Friday, April 18, 2008

Murió el gran poeta martiniqués Aimé Césaire

Este jueves, en un hospital de Fort-de-France, Martinica, dejó de latir el corazón de Aimé Césaire, uno de los más grandes poetas en lengua francesa, rotundo caribeño, “papá Césaire”

Hace menos de tres años, en las páginas de La Ventana, el poeta y ensayista cubano Virgilio López Lemus afirmaba sobre Césaire: “Los aportes de este poeta a la cultura de Nuestra América, en especial a la antillana, o caribeña en sentido más general, son sólidos y brillantes, por lo que su obra merece lecturas detenidas y espacio en el recuerdo”. Hoy, cuando ya no contaremos más con su voz, tenemos el consuelo de saber que su palabra quedará siempre, en un espacio privilegiado, acompañándonos.

Según fuentes cercanas a la alcaldía de Fort-de-France, las ceremonias póstumas en honor al poeta se prolongarán durante tres días. Antes del funeral nacional, en el que se espera participen numerosas personalidades políticas e intelectuales, habrá un homenaje de la población martiniquesa —que lo llamaba afectuosamente “papá Cesaire”—, en un estadio de la ciudad. Las autoridades locales prevén que el cortejo que transportará los restos del poeta y político circule por varios barrios de la ciudad, de la que fue alcalde durante 56 años (1945-2001).

De la relación de Césaire con Cuba habría mucho y bueno que decir. Cuaderno de un retorno al país natal (1938), el libro de poesía con el que Césaire se dio a conocer, se publicó en nuestro país en 1943, en una traducción de Lydia Cabrera e ilustrado por Wifredo Lam. Ese texto, todo un clásico que ha provocado siempre una “admiración” reverente, marcó la poesía cubana del momento y la posterior. Nancy Morejón confiesa que en su primer libro de poemas reproduce versos de Cuaderno… La tesis de Licenciatura en Lengua y Literatura Francesas, de la también crítica y ensayista, estuvo dedicada a la figura del bardo martiniqués.

López Lemus afirma: “La relación de este intelectual con la literatura cubana es antigua, de mutuas influencias, como se aprecia entre su obra y la del gran cubano Nicolás Guillén, o ya más tangencialmente en la relación que podemos hallar entre el poema "La isla en peso" (1943), de Virgilio Piñera, y el extenso poema de Césaire Cuaderno de un retorno al país natal.”

“Con Guillén los vínculos son mayores por dos razones: el afán del canto antillano y el mestizaje que se ofrece en sus obras respectivas como ‘poesía mulata’ en el cubano, y sobre ‘la negritud’, en el martiniqueño, en ambos bajo las mismas raíces y semejante intención lírica y social. En Césaire hay una voluntad estética que también lo acerca a sus coetáneos más exactos del grupo de la revista Orígenes, y, por supuesto, con todos aquellos poetas vinculables con el surrealismo”.

En la fecha en que su precioso cuaderno se daba a conocer en la mayor de las Antillas, ya Césaire recibía elogios de André Breton. Un artículo que este le dedicó cerraba: “La palabra de Aimé Césarie [es] bella como el oxígeno naciente...” Estudiante en París en los años 30, forjó con el senegalés Léopold Sédar Senghor y el guayanés Léon-Gontran Damas el concepto de “negritud”, la consciencia de la identidad negra y el “orgullo de ser negro”.

En la fecha en que su precioso cuaderno se daba a conocer en la mayor de las Antillas, ya Césaire recibía elogios de André Breton. Un artículo que este le dedicó cerraba: “La palabra de Aimé Césarie [es] bella como el oxígeno naciente...” Estudiante en París en los años 30, forjó con el senegalés Léopold Sédar Senghor y el guayanés Léon-Gontran Damas el concepto de “negritud”, la consciencia de la identidad negra y el “orgullo de ser negro”.

La “negritud” fue concebida por ellos como reacción a la opresión cultural del sistema colonial francés, con el objetivo, por una parte, de rechazar el proyecto francés de asimilación cultural y por otra, de fomentar la cultura africana, desprestigiada por el racismo surgido de la ideología colonialista. Edificado pues en contra de la ideología colonial francesa de la época, el proyecto de la Negritud es más cultural que político. Se trata, más allá de una visión partidista y racial del mundo, de un humanismo activo y concreto, destinado a todos los oprimidos del planeta. En efecto, Césaire declarará: “Soy de la raza de los que son oprimidos”.

Aimé Césaire nació en Basse-Pointe, Martinica, el 26 de junio de 1913. La Casa de las Américas, institución para la cual siempre ha sido un referente, publicó en 1969, en la Colección Literatura latinoamericana Poesía, una antología de sus poemas.

por Virgilio López Lemus
Reproducido de: La Ventana

2 Comments:

Blogger Alberto said...

qué calidad ha alcanzado tu blog, poeta, te felicito y además está muy grato a la vista; el poema de Gerbasi, la noticia del viejo Aimè y tu foto, como de actor de carácter, está muy buena, saludos.


a.j. pérez

12:40 PM  
Blogger Daniel J. Montoly said...

Estimado poeta, Alberto le agradezco de manera infinita la gentileza de sus palabras acerca del blog.

Cuando tengo algo de tiempo me dedico a buscar algunos textos de autores que puedan servir de horizonte a quienes hacemos pininos en esto de las letras.

Nuevamente gracias por el tiempo y por la solidaridad creativa.

Un fuerte abrazo. Daniel Montoly

2:47 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home

Creative Commons License
Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons.