“Hoy
se me ha perdido el mundo.”
-Martha Kornblith-
I
Surges de mi oscuridad, refulgente monstruo
con los albores lascivos
te ensañas como un sátrapa
sobre su débil víctima.
Mis penas se suceden
como burlescos malabares
de grises trapecistas
por mi cuerpo anoréxico.
Siento escalofríos
apropiándose de mis preguntas.
Hoy reina el invierno en toda parte.
Entre viejas y dolorosas nomenclaturas
duermo este espíritu
sosegado, y sin escapatorias.
II
¡Bendita la noche que alberga tanto sueño!
- María Baranda-
Tu boca completa roza lo inocultable
disecando pedazos de cristales
de sordina en los extremos.
Tus ondulantes alas
inferiores
sellan mis huecos vacíos,
sacuden mis viejas ansias.
Siento que con la lejanía
tu voz se atraviesa en mi garganta,
forma bulliciosas olas
que como navajas placenteras
naufragan en mi piel indemne.
La maldita inquietud se desplaza
por mis frágiles huesos
barcaza arrastrada a orillas nocturnas.
III
“No habrá en ese atardecer
un color único que los cuerpos destelle.”
-Gabriela Saccone-
Extiende tus labios para convertirte
en apetecible tormento.
Cansado ya del hedonismo platónico,
soledad, sueño que te ahogas
en aguas increpadas por mi boca.
Mas tu silueta permanece inmune
porque jamás logro quebrar
el péndulo que borrará en mí tus huellas.
Te rebelas contra mi voz. Pisa
por mis habitaciones húmedas
con bolsas de cenizas en tus ojos
con gritos de loba herida por resplandores.
Es el noveno día, y, aún el embrujado beso
pende del extremo sur del labio.
Tu halo me persigue como a una mosca.
IV
“Te damos gracias por la tiniebla
que nos recuerda la luz.”
-Gabriela Saccone-
Detrás de frases difíciles la realidad
pesca con un desbordarse del asombro.
Las diarias preocupaciones
se juntan a formar escenas
para rendirle culto al sin sentido.
Mi espíritu por atarse al silencio
encalla en un largo espejo
que sólo refleja sombras.
Afuera, el olor a metales
y el haz de luna cruzan la plaza.
El fulgor rabioso de la noche
cae sobre la inercia del reloj de sol.
El hombre y las cosas dialogan
uniendo sus identidades.
Exiliado en otra dimensión
el mago mezcla oscuras hierbas
buscando escapar a su infierno numinoso.
V
“Uno debe oírlos, pero no aliarse con sus huesos...”
-Julio Hubard-
Una vez beba de tus manos “La Cicuta”
bailaré un intenso tango
con melancólica incertidumbre.
Escucharé tus amargas pisadas
como fúnebres campanadas
despedazar mi entusiasmo.
El rigor del miedo apertrechado
en mis venas flácidas
construirá una estatua virgen
con despojos arrebatados al tiempo.
Seré un efímero desplazamiento
tu inaudible oscuridad
nombrando inexacto a un cuerpo
que la misoginia del otoño
se confundió de huellas
con el escarceo de las hojas.
Daniel Montoly©
NOTA: Las ilustraciones son del artista y poeta español, VBZ. Pueden encontrar sus trabajos visuales y excelentes poemas en su página personal en el siguiente enlace: http://www.vbz.es/vbz.htm
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