Sunday, November 27, 2005

Juan Armando Rojas, poeta invitado en el Wrong Side

**llovizna** (santuario)

cae llovizna en tus alas colibrí para entender la lluvia
cuando te ahogas en un vaso de agua para explicarte por
qué sólo hay día del aquel lado del río cuando la luna
habita la sequía

bajo la llovizna y cae en tus alas escarbas en la arena
bebes el agua de la noria tu reflejo destello presente
entre la luna y la luna entre el cielo y el cielo la
llovizna baja

cae llovizna colibrí entre otoño y los muros del sol
baja llovizna hasta humedecer tu cuerpo de viento
flagelado el corpus de tu flor el invisible giro la
ausencia de tus alas

esta mañana presenciamos el rumbo de tu vuelo el mapa
de la lluvia la angustia de sentirse abandonado y en los
cristales de la arena tu rostro un sol que desconoce tus
anhelos



**isla en la memoria** (lunazul)

poco antes del amanecer
quieres contemplar tu isla en la memoria
desenterrar la caja de juguetes
abrir con la llave
el croar distante de la rana

amanece y llegan a la isla
unos hombres de latón acrisolado
se esconden tras los muros de las casas
te arrojan a la noria
llueve y tras de ti saltan las ranas


**lluvia escarlata** (lunazul)


brote de rosas fuego tu cuerpo
al contacto de tu rostro con la arena

el cielo escarlata frío tus manos
el rebumbio de diluvio tus pupilas

lluvia escarlata sangre la arena
un hombre escribe la historia de su pueblo


--primera habitación--(desértica morada)


**la casa amurallada**


viajamos por las ventanas de un vitral
y las lágrimas de arena
de cierto mar nocturno


viajamos por el mapa de los cielos
las líneas de las manos
señalaron el lugar

con ceniza y sangre de guerreros
se alzó de esta ciudad el primer muro
y en las rocas se dejaron las ofrendas

de granizos se alzó el segundo muro
para seguir el rumbo de las aves
papalote enseñó a los habitantes a volar

bajo la lluvia y una lunazul
se construyó en invierno el tercer muro
cantaron las ranas y el pueblo danzó

el cuarto muro se elevó con el fuego
del volcán que nace en la laguna fría
y los hombres aprendieron a nadar

así fue construida sobre el peñol
de los coyotes la casa amurallada



**(el poema)** (médano)

navega sobre dunas
al sacudir la tinta
hay calma en el desierto
del viaje recuerda unas palabras
en silencio


regresa al río
completamente solo
de noche y entre el caos
un naufragio
él apostó y perdió en el juego un cometa
inalcanzable
inmerso en su horizonte
ojalá no se pierda


**(las palabras)** (médano)

vuelven al mar
vuelven a palpitar su corazón violeta
impregnan su aroma en el origen
se entregan a la noche revelan el secreto
la misma luna


**lluvia** (trincheras)

le llaman lluvia
cae
se tan fértil que la llaman lluvia
los bautiza y se le nombra
lluvia los relojes se cambian por goteros
difícil conseguir arena

tedio a veces se le llama tedio
se evapora
es constante y sólo cambia de rumbo
con el viento

le llaman esperanza
nube
es tan frágil que le llaman
esperanza
a veces se extravía o se la lleva el aire
y si la encuentran
¡llueve en el desierto!


**la vías** (desierto mar)

es el desierto
como una larga cicatriz
las montañas
disfrazan el camino
un cielo el horizonte
cuando un tren avanza por la arena de la rosa
a lo lejos se pierde su sombra evaporándose
en la lengua pegajosa del coyote
donde el calor descansa en los durmientes


**callejones** (sub-título)

I

las vías de tren sobre el desierto
son una escalera abandonada bajo el sol

en bello rostro una marcada cicatriz
el cauce de un río en la sequía

rayo de luz huella en la arenas
son dos columnas dos horizontes

también así es el callejón en el desierto
un espejismo paralelo al mismo instante de morir de sed



Juan Armando Rojas (Ciudad Juárez 1969) es autor de los poemarios “Lluvias de luna (FETA. 1999) y Río vertebral (UACh, 2002). Algunos de sus textos aparecen en la Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI: el turno y la transición (Siglo XXI, 1996), compilado por Julio Ortegas, y en Cuentistas de Tierra Adentro III (FETA, 1997), compilado por Lazlo Moussong. Es co-autor de la antología, Canto a una ciudad en el desierto: encuentro de poetas en ciudad Juárez, publicada mediante la beca PACMYC (Cuadrilla de langosta, 2004). En 2003 ganó el V Concurso Literario de Poesía de la Universidad de Monterrey, por Ex libris: Amherst, y fue becario del Instituto Chihuahuense de la cultura como creador con trayectoria 2003-2003. También es doctor en Letras hispanoamericanas por la Universidad de Arizona y actualmente becario de la fundación Andrew W. Mellon (2002-2004) en Amherst Collage, Nueva Inglaterra (Massachussets), para estudios post-doctorales, y además asistente de español en Ohio Wesleyan University.

Nota:

Los poemas seleccionados aquí corresponden a su último libro: Santuarios desierto mar. El libro está estructurado en la forma de varios capítulos, y hemos querido aquí recoger una muestra de cada uno de ellos. La poesía del poeta mejicano, Juan Armando Rojas se entronca en la meditación realista del entorno, ya sea histórico o en la sublimización de los elementos, que rodean al hombre originario del suelo mejicano. El paisaje que en los ojos de cualquier foráneo adquiere rasgos de manifestada hostilidad he visto aquí, a través de la reflexión meditativa del poeta como, formando parte del tejido del cuerpo de los pobladores de la tierra. El poeta individualiza en la esencia de cada elemento, que conforma el conjunto poético como ejemplo: el colibrí, el coyote, la lluvia, el desierto, etc.En su voz no son cosas sino partes intrínsecas del ser que en ellas reflexiona, y por medio de la mística se diviniza todo el paisaje hasta conformar ese santuario vital para el hombre originario de nuestra América. Cabe resaltar, que en la forma como nuestros aborígenes perciben la naturaleza en la concepción de un ente globalizador (madre), su relación se torna armoniosa aún con los elementos más adversos a su existencia. Esta visión se contrapone a la mística cristiana en cuya cosmovisión predomina el conflicto naturaleza-hombre, y por ende este último no se considera como parte de la misma sino como su antagonista.

La poética del poeta Juan Armando Rojas, puede hablarse de armonía en término plural porque la belleza forma ese tapiz donde se manifiestan la pura concreción de concebirla en su estado primitivo. Los siguientes versos corroboran mis palabras:“cuando un tren avanza por la arena de la rosaa lo lejos se pierde su sombra evaporándoseen la lengua pegajosa del coyotedonde el calor descansa en los durmientes”Espero que la muestra seleccionada sea de su agrado así como la oportunidad de conocer a unos de los poetas contemporáneos mejicanos post- Paz.

Daniel Montoly

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.