TOMANDO UN SORBO DE AIRE.
Obra: Otro mundo donde nadie tuvo suerte
Autor: Álvaro Antón
Apretando la biografía ilegal
de mis recuerdos
dejé mi estatura y el sexo
a la brevedad de las alas
del silencio biógrafo.
Sus dedos apolillaron mi edad
como avispas que hunden
sus ponzoñas venenosas
en los glúteos tiernos
de una piel núbil e inocente.
Vi el viejo juguete,
el jardín... mis manos ya viejas
lloraban de llagas,
con sus dedos cansados y secos
del trabajo forzado.
Vi la sombra y el tacto
cayendo en un espectral abismo.
Minutos llenándose de pactos,
de visiones tangibles.
No había ángeles, sólo jardineros
podando gargantas.
Cuerdos y blandos
salían de un bolsillo de acero.
Vi órdenes de falanges,
ley, arrogancia y muerte.
Remendé mi reloj biológico,
puse agua en mis venas
en lugar de sangre.
-Desnudos-, -perdonad-,
vi la piel y los cráneos juntarse
en pequeñas bolsas...
Era una calle de dientes.
Recuerdo una sábana,
varias sonrisas mortuorias,
una sinfónica de huéspedes negros
que tocaban a Wagner.
Levanté la cabeza:
-soy niño otra vez- maldije asustado.
Tomé un sorbo de aire,
abrí los ojos en la pesadilla
sólo que con otro nombre,
otro imperio iba emergiendo de las brumas.
Cerré los ojos y grité ¡hombre!
¡Hombre! ¡hombre!. Y hubo silencio
entre los cráneos.
® Daniel Montoly
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