Wednesday, December 6, 2006

Una breve selección de la actual poesía puertorriqueña.



Ilustración: Tercer Mundo, Wlfredo Lam


La loba
*

En fin, que no hay respuestas simples
al aullido solitario de una loba.
Debí nacer en la manada
donde la orfandad no existe.
Cómo habría de descifrar los signos
en las múltiples vestiduras de la soledad,
la altivez mortal del que comió de tu mano
y atrás dejó el amor sin despedida
como una choza maloliente.
Cómo hacer recuento
de los nombres incontables del amar
que van a morir tan lejos.
Debí cerrar puertas y entendimiento,
la piel desbocada y sin bridas,
el corazón maltrecho,
y hacerme de la idea
que no escuché su aullido…auuuuu

Etnairis Rivera


**

Al verde de tu patria
estas en el opuesto
en este oriente solo;
en ti y por ti te pienso
perfecto tulipán
que alumbra el pecho.
Orla delicada
que el pensamiento
toca con ternura.
Voy a tomar de ti
toda hermosura
para hacerle a mi vejez
otra silueta....

Vicente Rodríguez Nietzsche


Boat people
***

20. aqui al fondo danzan concejales—
ahogados todos del Caribe
emisarios
de las naciones del pasaje intermedio:
delegados de Costa de Marfil,
ciboneyes todavía suicidándose en rituales de mar
disidentes de Trujillo, de Batista, Duvalier
amigos de Mella
prófugos en barcas por Santomás
cimarrones en su yola
traficantes de sustancias controladas
de carnes y carnadas controladas
pescadores peleando contra marinas de guerra
ex-esclavos intentando llegar a la Guinea de su
libertad.
danzan concejales neo-ahogados
de todas estas islas--no es egeo
algo sobrevuela a ras del agua
y los ve
girando lentamente como un vuelo
hasta bajar a las calles
de esta gran ciudad al fondo del mar.
es tiempo de combites aquí abajo
lo saben los nuevos nitaínos saltando de las hélices
de los motores rozando la frontera de la urbe.
lo saben los nuevos panzallenadeparásitos
el hambre llena los ojos de distancia
bala perdida que encierra su susurro en caracola
vuelta sangre contenida
en siete plomos anunciados.
lo sabemos todos
las balas y el hambre son las madres de la sal
verdes ya los concejales
distribuyen sus pasitos arenosos para poder cruzar
la ciudad de banda a banda.
es rito necesario-
llaman a los que vienen a sumarse
y los que vienen a sumarse responden
flotando.
morenitos
sirenas
reinas de belleza aquejadas de melancolía
sirvientas que dejan a sus hijos en casa de la abuela
negros lisos como anguilas liberados de su rabia de
saberse más
y de vivir arrastrándose con la boca llena de tierra
la mulata con su hijo entre las piernas
ya limpia de tanto dedo
se suma ella también
libre después que cae entre las aguas
no volverá a dudar
saciada quedará su hambre para siempre
y para siempre sus ganas de ver más
que algo finito que la cerca.
es rito necesario.
los concejales saben que el mar es una hembra
que engulle, digo, acoge y siempre ofrenda
espacio para más
que ella es la casa de aquello que no cesa de saciarse
por eso la convocatoria
por eso el puente infinito de cuerpos
que caen
oscuros caen, ah negresa
como un estela de detrito evanescente
que marca la ruta del viaje hacia lo insaciable.
el mar es insaciable
morenito
por eso bailan los viejos concejales.
el baile llama al hambre necesaria
para que nuevos cuerpos emigren
a esta casa del agua
el mar es insaciable
e insaciables son las estirpes que crecen a su costa
el mar crea cristales que confundimos con fronteras
con cosas que refulgen allá lejos
y allá lejos nos tiramos deseantes
seguimos el ritmo de las olas
el son de una voz que susurrante dice
mulata ay negresa
ven morenito mio
ven a bailar que aquí abajo
no hay que apagar luces
ni hablar bajito
aquí abajo el hambre no molesta
y el baile no termina
todo es una cosa muy flexible
y muy acogedora
cuestión de dejarse ir
dejarse ir hasta de plano
verse convertido en una gota
en un sudor de pez que de repente
se lleva una gaviota
y un verdor lejano que recuerda la tierra
a la que nunca pensaste regresar.
esta es tu casa morenito
ven deja que te abrace
al fin estás conmigo
al fin puedo dejarte de embrujar.

Mayra Santos-Febres


Aprendiz de poeta
****


Sólo abre la ventana y respira la luz del sol,
los dolores se evaporan poco a poco, gota a gota,
con la brisa dulce de tus montañas
con las manos de un mar de sueños
o con mi sonrisa de duenda veloz,
que pinta de magia
los rincones anónimos de mil errores,
o para regalarte un arco iris
en la esquina de un bar,
para que bebas de mi alma.

Sólo soy aprendiz de poeta
cantando por las calles de mi barrio
versando vidas en las catacumbas de un trabajo
haciendo el amor a las rutinas
para fundir los miedos a fuerza de versos
para cantar a las mentiras
de un gobierno decadente
para ponerle el cascabel
a la hipocresía globalizada
o, quizás, tan sólo,
para besar nuestros recuerdos clandestinos
cantar juntos la canción de la locura
en una tarde cualquiera,
desnudarnos bajo las estrellas
y anidar en la primavera de un poema.


Ana María Fuster Lavín


presagio
*****

La visita nocturna nos mostraba
la gradiente
( tenues… intensos…)
los tonos en sus alas
y por doquier relieves
en ellas,
d e s p l e g a d a s

“cual atalaya, a la esperanza señala”
en el ser, aquella madrugada, destacabas
observé entonces, en silencio, nuevamente,
los tonos y relieves
el marrón de sus alas
y no sé porqué
pensé en la vacía crisálida…

tal presagio
era el nuestro

Carlos Esteban Cana


VIAJE DE VOZ Y OLVIDO A LAS SOMBRAS
******


Ya tiene voz tu madrugada, sombra.
Estos sauces se conocen desde tu herida.
Como una sangre joven, descubriendo cauces y tiempo,
te olvido en la piel donde haces mi pausa, sombra.

Ya nunca podremos conocernos,
ni soñar el agua oscura del lenguaje
ni decir los amores en la fragua, sombra,
no quiero tu sol de lluvias antiguas,
no quiero navegar en la arena donde rompes,
la palabra única a la vida, porque la muerte asoma
el rostro de un triste topacio de ángeles,
hechos con soledad desde tu boca, sombra.

Yo quiero ser un vacío,
un descubrimiento de silencios,
quizá, amo todas las sombras cuando me abandono,
y las puertas oscuras te nombran, y callo.
Pero me gusta tu celaje de muerte, sombra.
Tu sabor de viaje, tu verano de rocas, tu nombre,
tan seco como un beso en el llanto de nadie.

Y soy de tus encuentros,
me descubro una sombra abierta con el mar,
y no termina el amor que odio y despojo,

cuento lento de heridas entre el aire;

sombra infinita.

Marioantonio Rosa.


CÍCLICA MORDEDURA
*******


Nada persiste contra el fluir de día
José Emilio Pacheco


porque cesa la turbulencia
fluye un viento de sangre austera
donde un sol de polvo
fondea hasta hundirse
para surgir de nuevo
en las entrañas
de un tigre alevoso
listo para el combate

Alberto Martínez-Márquez


Canto de las palabras
********


He visto las palabras
dormidas en la estación del metro,
en los bancos de los parques,
bajo los puentes de San Juan y Buenos Aires
y en las escaleras de algunas catedrales.
Las he visto acurrucadas
una noche de frío
en una esquina anónima de Sao Paulo
y en Managua.
He visto las palabras
arropadas en la tibieza de su propia caricia,
gorriones de ojos grandes
contando a la intemperie las estrellas de la noche.
Es que alguien las dejó
abandonadas.

José Manuel Solá


x----x
*********

Yo también
Amé a Lou
Y a Madeleine;
Y a la chica
Que se fue a Paraguay
A fundar
Una colonia comunista.
-yo le decía Lisabeth-

El tiempo
Es una gata evasiva
Que te mira de lejos
Pero nunca
Te toca.
Ayer pudo haber sido
1915 o 1883,
da igual.

La soledad
No tiene cronología.

1-2/03/01
Mario R. Cancel


LA CABEZA DEL POETA
**********


Quiero cortar la cabeza de las niñas
como si fueran mías: poeta
de mirlo petrificado en las aguas
del deseo. Puta coja, poeta de bruma

(sangre de cristal, sangre d'orgasmo).
Quiero escupir el ojo de la madre
como si rasgara el ojo del poeta:
crisalida de Dios que se anhela

mariposa. Lengua rota en los cristales de tu
lengua. Cortar quisiera la cabeza del falo
como se cortan los pezones de las novias.

Quisiera clavar la cabeza de Dios en una rosa
(sangre de cristal, sangre d'orgasmo), como
se clava la cabeza del poeta...

Iván Silén
28 e junio del 2000
Nueva York


Concierto
***********


Siempre se preguntó de qué forma la muerte
le ocurriría un día en que, por descuido,
dejara la mirada clavada a un paisaje
o se diera la vuelta para admirar un rostro.

Mas le llegó sentado en sala de concierto.
La vió salir de un piano con un dulzor macabro.
Desde unas manos más rápidas que el tiempo
se le derramó encima marejada escarlata.

Los vecinos notaron que algo raro pasaba
pero creyeron que aquel hombre extraño
simplemente lloraba, y apartaron la vista.

Y cerraron los ojos para no ser testigos
del cuerpo que rodaba de la silla al pasillo,
de placer, sangre y notas a su muerte entregado.

Alfredo Villanueva-Collado

1 Comments:

Blogger Hilda Vélez Rodríguez said...

Estupendo. Una alegría muy grande ver que te ocupas de los de aquí. Un abrazo.

6:10 PM  

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