Tuesday, November 5, 2013

VOCES DEL SIGLO XXI Juan Carlos Céspedes Acosta




 VOCES DEL SIGLO XXI

Juan Carlos Céspedes Acosta
 (Cartagena de Indias, Colombia)


Memoria




Escribe, poeta, que llegan los invasores
con sus manos de hierro no dejarán
                                    piedra
                                    ni memoria

Escribe en las cosas más inverosímiles
deja claves
                                    en el aire
                                    en el agua

donde no puedan borrar
ni escupir tu rostro

Escribe que vienen los bárbaros
                        tumbarán las puertas
                        quemarán los libros
                        asesinarán familias

pero tu nombre estará cifrado
en las cosas que pisan

Cuando duerman los esbirros
la palabra te rescatará de las ruinas
                        y volverás en otras pupilas
                        de nuevo a la vida

Escribe, poeta, escribe, escribe, escribe…

A los poetas




Roba tu fuego
no te calientes en hoguera ajena
ni quieras lo que te ofrecen

Que no cacen tu alimento
manos diferentes a las tuyas
niégate a beber el agua recogida
por otra boca

Ve y trae el fuego que te pertenece
leña tus uñas y aun los ojos
porque algo has de entregar
por tu poesía.




El primer estravagario



A Pablo Neruda



A la casa del poeta la vigilan las ametralladoras
vidrios rotos, gavetas reventadas
libros quemados  testimonian el
despojo

¿Qué buscaban?
¿Nombres para fusilar?
¿listas y claves para encarcelar?
¿fotografías para torturar?

Si todo estaba en su poesía
la que creían con el fuego destruir

Las tropas vigilaban al poeta 

al poeta cansado en su ataúd
al peligro de sus ojos cerrados
al ejército de sus manos cruzadas
a la arenga de su boca clausurada

Ahí va el funeral del estravagario
en medio del acero enemigo
el mejor honor para un valiente

¡Cómo tiemblan los cobardes
cuando la poesía los enfrenta!




Si me quedo en silencio



Si me quedo en silencio
puedo escuchar el rumor de sus piernas

Cuando camina
trae un idioma que me habla
de sábanas desgarradas

Si se sienta frente a mí y las une muy fuerte
me dicen tener un bello secreto que contar

A veces las cruza y su voz  adquiere
una sensualidad deslizante
y habla de una tarde de junio
en que aprendió la lectura de mis labios.




Mi versión de “Rhapsody in blue”



me gusta tu viernes
suave y abundante en bienvenidas
lleno de hiedras que trepan por mis pies
y me salen ramas por la boca

me gusta tu viernes
con sabor a lenta prisa
de espasmos agazapados
tras los pájaros que picotean
mis carnes reposadas

tienes el viernes como me gusta
de color de mandarina resignada 
uva penetrada por el diente
ropas atizadas por los labios
mi reloj de sangre de medianoche
marca el compás de tus ondulaciones

me sabe tu viernes
y me cabe justo en las manos
abres tu paraguas sin lluvia
así no entra nadie
así nada te sobra.


Luna visitando una ventana



Hay algo inocente
en la luna

Pasa la historia
pasa el hombre
y ella sigue iluminando
los caminos

Esta noche mientras brilla
sigue el hombre
sigue la historia
y dentro de mucho tiempo
alguien más sucumbirá
a su delirio.





El pretil

Sentados en la infancia
Veíamos pasar las hembras
Y éramos hombres lanzando palabras
Espiadas en las esquinas

Quedábamos deslumbrados
Ante el poder de las caderas
En ese juego de nalgas descomunales
Que nos decían cosas deliciosas
Sólo intuidas

Tanta redondez por las ramas de las calles
Nos saturaban los ojos
Y hacían de las manos
Caricias perdidas en nuestros cuerpos

Mirábamos cabellos largos hasta los sueños
Haciéndonos burbujas por los oídos
Y se reían de tan pequeños
Unas devolvían sonrisas de bocas pintadas
                                                            /como caramelos
Otras nos mandaban al estudio

El tío aguafiestas a mi madre:
Allá está tu hijo enamorando jevas
Y ella preguntándome por los limones
Cuando yo sólo traía azúcar en los labios
Y una papeleta de café que nadie había pedido.





El tatuaje



El tatuaje no te salva
Porque no eres el tigre
Que amenaza desde tu pecho
Ni la cobra que se yergue desde tu brazo
Eres pura carne que se abre
Hueso que se parte
Ínfulas de valiente
Ante la pavura del disparo.




El sexo de los leprosos



Nadie puede con tanta soledad
Ninguno puede vivir a esa distancia asimilada
Donde sólo entra la mano compasiva
La caricia un imposible agazapado en la memoria

No recordar dónde se fueron quedando las esquirlas
En qué tierra se sembraron estériles las migas de los
                                                                              /dedos
Aprender de golpe el asco en el lenguaje de los ojos
No saber dónde va a quedar la próxima huella
Ir muriendo y ser testigo principal de ello

Anclarse en un pasado para ordeñar de los recuerdos
Un poco de leche de lo vivido
Para cicatrizar la doble herida de la vida y de la
                                                              /muerte
No existe la simpleza olvidada del beso
Ni la mínima forma de amar recostado al pecho

Todo se va en soledades de piedra y hierro
Y el inventario de la carne siempre en quiebra
Condena al cuarto apestado sólo sufrido por los muertos.



Juan Carlos Céspedes Acosta (Siddartha) Poeta  y   escritor  de  Cartagena  de  Indias, Colombia.  Abogado  de  profesión. Periodista freelance. Presidente de la Corporación Cultural Cartagena de Indias. Director  de  la  Revista  La UrraKa Internacional.  Miembro del  PEN  Colombia. Coordinador del Taller Literario La Urraka.  Creador del Festival de Poesía Erótica de Cartagena de Indias. Ex presidente del Parlamento Nacional de Escritores de Colombia. Miembro de la Asociación de Escritores de la Costa.



E-mail del autor: siddarthapoeta@gmail.com




Sitios del autor en la web:













Nota del autor del blog: Las obras visuales que ilustran esta muestra de poemas son del artista, Jean Helion y provienen de diversas fuentes del Internet.

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