Insual memoria ante el sepulcro.
grabaron el ladrillo
que el tiempo
nunca pudo consumir.
Son esos mismos ojos
los que hoy me miran
y sin embargo
su brillo se mantiene intacto
para que continúes mirando
caida igual a un ángel
sobre tu altar de piedra.
Llegada la madrugada
todo bajo tus pies
se abrirá como milenarios pétalos.
En el polvo, a golpes
escucharé tus gritos
ahogarse en la llovizna.
Mientras el supulturero
extiende sus mugrosas manos,
y a gritos reclama sus monedas.
Daniel Montoly
2 Comments:
Einnnnnnnnnnn...Feliz año.
Qué curioso, aquí decimos
mugrientas manos.
mugrosas suena bien, sí.
Oye Dani, ya no puedo entrar al sanatorio, me pide unas historias, no hay manera....
Ya hablaremos...
zzzzzzzzzzz zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
Feliz Año, Álvaro. En mi país también se usa ese adjetivo. Veré cuál es el problema con el sanatorio. No te preocupes lo resolveremos pronto.
Estos blogs estaban abandonados por cuetiones de vacaciones en la universidad, pero este año volvemos a la carga y con muchos materiales interesantes.
Abrazos. daniel
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