan, edición bilingüe, trad. Angela de Hoyos, Dissemination Center for Bilingual, Bicultural Education, Austin, Texas, 1975; En esta aurora, Universidad Veracruzana, México, 1976.
Sus novelas publicadas son: Hagiografía de Narcisa la bella, Ediciones del Norte, Hanover, New Hampshire, 1985; y Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 2002; Hagiography of Narcisa the Beautiful, trad. Anna Diegel, Readers International, Londres, 1996; La muerte definitiva de Pedro el Largo, Lectorum, S.A. de C.V., México, 1998; Una mujer y otras cuatro, Editorial Plaza Mayor, San Juan, Puerto Rico, 2004.
Ha escrito además el libro de crítica literaria: Profecía y luz en la poesía de Maya Islas, M & A Editions, San Antonio, Texas, 1987. Y tiene inéditos en versión de papel la novela Combinado del Este, los libros de cuentos: Trisagio de la muerte y Frigorífico del Este. Además del poemario Solitarios del Silencio.
Ha obtenido los premios literarios: Mención de Honor por el ensayo, “Determinismo y libertad en Jacques le Fataliste”, Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, 1969. Mención de Honor, ensayo, “Arte y Filosofía en Muerte y Resurrección de José Ortega y Gasset”, Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, 1970. Finalista, poesía, “Poemas del Tiempo”, Ciudad de Barcelona, España, 1970. Mención de Honor, ensayo, “En torno a Luis Cadalso”, Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York , 1970.
Mención de Honor, ensayo, “En torno a Luis Cadalso ”, revista Xilote, México, D.F., 1970. Primer Premio, libro de poesía, Tiempo artesano, Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, 1971. Segundo premio, cuento, “Trisagio de la muerte”, Sigma Delta Pi, Sociedad Nacional Hispana, Universidad de Maine, Orono, 1973. Segundo premio, cuento, “Hidra ”, revista Silarus, Battipaglia, Italia, 1973. Finalista, cuento, “Frigorífico del Este”, XXV Concurso de Cuentos La Felguera, La Felguera, España, 1974. Medalla de Oro por tres libros: La desnovelización de la novela (ensayo); Frigorífico del Este (cuentos); Tiempo artesano (poemario), L'Academie Internationale de Lutèce, París, Francia, 1974. Finalista, libro de poesía, Solitarios del Silencio, Premio Juan Boscán, Barcelona, España, 1974. Finalista, poesía, “Devuélveme”, Diario de León, León, España, 1974. Primer Premio, ensayo, “La relatividad de la realidad”, Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York,.1974. Mención de Honor, poesía, “ Nunca podría ”..., “Cuando sólo se llenan las horas ”..., “Pidámosle silencio al miedo ”..., “Otra vez estas flores de mármol ”..., Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, 1975. Finalista, cuento, “Grand Central”, Periódico La Verdad, Murcia, España, 1975. Segundo Premio, cuento, “En la otra mitad del Tiempo” , revista Silarus, Battipaglia, Italia, 1975. Mención de Honor, poesía, “ Feelings ”..., revista Amanecer, Buenos Aires, Argentina, 1976. Accesit, artículo de periódico, “Kendall”, Premio Jorge Mañach, Miami, U.S.A., 1976. Una mujer y otras cuatro, novela, entró en el grupo de las seleccionadas para la obtención del Premio Nadal, 1989.
Mireya Robles comenta: “Comencé a escribir poemas y narraciones cortas a los 13 años de edad. Poemas borrascosos, desolados. Pero también amo el sentido del humor que se manifiesta en mis novelas. Me río con mis personajes y me divierten las ideas inesperadas que se les ocurren. Además de escribir me apasiona viajar. He viajado por varios países y he vivido en Cuba, U.S.A. y Sudáfrica.
Sudáfrica es un hermoso país que amo. Llegué a Johannesburg el 13 de julio de 1985. Al día siguiente, en el avión de South African Airways que me llevaba a Durban, oí La Guantanamera . Sentí que me daban la bienvenida. Sentí que una puerta se abría para mí. Una puerta a un mundo nuevo en el que muchos mundos convergían en uno solo.”
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