A Raúl Gómez Jattín
Hermana noche, a ti, que tantos enamorados
dirigieron sus dedos hasta los labios
de tu vientre, soñando saciar su sed
en tus senos, niños hambrientos
de tiniebla.
Hermana noche, tú, que has sosegado
en tus brazos oscuros
las frías esperanzas del suicida,
escribiendo en sus parpados
tus misterios de mujerzuela.
Hermana noche,
aquí, desnudo, te busca un hombre,
deseoso de encontrar refugio
entre tus piernas.
Daniel Montoly©
4 Comments:
La noche te espera, y abre sus piernas en forma de luna y estrellas. La noche se viste de azules dominantes que solo pueden ver los hombres errantes.
Un hombre alado, extraña la noche.
saludos
Y en su enrancia encentrará la razón existencial de su círculo. La palabra del comienzo oculta tras el argumento del viaje, el silencio que acompaña al viajero que no sucumbe al miedo o la duda.
Para cuando caiga el sol haya ya no será un hombre sino una estrella más entre los tantos nombres con que el Universo reconoce a uno de los suyos.
Un fuerte abrazo, Gaiar. Daniel
Un hombre cuyas alas fueron zurcidas al espacio de su vida para que en su último vuelo
pueda evadir las dudas intrínsecas a toda partida como las huellas que siguen a un errabundo por el desierto cuando la noche ha terminado por imponerse.
Un abrazo, Lituma, y que se repita la visita. Daniel
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