Thursday, March 29, 2007

Roberto Fernández Retamar en Chile

«La tarea de un escritor consiste, en primer lugar, en escribir bien. Sólo si procede así podrá desempeñar un papel social positivo»

por Alejandro Lavquén

Con motivo de su participación como jurado en la elección del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2007, el prestigioso poeta cubano y presidente de Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, visitó nuestro país, ocasión que aprovechamos para conversar con él. Nacido en La Habana en 1930, Retamar se licenció en Filosofía y Letras y luego se doctoró en La Sorbona y en la Universidad de Londres. Además de haber ocupado algunos cargos políticos, ha dirigido las publicaciones Nueva Revista Cubana (1959-60) y Casa de las Américas desde 1965.

Obtuvo el Premio Nacional de Poesía por su libro "Patrias" en 1951, el Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío, el Premio Internacional de Poesía Nikola Vaptsarov de Bulgaria, el Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde, de Argentina, el Premio de la Crítica Literaria por "Aquí" en 1996 y la Medalla oficial de las Artes y las Letras, otorgada en Francia, en 1998. De su obra poética destacamos: "Vuelta de la antigua esperanza", "Con las mismas manos", "Buena suerte viviendo" y "Qué veremos arder".

Usted lleva varios años al frente de Casa de las Américas, una institución que es referente fundamental para los escritores del continente y otras latitudes ¿A qué atribuye el gran prestigio de ésta?

—En 2006 cumplí veinte años de estar al frente de la Casa de las Américas, y llevo más de cuarenta dirigiendo la revista homónima. Así que, como se supondrá, carezco de la necesaria objetividad para hablar de la institución. Usted me pregunta que a qué atribuyo su gran prestigio. Creo que se debe a haber tenido el privilegio de que fuera fundada por la extraordinaria compañera Haydee Santamaría, cuyos lineamientos siguen orientando hasta hoy a la Casa, y al enorme apoyo que ésta ha recibido y recibe de muchísimos escritores y artistas de nuestra América, e incluso más allá de sus fronteras.

¿Cómo lo hace con la escritura de sus ensayos, poesía, estudios, etcétera? Se lo pregunto pensando en el tiempo que le debe tomar ejercer su cargo.

—Puedo llevar adelante mi escritura y al mismo tiempo presidir la Casa, porque ella cuenta con un equipo de excepcional calidad sin el cual no imagino su tarea, ni la mía.

En breves palabras ¿Cómo definiría la potencialidad actual de Casa de las Américas?

—Si en momentos en que Cuba conoció un fuerte aislamiento, con la voluntad de separarla de países hermanos, la Casa contribuyó a impedir ese aislamiento, ahora que nuestra América vive un momento tan esperanzador, la potencialidad actual de la Casa, como es natural, está en vías de multiplicarse.

La revista, ¿Sigue siendo un eje principal en el trabajo de la institución?

—La revista que lleva el nombre de la institución es sólo una entre las varias que la Casa publica. Y a su vez, nuestras publicaciones periódicas son parte de una tarea múltiple que abarca la literatura, las artes plásticas, la música, el teatro. Contamos además con una Editorial que ha publicado centenares de autores del área, una Biblioteca que es de las más ricas en el planeta en cuanto a materiales latinoamericanos y caribeños, un Centro de Estudios del Caribe y un Programa de Estudios de la Mujer. Se comprenderá que contamos con muchos ejes.

Respecto a nuestro país, donde ha sido invitado en esta oportunidad ¿Cómo están sus vínculos con los escritores chilenos? ¿Se conoce en Cuba a las últimas dos o tres generaciones de poetas?

—He tenido y tengo estrechas relaciones con muchos escritores de Chile. Cuando en 1972, durante el gobierno de la Unidad Popular, visité por vez primera el país, invitado por la Sociedad de Escritores de Chile, ésta me hizo su miembro honorario. Naturalmente, durante la dictadura de Pinochet nuestros vínculos con chilenos que permanecieron en el país fueron escasos. A pesar de lo cual tales vínculos no desaparecieron del todo. Pero debo confesar que en la actualidad, por desdicha, conocemos insuficientemente a las más recientes generaciones de poetas chilenos.

En América las transnacionales del libro han inundado los mercados con textos en su mayoría prescindibles, relacionados con la autoayuda o literatura sin cuestionamiento social, dejando de lado obras de los nuevos escritores que van apareciendo y quieren cambiar las cosas ¿Qué opinión le merece este fenómeno?

—Tal fenómeno es una consecuencia de la devastadora política neoliberal que ha afectado considerablemente a nuestros países.

¿Cómo podría ser superado?

—Como no se trata sólo ni primordialmente de una cuestión editorial, hay que ir a la raíz social, económica y política, a fin de superar el fenómeno.

En un mundo globalizado y con las posibilidades de comunicación que hoy existen ¿Cómo ve el papel social del escritor? Pienso en Internet, por ejemplo.

—Se sabe de sobra que la tarea de un escritor consiste, en primer lugar, en escribir bien. Sólo si procede así podrá desempeñar un papel social positivo. Y soy de los que creen que contamos con muchos escritores notables que cumplen tal función.

Recientemente en Cuba, debido a la aparición en televisión de ex funcionarios vinculados a la censura durante el período llamado Quinquenio Gris se dio el debate en torno a este tema, reconociéndose los errores, como lo expresara el ministro Abel Prieto, por ejemplo. ¿Cuál es su visión de esto? ¿Cómo interpreta, al paso de los años, aquel período?

—La aparición en televisión de tales personajes provocó la justa indignación de no pocos intelectuales que fueron lastimados durante el período que el crítico Ambrosio Fornet llamó "Quinquenio Gris". Durante él se cometieron evidentes errores. Pero hace tres décadas que Cuba mantiene una política cultural positiva. Vivimos un ambiente creador que en nada recuerda a los años tristes de aquel quinquenio, y tenemos un excelente Ministro de Cultura.

Un tema inevitable es Fidel Castro ¿Cómo han vivido el proceso de su enfermedad y tantas cosas que se han dicho en el extranjero respecto al futuro de Cuba?

—La proclama en que el compañero Fidel, a finales de julio del año pasado, dio a conocer la grave operación a que sería sometido, no podía menos que preocuparnos. En aquella proclama también Fidel delegó provisionalmente en distintos compañeros las responsabilidades que tenía. Es vergonzoso que algunos contrarrevolucionarios que viven en Miami hayan celebrado con macabro júbilo lo que consideraban la inminente desaparición de Fidel, mientras en nuestro país el pueblo cubano ha dado muestras de serenidad y confianza. Esperamos que Fidel se recupere de la dura prueba, y lo veamos de nuevo asumir sus tareas. Por lo pronto, durante más de medio año el país ha seguido funcionando normalmente.

Pasando a otro tema, ¿cómo ve hoy el proceso político-social en Latinoamérica?

—Veo con justificado optimismo lo que está ocurriendo en el plano socio-político latinoamericano y caribeño. En otra respuesta evoqué los años difíciles en que se pretendió aislar a Cuba. Hoy, contrariamente a esa pretensión, Cuba está acompañada por gobiernos revolucionarios y por otros de conducta decorosa. Confío en que la ola renovadora que recorre al continente seguirá creciendo, y se haga realidad plena lo que Martí llamó la segunda independencia de nuestros pueblos.

En el continente existen países que manejan bastantes recursos, pero aún así sus pueblos tienen gigantescos problemas para acceder a la educación, salud y cultura, lo que en Cuba es gratis. ¿Por qué esto sí se puede en Cuba, que no es un país rico en comparación con otros, y no en países "exitosos" económicamente?

—Ello se debe a que en Cuba rige la voluntad política de atender a las necesidades esenciales de nuestro pueblo. En consecuencia, por ejemplo, la mortalidad infantil es más baja en Cuba que en los Estados Unidos, y nuestro país está plenamente alfabetizado. Y más allá de nuestras fronteras, Cuba ha enviado muchos millares de trabajadores para auxiliar a otros pueblos.

En el mundo hoy prima una economía ultra liberal, y pareciera no haber alternativa para detener los abusos que ésta produce. ¿Cree, desde su perspectiva, que aún son posibles las revoluciones que puedan cambiar esto en el nuevo siglo?

—La pregunta parece referirse a un momento anterior al que vivimos. Hoy, la economía neoliberal no está en alza, y ha sido impugnada abiertamente por gobiernos de nuestra América. Aunque no haya que pensar sólo en revoluciones de tipo clásico, sino en medidas positivas tomadas por varios gobiernos del continente.



FELICES LOS NORMALES
(Poema de Roberto Fernández Retamar)

Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

Fuente: La Ventana

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