Sunday, August 18, 2013

VOCES DEL SIGLO XXI Mario Castrillo


 
 VOCES DEL SIGLO XXI


 Mario Castrillo
( El Savaldor 195o) 





    EN UN DECREPITO BAR DE LA BAHIA


                                                                                          A Edgar Allan Poe.




Ha querido el destino
que esta noche de octubre
nos encontremos
en un decrépito bar de la bahía.
Roñoso
con las paredes y el techo sucio
y cagado de gaviotas.
Tienes un traje negro
y la melena alborotada
como en las fotografías.
Convídame a un trago
maldito poeta
piérdeme
húndeme
arrástrame a la pesadilla de tu vida
luego desplómate
sucumbe a la salida del bar.

Muerto
tal vez
te abandone el terror.


             ALEJANDRA PIZARNIK





Siembras de angustia
y terror la ciudad desconocida
gritando escrutando en las sombras
con ojos de miedo
enloquecida:
lobos  olfatean sangre
del animal que no mataron.
¿De dónde surge esa voz que nos llama?
Esa voz que habla del vértigo
la desolación
el dolor incesante de la vida.
Esa voz emite latidos de tu corazón muerto.
El sonido atroz de los potros
pisoteando enfurecidos la sangre y la arena.
¿Eres tú quien nos llama?


          MALCOLM LOWRY





Nunca he visto tu rostro
eterno bebedor de aguardiente
pero ayer departías en el bar
con dos viejos marineros.
Uno era alto y delgado
y haciendo maromas con las manos
relataba cómo había sorteado la tormenta
una noche endiablada de abril
cómo crujía la estructura de su barco
cuando enormes olas se estrellaban
en el viejo casco de acero.
El otro fumaba sin cesar
y el humo de su pipa amargo y turbio
invadía el ambiente
como gases venenosos en la Primera Guerra Mundial.
Estaban en la barra
y pateaban aserrín colillas de cigarros
y cáscaras secas de limón.
Sus rostros dorados por el sol
curtidos por el viento y el mar
los hacían lucir como extraños dioses de barro.
Hablaste de la travesía por el Canal de Panamá
del manuscrito perdido de tu novela
del Primrose balanceándose en las olas
mientras sonaba la sirena del Victoria
rompiendo el silencio de la tarde.

Eterno bebedor de aguardiente
tus poemas
han dejado en mí
el desasosiego que sienten los combatientes
cuando uno de sus compañeros
cercado
dispara sobre sí
el último cartucho.





                                                                                 NUNCA



                                                                                         A Guillaume Apollinare




En los campos
de concentración
los judíos
nunca leyeron los poemas
que escribiste en una página arrugada
salpicada de barro
sangre
pólvora.
 
CHARLES BAUDELAIRE





Con la ventana cerrada
a media luz
enciende la pipa de opio
una noche de 1856.
Brilla la hornilla de la pipa
traza espirales en el aire
y nutre de veneno las Flores del Mal.
Fumas tranquilamente
y de pronto
te transportas a Bruselas
en la soledad e tu estancia.
Es el año 1873
Paul Verlaine ha cerrado violentamente la puerta
desenfunda dispara a quemarropa.
Tus ojos brillas
cuando la bala abandona el cañón del arma
hace impacto en la muñeca izquierda
y se mancha de sangre el pantalón de Rimbaud.
Estornudas
te acomodas en la silla
tomas papel y lápiz
y continúas tu obra.
Has dejado de fumar
y la pequeña lámpara de la habitación.
proyecta en la pared
la sombra de tu melena alborotada.
Es el gigante sol de otra galaxia
un maguey encendido
la cabeza de medusa
una bola de fuego.

¿Quién te envió a este mundo
y a esta vida poeta?
Quién te otorgó Poder
para acosar hasta el escándalo
a la sociedad de tu época?
Por qué viniste a desafiarla?
No te atea observar los fantasmas
los dioses
los monstruos
los hombres que acechan tu ventana?
No te inmutas siquiera?



      EN EL MUELLE



                                                                                              A Josep Conrad






Lo asombroso y lo inesperado
está en nosotros
como el enorme gato blanco inmóvil
agazapado en mí sombra
al acecho de algo
que los ojos
no eran capaz de percibir
aquella tarde en el muelle.



                       LO QUE SE VE



                                                                                         A Herman Melville.




Cuida de no ser lo que se ve
en las fotografías donde los árboles
al fondo mecidos por el viento
el sol sobre la yerba húmeda
vos como capitán de barco
con un cigarro en la boca fumas                                                       
en esta fotografía en la que el sol
la lluvia la vida
tornase una mancha blanca enorme
como la ballena de la que habló Melville.

GUILLAUME APOLLINAIRE




El sol con el cuello cortado
se pone en el horizonte
y vos lo estás observando
viejo gordinflón.
Están con André Salmón
Duchamp
Cocteau ese opiómano
y el mago de Bretón
en el café destartalado
de la Plaza Saint Michel
donde tanto dieron que hablar.
Has vuelto a la tierra
con tus fetiches de Oceanía
la Torre Eiffel arrea su rebaño de puentes
se escucha en Saint Merry
el son de una flauta leja.

Otra vez Guillaume
hay obuses y gases venenosos
sembrando de cadáveres la tierra. 

ERAN TRAZOS NERVIOSAS PINCELADAS


                                                     
Si no puedes traer nada sino                                              

                                                                                tu osamenta: quédate afuera.



                                                                                                     William Carlos Williams.







Goyo no.
Goyo es el panadero de la esquina.
Goya digo.
Don Francisco de Goya y Lucientes
el famoso pintor de la corte.
A él me refiero
y no es que valga más uno que el otro.
Quiero hablar de Goya esta noche.
De una de sus pinturas.
Aquella de la Época Negra
que pintara hace siglos
encerrado en su casa.
Recuerdas Francesca
la pintura que me regalaste?
Eran trazos.
Nerviosas pinceladas
que daban forma a los monstruos.
Dos viejos calvos y sin dientes.
El primero tiene frente a sí
un plato y en la mano una cuchara.
El otro
lee en hojas blancas de papel
algo
que bien pudieran ser
sentencias de muerte.

Al fondo
el color terrible del abismo.
Negro y profundo
como la noche de 1976
en que mi hermana escuchaba los alaridos
de sus compañeros torturados.
Todo hubiera sido terrible para nosotros
esta noches Francesca
a no ser por tu sonrisa
y porque William Carlos Williams
se levantó entre los muertos
barriendo el terror y la angustia
con el huracán de sus poemas.





                     LENIN EN LA VISPERA




Fresco está el olor
ácido y agudo de la pólvora
y la sangre ha corrido.
Se ha derrotado al zarismo
y en la tormenta como un barco
perdido la Duma en el Poder vacila
extravía el rumbo tambalea
y Kornilov ha lanzado
su tropa a la calle.

Buscado.
Perseguido sin descanso
Lenin se escabulle en la ciudad sitiada.
La  niebla gris y ligera
se desliza entre las casas y las calles
como azogue
es 24 de octubre de 1917
y la mañana está fría.

En secreto Lenin
reúne a sus hombres y les dice
díceles así
"Es menester
que la cosa se decida
a cualquier precio esta tarde
o esta noche..."



            ENCUENTRO EN EL INFIERNO EN EL CHICOS

                                                                                           A Carlos Martínez Rivas







Ni adornos ni reproducciones de mujeres desnudas
como suele haber en los Pubs
mucho menos
calendarios de amazonas hermosas
mostrando los pechos
apaciguando con su mano encabritado corcel.
Ni ceniceros
ni floreros en las mesas
-no hay flores capaces de competir
con los que trasnochamos en el bar-
y los ceniceros
por dios ni falta que hacen.
Cenizas y colillas
escupidas en el suelo
pateadas apachurradas
por el baile y la trifulca
entre botellas de licor sin etiquetar.

Recitó poemas ahí
imponiendo su ritmo y su voz
sobre la rocola
haciéndola callar.
Recitando poemas
y bebiendo licor
empinando traslúcidos
embases de cristal sin etiquetar
-al fondo de la botella
la vida
        la muerte
                todos los misterios
agazapados
             esperando-
en el bar donde transeúntes que salen de oficinas
no aventuran pasos a puerta
de expendio aguardentoso
mal iluminado
donde no puedes salir sin pagar.

No hay otros capaces de competir
con los que trasnochamos en el bar.




Del libro: PEQUEÑOS ANIMALES LUMINOSOS
                     -RETRATOS-





Mario Castrillo


Mario Castrillo (1950)

§  Crítico de Artes Plásticas
§  Curador de exposiciones de Artes Plásticas
§  Escritor y poeta
§    Se ha dedicado al Periodismo Cultural y ha sido director de revistas culturales en Costa Rica, Nicaragua y El Salvador, así como de  Suplementos Culturales en El Salvador
§  Ha elaborado conjuntamente con la Unidad de video de la  Universidad José Simeón Cañas (UCA) los siguientes vídeos sobre la vida y obra de artistas:
Camilo Minero
José Mejía Vídes
Antonio Bonilla
German Cáceres
Alfredo Espino
Aportes: vídeo sobre Edmundo Barbero, Benjamín Saúl y Valero
Lecha, artistas españoles que aportaron al desarrollo cultural de El
Salvador, financiado por la Cooperación Española.
§  Con el grupo Expresiones Culturales Colectivas (ECCO):
En la fila de la muerte (Masacre del Mozote)
Nunca más. El aporte de las iglesias (Iglesia Bautista Emmanuel, Iglesia Luterana y un sector de la Iglesia Católica) a la transformación de país y la represión que por ello sufrieron
§  Fundador de grupos culturales en Costa Rica, Nicaragua, El Salvador.
§  Tiene siete libros de literatura publicados en los géneros de poesía, prosa poética y testimonio
§  Militó en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional durante el conflicto armado.

2009 – 2013 Guionista televisivo. Coordinador del segmento El Mundo del Arte, Programa campus Tv de la Universidad de El Salvador
2004-2008 Director de la Pinacoteca Roque Dalton de la Universidad
 de El  Salvador
2002-2004 Director Ejecutivo de Casa Maya, Programa para jóvenes y niños de la Alcaldía Municipal de San Salvador.
1996-1997 Consultor de UNESCO sobre Micro Isis
1995 Coordinador Hemeroteca Biblioteca Florentino Idoate, Universidad
            Centroamericana (UCA)
1994-1995 Director de Centro de Documentación de UNICEF
1994-1995 Director del Centro de Información y Documentación Regional
de PRODERE-EDINFODOC, ONU
1973-1979 Ha sido editor de periódicos: Pueblo y Universidad en San José
            Costa Rica
En ese período laboró en la Editorial Universitaria Centroamericana  (EDUCA) y el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) en el proceso editorial
1973-1976 Cursó estudios de Artes Gráficas en la Universidad Rodrigo
Facio, San José, Costa Rica. 


Nota del autor del blog: Las obras visuales que ilustran esta muestra de poemas del poeta salvadoreño, Mario Castrillo son del artista francés, Andre Derain y fueron tomadas de diversas fuentes del Internet.

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