RAMÓN OVIERO
AQUÍ sobre esta tierra y puño a puño
blandid espadas pero no claveles;
firme la voz y mientras tanto fieles
el pulso, el corazón junto al terruño.
¡Ya no! Ya no diré: celajes, cuño
de aurora, luces de tu frente, mieles
de tu boca. Y aquellas pero infieles
rosas, putas serán no de este puño.
Me voltearé. Te voltearás y luego,
cercano al codo de tu brazo izquierdo,
verás -¿verás?- pasar gallos de fuego.
Mas como dije (y digo) y vuelvo y juro,
en altavoz dirás lo que me muero
por ser de cal, palabras que procuro.
loco iconoclasta de mí
y desato muslos y conocidos senos
colinas de mi infancia
y volvemos siempre en espiral
a aquel mismo camino
en tanto
voy mordisqueando
tu pezón izquierdo
cuando te da por reclamar
entre cortos aullidos
la consumación
del juicio
final.
son las cinco de la tarde esta lluvia para mí
desconocida todavía /
tiene un sabor de no sé cuáles distancias
la música de best montgomery que escucho
por la radio
me recuerda uno que otro atardecer más allá
o más acá de tus fronteras
Cuando
quieres olvidarte
de tu sombra;
cuando
te tratas de escurrir,
pero la sombra insiste,
cuando buscas
refugio
en la esquina
derecha de tu calle
y de tu alma,
pero el ventrículo
izquierdo te delata.
Digo que siempre
debemos ir buscando
y desnudando
las palabras sencillas
para llegar a todos.
Para contar
así, muy claramente,
todas las cosas
que se nos van quedando
en medio de las horas.
(…)
Decidme rosa amarga del sollozo:
eclipse sideral de dura piedra:
mortaja inextinguible del dolor:
corazón repartido en mil pedazos:
cadealzo adolorido de tu sombra:
resonancia de hueso torturado:
campanario de frágil amargura:
raíces del dolor de los humanos
decidme: están las calles como siempre?
Son los hombres los mismos que gritaban
repartiendo la fecha del sonido?
Son los mismos? Los mismos que luchaban
con hojas y jazmines en los dedos?
(…)
Obtuvo el Premio Literario Ricardo Miró en 1961 y 1977 en la sección de poesía. Fue consultor de la UNESCO. Se desempeñó como periodista en Panamá y México. Trabajó en el Diario La Prensa. Director de Galerías de Arte. Becario de la Comunidad Latinoamericana de Escritores (México, 1977). Director de la Editorial Mariano Arosemena del Instituto Nacional de Cultura (INAC).
LIBROS, CUADERNILLOS Y FOLLETOS PUBLICADOS:
Libros de poesía: Los golpes y las horas (Revista "Tareas", Panamá, 1963); Tres cantos para la paz (la edición, Panamá 1965; 2a edición Imprenta Vanegas Arroyo, México, 1971, con Dimas Lidio Pitty y José Manuel Bayard Lerma); Tú en una isla como una brasa ardiendo, (Ediciones Pentágora, México, 1973); Aquí sobre esta tierra (Editorial Extemporáneos, México, 1973)- Contrapartida (Federación Editorial Mexicana, México, 1975); Las cartas sobre la mesa (INAC, Panamá, 1978); Ese tu candado ahogándose de Naves (Imprenta Mallol, Panamá, 1983. Carpeta con dibujos litográficos de Mario Calvit); Inventariando (Ediciones Formato Dieciséis, Universidad de Panamá, 1985); Décimas de viajes y otros del caminar (INAC, Panamá, 2002).
También ha publicado: Panamá: su patrimonio cultural (Panamá, 1993), en colaboración con Héctor Rodríguez C y Para sentir la pintura (Dunia M. & Oviero Editores, Panamá, 1994), Hablemos de pintura (Entrevistas a pintores) (Editorial Universitaria, Panamá, 2000), Ese tu candado ahogándose en llaves (Editorial Portobelo, Panamá, 2005).
Combatiente Revolucionario
Fue integrante, junto a Floyd Britton, del Movimiento de Unidad Revolucionaria (MUR). Participó de las acciones armadas contra el golpe militar de 1968. Miembro del Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre (MLN-29).
En 1972 partió al exilio a México. Allí compartió el destierro con entrañables compañeros, como la poetisa Diana Morán y el historiador Herbert Nelson.
A su regreso a Panamá siguió apoyando las luchas populares y se dedicó a fomentar la cultura y promover a los artistas y valores nacionales.
Por Adriano Corrales Arias*
A Ramón Oviero lo conocí en ciudad de Panamá fugazmente. Luego fui su compañero en un jurado de un certamen de pintura organizado por el Instituto Nacional de Cultura de Panamá y regentado por el indomable artista chiricano Manuel Montilla. Allá en David, disfruté de su compañía y de su conversa y aprendí a reconocer a uno de los grandes humanistas y luchadores panameños de los últimos 50 años. Y además, poeta.
Conseguí sus libros y le leí. Poesía inmediata alguna, filosófica la otra. Pero lo fundamental: la cultura y la verticalidad extraordinarias de un hombre que siempre quiso patria como techo y techo como patria para todos. Un convencido del pensamiento martiano y bolivariano por lo que hubo de sufrir cárcel y exilio. Fue integrante del Movimiento de Unidad Revolucionaria (MUR) y participó de las acciones armadas contra el golpe militar de 1968. También fue miembro del Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre (MLN-29).
José Iván Romero Jaén, más conocido por su seudónimo Ramón Oviero, nació en la ciudad de Panamá, el 29 de octubre de 1938 y murió el 19 de octubre del 2008 tras una larga enfermedad. Nacimiento y muerte casi coinciden el mismo día del mismo mes. Realizó estudios de Filosofía e Historia en la Universidad de Panamá. Fue director de la Editorial Mariano Arosemena del Instituto Nacional de Cultura y ejerció el periodismo cultural tanto en Panamá como en México. En ese país se activó culturalmente durante la década de 1969 a 1979.
A su regreso a Panamá ejerció el periodismo en el diario La Prensa, desde su fundación en 1980, hasta 1984. Fue consultor de la UNESCO sobre patrimonio cultural de Panamá y editor de la revista Artevisual (1985-87). Recibió el Premio de poesía en el Concurso Literario Ricardo Miró en dos ocasiones (1961 y 1977) y fue becario de la Comunidad Latinoamericana de Escritores en 1977 durante su larga y nutritiva estadía en México.
Los principales libros que nos deja son: Los golpes y las horas (1963); Tres cantos para la paz (1965); Tú en una isla como una brasa ardiendo (1973); Aquí sobre esta tierra (1973); Contrapartida (1975); Las cartas sobre la mesa (1978); Ese tu candado ahogándose de Llaves (1983); Inventariando (1985); Décimas de viajes y otros del caminar (2002); Panamá: su patrimonio cultural (En colaboración con Héctor Rodríguez, 1993); Para sentir la pintura (1994) y Hablemos de pintura (Entrevistas a pintores, 2000).
Sirva este breve recuento de su vida y de su obra como un sencillo homenaje a su postura siempre enhiesta alrededor de los principales valores del pueblo panameño y de las humanidades en general.
*Escritor costarricense
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