“No lo recibiré nunca”, dijo una vez con un tono a medio camino entre la frustración y el alivio. Se enteró de la noticia por los medios de prensa.
Nadie pudo prevenirla con anticipación. Se había ido de compras, en Londres, y era imposible localizarla, afirmó su agente literario. Este año ni siquiera estaba incluida en las cábalas y vaticinios.
En uno de sus giros imprevisibles, la Academia la ungió con la corona de laurel ambicionada en secreto por todos los que han figurado alguna vez como posibles ganadores.
El lauro se le otorgó, argumenta el comunicado oficial, por su condición de “narradora épica de la experiencia femenina, que escruta con escepticismo, ardor y fuerza visionaria una civilización dividida”.
Próxima a cumplir 88 años, Lessing será desde hoy, y durante un año, la figura más descollante de las letras universales y vivirá un reinado que trae consigo una cadena ineludible de presentaciones y giras por todo el mundo, sin tiempo apenas para sí misma.
Cuando el portugués José Saramago recibió tal honor, al pensar en este programa exhaustivo, grávido de compromisos y obligaciones, murmuró: “Dios mío, lo que se me viene encima”.
Nacida en Kermanshah, Irán, hija de un oficial del ejército británico, su verdadero nombre es Doris May Taylor. Vivió con su familia en la entonces colonia británica de Rhodesia, hoy Zimbavwe, y esa estancia en Suráfrica la marcó para siempre.
Lessing fue una de las críticas más severas del régimen del apartheid, lo cual plasmó literariamente en su novela Canta la hierba, la historia de un amor prohibido entre dos personas de diferentes razas. Sus críticas le valieron, durante décadas, la prohibición de entrar en Suráfrica.
Defensora del papel y los derechos de la mujer, y los avatares de la relación entre los dos sexos, a menudo se le consideró un emblema del feminismo, lo cual rechazó firmemente. A esto contribuyó la publicación de El cuaderno dorado, uno de sus libros más conocidos.
Su más reciente novela, La hendidura, expone la teoría de que fue la mujer quien surgió primero y luego el hombre. “No dudo de que la mujer ha estado en el planeta por mucho más tiempo”, asegura.
Los hombres, en su opinión, “parecen carecer de la solidez de las mujeres, dotadas de una armonía natural con el mundo; ellos son inestables, erráticos”.
Dueña de una obra sólida, de indiscutibles valores estéticos, Lessing es la primera británica en conquistar el Nobel. Parecía que la Academia Sueca la había olvidado, pero con los académicos nunca se sabe.
Reproducido de: La Ventana
6 Comments:
Me encantó, no porque fuera mujer, sino por todo lo que encierra su lucha.
Gabriela Abeal.
También me emocionó que finalmente lo recibiera después de ser candidata al mismo por varias décadas. Eso del Nobel muchas veces tiene telones de fondo como en este caso con el tira y aprieta entre varios países europeos con el hombre fuerte de Zimbawue, Robert Mugabe. Doris lo merece por su inconmensurable trayectoria dedicada a literatura y a la defensa de los valores humanos, asumiendo una actitud critica cuando el momento lo ha requerido.
Yo espero que el próximo año la Academia reconozca la obra y compromiso de Ernesto Cardenal.
Un beso. Daniel
Daniel: La esperanza, obvio, es lo último que se pierde. Pero se ha llegado por momentos a un nivel cultural donde en primer lugar están los intereses, los celos y el egoísmo, si se ve en las pequeñas esferas, no quisiera imaginar en las más altas.
Vamos a dejarlo ahí.
Cariños.
Gabriela.
Querida Gaby, la mezquindad motivada por muchos otros factores siempre estará presente entre los seres humanos, es lamentable decir algo así, pero pensar lo otro es pescar de ingenuidad.
Eso se manifiesta en todos los extractos de las relaciones humanas, esa es una de las cosas, que han hecho transformarme en una especie de lobo solitario. En los grupos siempre “se cuecen habas” como decimos los caribeños.
Lo importante es saber caminar con el rostro el alto y la conciencia limpia, lo otro yo se lo dejo al tiempo.
Te mando un fuerte abrazo con afecto.
Daniel
Estimado Daniel: Aquí también se dice de la misma forma: "Se cuecen habas"
Si, si, estamos de acuerdo...lo importante es caminar tranquilo con la frente en alto, sabiendo que por lo menos no andamos por la vida con doble discurso.
Para remetar con otro dicho : "MÁS VALE SOLO QUE MAL ACOMPAÑADO".
Gabriela.
Querida Gaby,
Mi abuela siempre me repetía eso cuando yo era adolescente porque mis amigos siempre estaban metidos en problemas.
En cuanto a las situaciones que se crean en este mundo surreal del Internet no le concedo mucha importancia aunque algunas personas se han dado a la tarea de querer hacerme la vida imposible.
Tengo eso claro; no dispongo de tiempo para estupideces, por tanto los dejo que vuelen con sus alas imaginarias.
Te mando un abrazo. Daniel
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