Wednesday, May 1, 2013

DE LA DOCENCIA

 Arte: Picasso



Por Antonio Garmar.

Llevamos muchos años, y en estos últimos más, con un mal endémico que afecta a la enseñanza. De cómo se ha parcelado el conocimiento, por otro lado razonable dada su amplitud, pasando de una comprensión verbal y base cultural a un pragmatismo de analfabetos funcionales. Y más aún en las llamadas disciplinas que responden a la demanda del mercado. Me refiero a lo que antes respondía bajo el nombre de estudio de «Letras». Como si comprender sin un fondo cultural fuera posible cualquier aprehensión de la Ciencia. Esto es más antiguo que la pana. Recuerdo un texto o lección (1990) del admirado maestro Migel d´Ors, entonces profesor de Literatura en la Universidad (ahora jubilado). Abro un inciso. Al nombrarlo, me vienen a la memoria otros poetas olvidados o denostados como José María Álvarez o el fallecido Víctor Botas. Pero a lo que íbamos. El escrito, en cuestión, se titula: “Para la Enseñanza práctica de la Literatura Española (Lecciones de un experimento didáctico). El experimento consistió en repartir, sin aviso previo, una fotocopia del poema “Leda” (“Cantos de vida y esperanza”, de Rubén Darío, en su grupo de alumnos de Segundo Curso de Filología en la Universidad de Granada). Recupero el texto y obvio lo comentarios jugosos y esclarecedores de sus alumnos (creo que desde entonces se ha degradado todavía más la enseñanza) para trascribir la conclusión final:

LEDA

El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.

Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
«(…) El ejemplo que acabo de exponer prueba rotundamente que sin una correcta comprensión verbal y un dominio de las alusiones culturales, el análisis de cualquier obra o fragmento literarios irá descaminado desde su mismo comienzo y a la larga resultará inválido. En definitiva, «comentario de texto sí»; pero con las imprescindibles garantías previas. Garantías -y termino- verdaderamente difíciles de conseguir en nuestras circunstancias actuales: una mínima combinación de experiencia docente, sentido común y buena fe basta para reconocer que el estudiante –hablando en términos generales, naturalmente (pero no se olvide lo que suponen los términos generales en nuestra sociedad)- llega hoy y aquí a la Universidad con una notoria falta de «conocimientos básicos». Al menos, si damos a esta expresión su sentido tradicional. Las promociones que entran en las aulas universitarias en las que se enseña Literatura (española o no) ya no pertenecen a la «galaxia Gutenberg» de la que habló Marshall McLuhan: su cultura no procede primordialmente de la letra impresa, sino de la televisión, la música ligera, el vídeo, el cine y las revistas gráficas. Y esto no es un simple cambio de «canales»: no se trata de que los contenidos «de siempre» les hayan llegado a través de otros cauces, sino de que los «mass-media» contemporáneos llevan consigo unos nuevos contenidos, y, en último término, unos nuevos conceptos de la percepción, de la expresión y del universo mismo. De los cuales, evidentemente, están lejísimos cosas como el mito de Júpiter y Leda o la palabra «linfa». Dura faena, por consiguiente, la que ha de afrontar el profesor de Literatura Española que en nuestra Universidad de hoy pretenda utilizar el «comentario de texto» -que por otro lado considero ineludible- como recurso didáctico: cargar, además de con sus responsabilidades específicas como docente de una materia, con la adicional, y nada llevadera por cierto, de suplir lo que todo un sistema educativo no logró a lo largo de muchos años en una amplísima serie de ramas del saber».

Miguel d´Ors.

Es del siglo pasado, pero parece escrito hoy. Digo.

1 Comments:

Blogger José Valle Valdés said...

Me resulta muy interesante, amigo, en verdad se necesita actualizar la educación universitaria. Los mnedios atontan.

Abrazos

3:04 PM  

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