Monday, October 4, 2010


VOCES DEL SIGLO XII

Ricardo Iribarren

(Pseudónimo Gocho Versolari)
(Mar del Plata, Argentina, 1949)



Micropaisaje con frío.



LOS PIES PENSATIVOS DEL CADÁVER




(De: “La muchacha y la muerte”)
"Su pie está pensativo como la cadena de un esclavo"
Schehadé


Descalza. Muerta. Un espectro
admira la forma de tus pies:
pequeños animales blancos
abiertos a la noche. El fantasma
pasa su dedo tenue por tu planta,
recorre tu arco transversal,
besa tu almohadilla
y cada uno de tus dedos,
mojándolos
con el hectoplasma de su lejanía.

Tus pies forman meandros,
silencios apretados.
Ya no son instrumentos de la marcha.
Tu muerte los convierte
en aves pensativas. La cadena
que luce tu tobillo,
te ata a la noche y a la sombra.

Insectos,
plantas trepadoras,
flores de la noche,
macilentos fantasmas
son los brazos eternos de tu amante
que te rodean,
que te enarbolan sin moverte:
bandera de la muerte. Marchas descalza
por los túneles iniciales de la sombra.
Pájaros horizontales
tallan en tus tobillos
arcanos y silencios. La muerte
ha convertido tus pies en un lenguaje.

La reina de las cucarachas
los recorre del talón a los dedos.
Se detiene en tus uñas;
olfatea la brisa de la noche,
teñida de tu olor a muerte
y baja por tu empeine
y recorre tu pierna
para perderse
en las profundidades de la tierra.

Majestuosos tus pies,
recorren el sueño de la muerte,
los senderos ignotos y las celebraciones.
Traspasan los arcos de triunfo
y se detienen
en la atalaya inmóvil de la sombra,
recordando a la brisa y a la luna
sus arcanos,
sus bellezas,
sus infantiles símbolos.
De ellos van y vienen los insectos,
bebiendo las luces que destilan
un minuto antes del rigor,
del imperio sin nombre del gusano;
en suma:
de tu segunda muerte.


2

Orgasmo pendular.

Se anticipa la noche entre las piedras
en la mitad del mediodía
con el rumor del agua,
con el rubor del tiempo,
con los peces invisibles de la aurora.

Orgasno pendular.
Salpica el agua

mientras ruedas brillantes se suceden
y el sol traga burbujas,
cuadrangulares sueños junto al río,
éxtasis romboidales que palpitan.
Un avión cruza,
lejano,
amenazante
como la vieja bruja
que vive en el oeste

Ahora,
el pendular orgasmo que va y viene
por mi esternón
por mi columna
y tus ojos que bogan
en el torrente sin par de la mañana.




Micropaisaje con expectativas.
Miguel Ruibal


3

LA NOVIA

La rueca del tiempo se encarga
de hilar el vestido de la novia
ahora, desnuda y solitaria

María Eugenia Caseiro



La novia
saldrá desnuda a los campos.

Sus altos tacones,
se enredarán en las raíces de los árboles;
sus largos cabellos
se elevarán como brazos
al cielo de la noche.
La luna,
viejo estanque,
vomitará depósitos de bruma,
archivos de nostalgia.

La novia,
vestida con las hebras de la luna,
correrá con sus hijos no nacidos
mordiéndole las nalgas,
bebiendo sus caderas.
Su hueso sacro
se macerará entre estrellas de mar,
muertos colágenos
y enormes y latentes arañas.


Se detendrá la novia
junto al árbol del centro de la noche.

Se quitará los zapatos de tacón:
sus pies morderán la tierra,
las raíces
las hebras sin nombre de los pinos
y su grito
ascenderá desde la tierra:
entrañas adentro del silicio;
nadará en su vejiga
y envolverá la noche
en un manto de aullidos y de notas,
de hebras y de lunas,
de colchas y de aceros.

Ahora
la novia desnuda se tiende
en el ara de la tierra
El amanecer ,
sacerdote ataviado con rosada tiara,
acerca a su vientre
un brillante cuchillo de madera.

Pájaros ancianos
mueren en la lejanía.



4


GUÍA PARA ENCONTRARTE

Te vi caminando descalza
en la arena de mis sueños.

Caían los crepúsculos
en doradas lluvias. Los pájaros
se precipitaban en el vuelo
y la noche era una bola plateada
debajo de mis plantas.

Seguías pequeña,
descalza
arremetiendo instantes,
remontando inmemoriales tiempos,
abriendo canales
en la piel de los días.
Tus pies desnudos
empujaban metáforas
en las venas cuadradas de la tarde.

Para encontrarte
hay que recordar las reglas
de los recodos de los sueños,
arrancar las pupilas de las plantas,
morirse
una y otra vez
y asistir al entierro de los duendes.
Para encontrarte
hay que buscar el mapa en los atardeceres
cuando el día se cierra
como una mano
y la luz aún flota en las miradas.
Para encontrarte,
hay que subir a los aviones de la noche
y asistir a todos los finales
y a todos los principios.

Ahora te miro
con la constancia azul de los guanacos.
Flota un llanto sin ojos
y los tuyos
brillan entre las sombras.



Micropaisaje.
Miguel Ruibal



5

…COLGARÁ INSOMNE Y BLANCA DE LA LUNA

La carreta avanza. Dejó atrás
el silencio de los guadales,
un atardecer de lanzas
y de cielos rojizos. Dejó atrás
el silencio de las trenzas renegridas,
el cuadrado agujero de las horas
y de las lluvias de mañana.

Ahora
rodean caranchos azules
el toldo gris,
despintado,
roto,
cargado de fantasmas de aguaceros.

Ahora
los espectros de las ciénagas
cubren las blancas barbas,
los buitres colgados de la tarde
y la parca como un viento en remolinos
arrojando cenizas y papeles.

En la noche
una muchacha muerta
colgará insomne y blanca de la luna.

6


MARIPOSAS

Te hice el amor junto al río
y mis nalgas se llenaron de mariposas
que empujaron con furia,
con un júbilo infante
acompañando mis esfínteres,
acompañando al río que bramaba. Después
caminamos tomados de las manos,
desnudos,
con nuestros cuerpos llenos de mariposas
en dirección a la tarde recién nacida
y a la verde mariposa de luz
de los crepúsculos.



En curso.
Miguel Ruibal


7


PAISAJE INTERIOR

Los lagartos de mis sótanos
ocupan pacíficos sus gabinetes. Las arañas
se mantienen en silencio
con su sueño de mares y piratas.
Los árboles de mi esternón
crecen oblícuos
y sus copas frondosas
atraviesan mi puerta de la manifestación.

Cuadrangulares ángulos.

Agudos empeines de pirámides.

Rombos hirientes y filosos.

Todo gira hacia el vértigo de la fragua,
de la azul fragua que pulveriza mis aristas
mientras una bandada de pájaros básicos
fabrica horizontes con sus alas.

Atardecer de invierno: las puertas se cierran
y quedo afuera
descalzo, inadvertido,
mientras hay fiesta en las terrazas.



LA ANCIANA

La anciana se duerme
entre pájaros tibios y niños olvidados
Al despertar,
beberá leche tibia
y atenderá los gatos
que llenan la casa de maullidos
de pelos y de olores.

El universo se cierra
alrededor de su cabeza inmóvil
donde laboran muertes
ignotas, anónimas,
cual cósmicas y eternas cenicientas.

Cuando las nubes se alboroten
y se llene de niños el crepúsculo.
tapará con algodón muy blanco
las juntas de las ventanas y del techo
para evitar que entren los murciélagos

Teme que en las noches sedosas
cuando vibre la sábana del cielo,
los ratones con alas
destruyan su arrugado cuello,
su piel manchada
y las arterias
donde la sangre llega apenas
como un rojo gusano.

Mientras la luna camina el linóleo,
llegará la soledad,
una joven desnuda
que exhibirá sus pechos
del dormitorio al living
y alborotará la ropa blanca
que la anciana ordenara con cuidado
en los suaves cubos de la tarde.

A eso de las cinco
cuando los cerros que rodean la ciudad
se llenen de gnomos y de pájaros,
La soledad será un demonio albino
oculto en las espaldas de la anciana
y enfurecerá al fuego
y enloquecerá al agua
y hará que los recuerdos se encabriten
en su garganta.

El cielo descubre en el cinabrio
la fundante piedra
en la que crecerá la noche
como una dama tenue
que hallara su camino desde el bosque.
Entonces
la anciana escupirá en una servilleta
un nódulo de peces
y su coronilla a la que abandonara el pelo
en tiempo inmemorial,
recordará las muertes y los nacimientos
como coronas súbitas
alrededor de sus años y sus mieses.
En los sueños
el mundo agostará y retoñará
con manchas de sopor y de vigilia
tendidas en sus resecos senos
mientras un barco se prende de la aurora
y sus remeros
entonan una canzonetta
derivando a las montañas de la sal
acumulada en montañas, en puños,
en silencios y en bocas.

La anciana ha vuelto a despertar
y contempla por el roto vidrio
los blancos Pirineos de la noche.


Ectoplasma.
Miguel Ruibal


BESTIAS


Afuera se escucha
arañar a las bestias
las ventanas del corralón
donde la muchacha desnuda
protege sus pechos
aterrorizada.

Ellos entrarán
cadáveres viviente.
Beberán de su carne
la violarán
la violarán
y harán que muera lentamente
mientras una flor olvidada
desmaya sus pétalos uno a uno
en el vaso decrépito
que le sirve de florero ambulatorio

Después
las bestias cenarán el corazón
tierno y palpitante
beberán del vientre de su víctima
y se dormirán hasta que el sol
las obligue a volver a los sarcófagos:
piedras devoradoras de carne
cerradas al sol
y a la memoria


© Ricardo Iribarren

Ricardo Iribarren (Pseudónimo Gocho Versolari) Escritor argentino, nacido en 1949 en la ciudad de Mar del Plata, y en la actualidad residente en Villavicencio, Colombia. Ha participado en libros de ensayo y narrativa. Sus principales publicaciones en papel son “El ángel y las cucarachas”, Mérida Venezuela, 2006 y “La vida está aquí – seis ensayos y siete leyendas sudamericanas” (1992). La mayor parte de su obra se encuentra inédita.



Nota del autor del blog: Queridos(as) lectores que visitan este blog tengo el gusto de invitarlos (as) a visitar la página web del poeta Ricardo Iribarren, nuestro querido Gocho, para que puedan disfrutar de la primicia de su nuevo poemario que lleva por título, “Descalzo en los Cinco Reinos.”

Una obra donde nuestro poeta no conduce a adentrarnos por mundos de perentorios de la composición filosófica de los pies como eje fundamental para entendernos y comprender nuestra posición dentro del universo.

Nuestro poeta maneja un discurso de símbolos que hacen de cada poema una joya reflexiva sobre el Yin y Yang y el papel que dicha filosofía representa en la psiquis, como también en la composición antropológica del ser humano. Novedoso, ingenio, hondura y un exquisito manejo del lenguaje poético hacen de este poemario una obra perdurable a los albores del tiempo.

Los(as) invito a visitar “Descalzo en los Cinco Reinos.” En el siguiente enlace: http://www.gochoriklit.com/descalzo.html

Espero que disfruten como los he disfrutado yo.

Daniel


NOTA DEL AUTOR DEL BLOG: Los trabajos visuales usados como ilustraciones en esta breve selección poética del poeta argentino, Ricardo Iribarren son del artista uruguayo, Miguel Ruibal. Pueden visitar su blog donde podrán disfrutar de su obra visual. El enlace es: http://miguelruibal.blogspot.com/

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