La Ventana reproduce las palabras de Roberto Fernández Retamar en el tributo de la Casa al trascendental escritor uruguayo
Coincidiendo con el sepelio de Benedetti en Montevideo, en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas, escritores, intelectuales y amigos, entre los que se encontraban Abel Prieto, Ministro de Cultura, Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad y Armando Hart, director de la Oficina del Programa Martiano, rindieron homenaje al que fuera fundador del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa y un entrañable colaborador y amigo.
Una proyección de fotografías de Benedetti durante su estancia y paso por la Casa, instantáneas que revelaban su cercanía también con escritores y artistas cubanos y latinoamericanos, así como portadas de algunos de sus libros publicados por el Fondo Editorial Casa, acompañó el sentido acto.
El poema "Quemar las naves" se escuchó en la voz de su autor, gracias al registro del Archivo de la Palabra, proyecto en el cual también contribuyó desde sus inicios. A la intervención de Retamar le sucedió la versión musicalizada que el cantautor catalán Joan Manuel Serrat hiciera del poema "El sur también existe". Más adelante tomaron la palabra los poetas Pablo Armando Fernández y Nancy Morejón para leernos "No te salves" y "Un padrenuestro latinoamericano", respectivamente.
Al concluir, mientras observábamos aún imágenes de Benedetti participando de las actividades de la Casa, Mario y Daniel Viglietti, oíamos el dúo peculiar que ambos sostenían. El primero recitaba "Defensa de la alegría" y el segundo cantaba "Identidad". De esta forma, la Casa junto a admiradores de Benedetti recordaba la presencia constante entre nosotros del poeta y el hombre.
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NI QUEREMOS NI PODEMOS OLVIDARLO
Palabras de Roberto Fernández Retamar en el Homenaje de la Casa de las Américas a Mario Benedetti
El pasado domingo dejó de existir uno de los más leídos y admirados, y probablemente el más querido de los escritores latinoamericanos de este tiempo: Mario Benedetti. Aunque se le sabía muy enfermo, la noticia conmovió al mundo entero, y de manera particular a quienes estamos vinculados a la Casa de las Américas, como lo estuvo él mismo hasta el fin de sus días.
Mario no fue solo autor de una obra literaria múltiple y rica, sino además una conciencia inclaudicable. Ello lo llevó a conocer dolorosas experiencias. En relación con algunas de ellas me escribió el compañero Julio Cortázar el 6 de octubre de 1975: “Dame noticias de Mario Benedetti. He estado muy inquieto desde que supe de su partida del Perú, y mis informaciones no son acaso las buenas. Me dicen que está con ustedes, cosa que deseo de todo corazón. Mario es uno de los hombres más valiosos de nuestro continente y por tanto siempre en peligro”.
En efecto, después de haber tenido que abandonar, perseguido, su país primero y la Argentina luego, fue expulsado en 1975 del Perú. Volvió entonces a trabajar en la Casa de las Américas, como ya lo había hecho años atrás, cuando fundó nuestro Centro de Investigaciones Literarias y fue una fuerza irradiante. Con razón un biógrafo suyo, a propósito a esa expulsión del Perú, pudo decir: “Mario se irá, pues, a Cuba, que sigue siendo su patria política y el lugar donde ocurre la Revolución, a la que se siente ligado por un doble compromiso de admiración y lealtad.”
La difusión de la obra de Benedetti es tan inmensa como lo merece. Mario, afortunadamente, llegó a conocer en vida el reconocimiento incluso multitudinario que se le negara a otros grandes. Y junto a esa obra es imprescindible destacar la hermosa y valiente dignidad de su conducta. Bien conocimos ambas cosas, obra y conducta, en la Casa de las Américas, donde además de su presencia fundadora nos dio lecciones de modestia y humildad.
Tantas cosas llevan entre nosotros la marca de Mario, que ni queremos ni podemos olvidarlo. Vivirá cuanto viva su Casa de las Américas, que él contribuyó como pocos a hacer realidad.
Casa de las Américas
19 de mayo de 2009
Tributo a Mario Benedetti
Secuencia audiovisual proyectada en el homenaje de la Casa al escritor uruguayo
Nota de la Casa de las Américas a la muerte de Mario Benedetti
El reconocido poeta, novelista, cuentista, dramaturgo y ensayista uruguayo murió en Montevideo a los 88 años de edad
A Benedetti no hemos dejado de mencionarlo ni un solo día
La noche anterior a la muerte de Mario Benedetti, fue premiada en la Feria Internacional Cubadisco 2009 una colección discográfica de la Casa de las Américas, que fuera fundada por el poeta uruguayo durante su inolvidable labor en la institución habanera
2 Comments:
Buen post. Creo que Benedetti ha dejado un vacío en el espacio insondable de las palabras que solo pudo llenar él.
Saludos...
Cierto Jorge, la partida de Benedetti deja atrás un espacio en blanco que tomará mucho tiempo llenar, pero debemos de tomarle como ejemplo para impulsar la literatura latinoamericana hacia linderos universales. Tenemos muchas promesas en nuestra joven poesía, ahora nos toca a nosotros emprender la cabalgata y poner nuestras voces por lo alto.
Abrazos.
Daniel
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