Monday, March 11, 2013

VOCES DEL SIGLO XXI: MARINA C. KOHON


       
 VOCES DEL SIGLO XXI

 Marina C Kohon
  (Mar del Plata, Argentina1965)


Art: By Miro

No es Poseidón el Dios del Mar

Eros atado a las aguas, su respiración como fuelle de olas: se acelera, se calma, se vuelve tormenta, amaina. Choca contra las rocas en las que consumará su esencia. Conoce las profundidades, la oscuridad voluptuosa, el hambre, el deseo. El aspecto camaléonico confunde a su objeto: del hematite al jade, del azul profundo al turquesa, enamora en los matices y se vuelve atmósfera. Vive su poder y esclavitud, amo y a la vez, siervo de sus aguas.

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 Enigmáticos movimientos, alternando densidades de arena y aire. Enlaza puntos remontísimos de luz, y en su centro, núcleos de la más absoluta oscuridad, como texturas de las condensaciones del alma.


                                                  Art: By Miro

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En una profundidad no lejana, descansa un Eros envejecido, rodeado por sombras en un  murmullo de aguas. La marea se desplaza como un eco del aliento, como una ingravidez que se mece. Lo que fuera deslumbrante es ahora sólo un espectro de la luz, una ausencia de palabras para una distancia conocida, una seducción paciente que revela de memoria los contornos de su amor.

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Remolinos de partículas girando hasta desvanecerse en la mirada que se atreve. Mirar es adorar la belleza y someterse. Volver a mirar es legitimar el sentimiento.

(Del libro: No es Poseidón el Dios del Mar)

 
                                                              
Canto I

A Julián y Andrés.


I

Llegaron para detener al silencio.
Los pájaros congelaron sus alas.
Hubo ausencia de aire y
en mi vientre un tajo.
De la carne se desprendieron  dos  luces,
y  un arroyo puro
que manchó los salitrales.
Eran dos las luces. Era la carne una.

Yo pensé en las aguas del Nilo teñidas
y en las siete profecías
también en cuál era el pecado
por el que un hijo puede hacerse río rojo.

II

Los días abandonaron la línea
y  se volvieron círculos
los tres quedamos encerrados dentro
Quisimos hundirnos en la arena
igual que la espuma abandonada por la marea
Quisimos hundirnos juntos  en los nombres
 hasta que  el abrazo de una luz mayor
 nos devolvió el llanto.

III

Permanecimos formando una tríada
estrecha en el respiro,
ellos prendidos de mi pecho
alimentados con  leche,  marfil de luna
sorprendidos al vernos
en el reflejo del otro.

Alrededor volaban toda clase de criaturas
unas danzas incomprensibles, de rituales.
Nos sosteníamos.

IV

Recuerdo cantar una canción
un amuleto para que la sal no nos tragara
La canción tenía una única palabra
que yo les susurraba en los oídos.

V

Me aferré a los vaticinios que cayeron
 de los oros en la herencia. Los apreté fuerte
y me salvé los ojos.
Todo esto duró hasta que Dios
sentenció la ausencia de pecado
y  nos devolvió a la vida.


( Del Libro: La Ruta del Marfil)





                                           Art: By Miro
 
de los  Ocho Jinetes y los presagios blancos…

Ocho jinetes bordearon   luto
alrededor de un blancor de luna
bajo su reflejo,  a tientas
me desvestí de mí
buscándote en las orillas de los velos

mis pasos sabían que eras
una  sed de arena  y piedra

descreí  de mis ojos
y seguí buscando las letras de tu nombre.

Por vos abrí mi aire
hasta encontrarte en una grieta del silencio
aturdido, amordazado en tus visiones

como bruma
te cubrí
y vos bebiste de mí
una, dos, tres veces con furor de lava

Te  consentí  las notas extrañas
para que resucitaras entre mis muslos
de presagios en las noches.

Soñamos, soñamos   juntos en la belleza.

Tomaste de mi vientre muchos hijos
que se multiplicaron en el viento
y  yo dancé  ciega en las opacidades de tu alma.

Todo lo que vi era cierto.
Todo era mentira.

Hasta que los jinetes
trazaron su círculo profético
y mi pecho conoció  tu filo.

Me volví jirones  en la luz de la imagen

desquiciada me quité los metales
uno a uno
desoí  tus ecos
salté
salté


En la distancia
aún escucho a las grietas gemir su sed.
Todo lo que escucho es cierto.
El silencio es la  mentira.

( Del Libro: La Ruta del Marfil)


de no ser la que se espera ….

Ellos  esperan
verme renacer una y otra vez detrás de los postigos
-una diosa capaz de arrebatar la llama-
atravesar las placas azules del  abismo
escalando  los muros de esta casa

sólo trato mover  el yunque que traba  la compuerta
ganarle a la hora  su  calorahogo
me paro sobre lo incierto
con esfuerzo
una y otra vez
una y otra vez
y  lo único que logro
es  sobrevivir a las certezas
que carga una mujer
a secas.

( Del Libro: La Ruta del Marfil)


Marina C Kohon


Marina Kohon nació  en Mar del Plata en 1965, Argentina.  Vivió  algunos años en Neuquén  y luego en Bahía Blanca, donde reside actualmente.  Es  profesora de inglés, poeta y traductora de poesía..
 Coordina  un Club  de Lectura de Literatura Irlandesa desde el 2010.
Fué finalista   del concurso 2011 de Ruinas Circulares en Poesía y jurado en el concurso Pilar Escalera Martínez de España.
Publicó:  La Ruta del Marfill, Alción 2012, y está pronto a editarse: Banshee por  Hemisferio Derecho. Tiene tres libros inéditos.
Colabora con sus traducciones de poesía con los siguientes blogs:  Otra Iglesia es Imposible,  El Poeta Ocasional y La Biblioteca de Marcelo Leites.
Mail de contacto:  cecibahiablanca@yahoo.es

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