Sunday, August 31, 2008


Voces del Siglo XXI

Rafael Rosado

(Navarrete, República Dominicana)



DIGO PATRIA. DIGO MUJER Y...


“Por una de tus venas me iré Cibao adentro”.Carta a
Compadre Mon/Manuel del Cabral/pp. 31)


Digo patria. Digo mujer y...
mis ansias infinitas
secretas
de río inagotable
van navegando
como un pez
las venas turbulentas
de tu cuerpo
para sembrar
cual labriego sediento
las órbitas ociosas
de tu codiciado sexo de mujer
Mi semen
luminoso
y tu espera esperanzada
en la esperanza
en la alegría
crearán
la amalgama necesaria
de la nueva vida
Tu sexo y mi sexo
unidos
son perfectos e invencibles



MUSA SUTIL


“La muerte es un espejo que refleja las
vanas gesticulaciones de la vida".
(Octavio Paz)


La musa
sutil visitadora
llegó a mi puerta
esta mañana
tocó a mi guarida
sin perro ni guardián
y no la escuché
hice oídos sordos
a su trepidante tuntún
La musa sutil
No sé
qué poemas y amores
vino a contarme
con su voz de sirena sin mar
Más yo
rebelde
hasta los huesos y cenizas
no la dejé
entrar a mi cuarto
forrado
de insomnios amanecidos
Me encontró
haciendo y deshaciendo
el amor
con algas y jazmines
en la piel
Con caracoles
de miel salobre
en los labios
Con helechos
florecidos por Tortugas
en cada entrega
Con olas
espumosas de cocoteros
subiendo
por un pecho de algodón
con cantos
de calandrias y ruiseñores
corriéndome
por la sangre
Con madre selvas
luminosas
en cada Mirada
La musa sutil
gimiente
coléricamente entristecida
se fue
se fue llorando soledades…
Porque no la dejé
entrar en mi poema
he perdido la musa sutil
esta rara mañana
Quizás también he perdido
mi mejor poema por hacer
Por hacer el amor
Por ser dejé de ser
Dejé de ser más poeta
para ser más hombre.




LA MUJER DEL ESPEJO


*Esta mujer
cálida
temprana
y de media luna,
viene a mí
a través del espejo.

*Yo,
acudo a palpar
el rayo escondido
en el azul de su Mirada

*Para desnudar
y liberar
aquel amor prisionero

*En las frías
solitarias y antiguas
paredes
de un espejo de tocador



UNA LÁGRIMA ENCINTA

A: José Asunción Silva



Te tomo
en mi ancha copa
de besos

Desde la carcajada
de una lágrima encinta

Deslizada
por el cansancio
de un río sin agua

Hasta desembocar
en la penumbra



TU SANGRE



¡Yo he visto tu sangre !
Sangre primitiva morena y ágil
desparramada sobre el tic-tac
invernal del reloj
¡Yo he visto tu sangre !
Recorrer ríos infinitos
rompiendo corazones a las rocas
desde tu piel burlada
por murmullos
y voces fabricadas
en las porcelanas sombrías
de la intriga
Fértil estatua
también te he visto llegar cantando
junto al profundo túnel gris
de la soledad y desde lejos
cargar a cuesta
terribles montañas de dolores
Más hoy ¡ Tu sangre !
Sangre primitiva
morena y ágil
se lava en el viento
con el tiempo
de besos
tiznados de esperanza


EL RASTRO DEL ESPEJO


A: Jorge Luís Borges


*Andando
desoladas calles
de penumbras
Aquel huérfano
dejavú
se muere
Fisgoneando
Lunas fugitivas
en el rastro del espejo
Para desvelar
el no saber
hasta encontrar
Si eres tú
o tal vez él
Arco y flecha
del ser sin dueño
Disparo de muerte
abandonado
en las puertas
desoladas
de un placer sin nombre
ni apellido


Rafael Rosado

(Navarrete, República Dominicana)

Rafael Rosado, poeta y escritor Dominicano. Graduado de Empire State College-SUNY con un BA en Literatura Hispano-americana, 2002. Publicó Testimonio Ancestral, 1996 y “El Espejo Fantástico” (Antología de Poesías Eróticas), 2008. Forma parte de “POETAS DEL MUNDO”, “Mi literaturas” "La Voz de la Palabra Escrita" y "Letras Kiltras" sitios de Internet para creadores, artistas y literatos. Más reciente fue Antologado en: “Gira Poema-Haz Rodar una Poesía”,2008. Articulos, cuentos y poemas suyos han aparecido en el periodico -La Informacion de Santiago, poetas del mundo y la revista cultural e informativa de Internet: Navarretense.com, donde mantiene una columna semanal. Correo:rafael.rosado@yahoo.com

Thursday, August 28, 2008


HOMENAJE DEL WRONG SIDE A IDEA VILARIÑO


NADIE


Ni tú
nadie
ni tú
que me lo pareciste
menos que nadie

menos que nadie
menos que cualquier cosa de la vida
y ya son poco y nada
las cosas de la vida
de la vida que pudo ser
que fue
que ya nunca podrá volver a ser
una ráfaga
un peso
una moneda viva y valedera.




QUE FUE LA VIDA

Que fue la vida
qué
qué podrida manzana
qué sobra
qué desecho

Si era una rosa
si era
una nube dorada
y debió florecer
liviana
por el aire.

Si era una rosa
si era
una llama feliz
si era cualquier cosa
que no pese
no duela
que se complazca en ser
que sea fácil
fácil.

No pudo consistir en corredores
en madrugadas sórdidas
en asco
en tarea sin luz
en rutina
en plazos.
No pudo ser
no pudo.

No eso
lo que fue
lo que es
el aire sucio de la calle
el invierno
las faltas varias las
miserias
el cansancio

en mundo desierto.



PASAR

Quiero y no quiero
busco
un aire negro un cieno
relampagueante
un alto
una hora absoluta
mía ya para siempre
Quiero y no quiero
espero
y no
y desespero
y por veces aparto
con todo olvido todo abandono toda
felicidad
ese día completo
esa huida ese más
ese desdén entero
esa destituida instancia
ese vacío
más allá del amor
de su precario don
de su no
de su olvido
esa puerta sin par
el solo paraíso.
Quiero y no quiero
quiero
quiero sí y cómo quiero
dejarlo estar así
olvidar para siempre
darme vuelta
pasar
no sonreír
salirme
en una fiesta grave
en una dura luz
en un aire cerrado
en un hondo compás
en una invulnerable
terminada figura.


EL OJO

Qué pasa ahora
qué es este prodigio este
desplome de prodigios conmoviendo la noche.
Qué es este preguntamos
qué es esto y hasta dónde.
El mundo cede vuelve
retrocede
se borra se derrumba se hunde
lejos
deja de ser.
Qué será de nosotros
qué es esto preguntamos empantanados
qué es.
Y sin embargo
sobre el sordo delirio sobre el fuego
de todo lo que quema y que se quema
en lo más implacable de la noche
en lo más ciego de la noche está
planeando sobre el colmo y la ceguera
un ojo frío y despiadado y neutro
que no entra en el juego
que no se engaña nunca
que se ríe.


(Fragmento)

6

Es una mentira.
Sin duda.
Pero qué
pero cómo
pero de qué otro modo
con qué cara
seguir vivo.
Seguir.


23

Algunos de estos días
se acabarán las bromas
y todo eso
esa falsa
esa juguetería
las marionetas sucias
los payasos
habrán sido la vida.


IDEA VILARIÑO



IDEA VILARIÑO (Montevideo, Uruguay 1920) Es autora de La suplicante (1945), Cielo cielo (1947), Paraíso perdido (1949), Por aire sucio (1951) Nocturnos (1955), Pobre mundo (1966), Poemas de amor (1962), Los salmos (1974), No (1980), además de selecciones y compilaciones temáticas. También ha escrito ensayos sobre poesía y las motivaciones del tango.


Fuente: Antología de La Poesía Hispanoamericana Actual.
Compilador: Julio Ortega

Fuente de la fotogría:www.poco.it/public/idea.jpg

Tuesday, August 26, 2008

VOCES DEL SIGLO XXI



CABALLERO GÓNGORA


Era dulce
en las tardes verlo tan solemne
armado con su mejor atuendo
lucir orgulloso
el apagado brillo de sus condecoraciones.
era dulce
verlo en las tardes tan solemne
cuando la derrota le cubría para siempre su arrogancia.
Terco varón de tosca nervadura.



POEMA QUE RECUERDA A CARL SANDBURG



Ayer
un bus con delgadas líneas
verdes
pasó por toda la carretera trece
con las ventanas
caídas en desorden,
como las medias de las niñas
al salir del colegio.
Se fue con su viento
elevando a todo lo largo
una canción de risas,
de apresurada y espontánea fugacidad.
Fue lo más lo dulce
que pudo tener alguna vez
las dos de la tarde.

Ramón Cote

(Bogotá, Colombia, 1963)
PAS DE DEUX, EL NUEVO LIBRO DE RENE RODRÍGUEZ SORIANO Y RAMÓN TEJADA HOLGUÍN


Ya está a la venta el nuevo libro de cuentos de los narradores dominicanos, Rene Rodríguez Soriano y Ramón Tejada Holguín. El cuento latinoamericano y en particular el caribeño, tiene en Rene Rodríguez Soriano uno de sus mejores exponentes. La cuentística de Rodríguez Soriano nos adentra en ese mundo cotidiano del dominicano, que en el día a día de su paulatina existencia no deja de asombrarse ante la belleza humana y la del entorno, partiendo desde una visión intimista enraizada en la isla.

En los cuentos de Rodríguez Soriano abundan los personajes femeninos en situaciones paradójicas, que acercan al lector a familiarizarse con su mundo de sensaciones, olores, colores, música y vivencias. Rodríguez Soriano posee la maestría de “escultor del lenguaje” porque desvela en sus cuentos los rasgos ocultos del dominicano; sus gustos, contradicciones, sincretismo y creencias.

Los invito a adquirir su último libro escrito a cuatro manos, esta vez junto al escritor, Ramón Tejada Holguín y cuyo título es: Pas de deux.
Rene Rodríguez Soriano tiene una vasta experiencia en estos “tejemanes” cuentísticos, porque ya antes publicó otro libro usando igual técnica junto al escritor dominicano, Plinio Chaín

Daniel Montoly




Hace unos años, mi amigo Ramón Tejada Holguín y yo, armamos una especie de batiburillo en el ambiente literario de República Dominicana con una serie de relatos escritos a toda complicidad y a cuatro manos. Entre ellos: Probablemente es virgen, todavía y Y así llegaste tú... Hoy, finalmente, sale a la luz Pas de deux, el volumen que reúne todos los textos, muchos de los cuales tomaron por asalto los más importantes concursos de la época. ¿Por qué no le echas una miradita de conjunto, y de paso lo promueves con amigos y enemigos cordiales?
Puedes verlo, comentarlo y adquirirlo aquí: http://www.lulu.com/content/2279195

Friday, August 22, 2008



Obra: Neuromancia
Álvaro Antón



Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma.
Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser
silencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus
adversarios.

Sun Tzu: El arte de la guerra. Capítulo sexto: Sobre lo lleno y lo
vacío.




UN ARTE DE SUTILEZA



1.

Dado el poema, ofrendado

como el aire bajo las plumas del pájaro



Equilibrio armonioso

de lo diverso en lo Uno



Error de simetría en los brazos

de aquel hombre de Da Vinci



Oficio del escriba, maleza en el alto

jardín de las rosas celestes



2.

Observaciones del cielo nocturno

siempre a la misma distancia



La taza de oro del ocaso

en su propia ceremonia del té



Breves pies huyendo de su propia sombra

se han perdido ya, sin otro reflejo



Los ojos del vigía al hundirse en el agua

profunda del horizonte, sueño quizá de otra mañana



Alejandro Drewes

Wednesday, August 20, 2008



Obra: Temperas binarias
Autor: Álvaro Antón



Para Patricia Toro Godoy


Qué afán tengo yo de ver a una mujer en el espejo

si el mío sólo refleja el légamo de los años.

En resumen

cinco décadas de un muchacho

graduado en la fluidez de los etcéteras

rumiando problemas

y comiendo cosas ajenas.


Lo que fue mío

tomé de lo prestado

nada en esta fosa enhiesta me pertenece.

Los muertos me han dejado

su olor a mirto y epitafio

y sudan los manzanos por el suelo.


Nada tengo sino un espejo

a media hora

y un afán

porque seas

el orden vital

para mi muerte.



Emilio Lassen López

Monday, August 18, 2008

La Rosa de Gil de Biedma



“No es el mío este tiempo”
Jaime Gil de Biedma


“Llegó un tiempo llegó un tiempo en que es inútil morir”
Carlos Drummond de Andrade



Viví para confesar ante los detractores
el bárbaro espectáculo
de mi inocencia;
para llorar por la niñez
arrancada del útero materno
en la plena luz del maduro ocaso.
Igual de brusco
fue gritar más allá del cauce,
después del cansancio.
La eternidad
me sedujo al sueño
y mi piel se hizo innombrable
a las rosas metálicas,
como también,
al avaro perfume de mis sepultureros.


Del libro:

La ritualidad del círculo

® Daniel Montoly

Thursday, August 14, 2008



Obra: Casa de reposo
Autor: Álvaro Antón




DARK AFTERNOON IN HARLEM


Bajo del taxi en The New Canaan Tabernacle.
Al sentarme huelo orines en los muros,
escucho esas viejas canciones,
arrastradas por el viento,
salir, melancólicas,
por las ventanas de Harlem.
Distingo la sombra de James Brown
cruzar la Lenox Avenue
y desaparecer entre las luces
del viejo teatro Apollo.
En otra esquina, Mingus y su bajo
me despiertan, a ese otro mundo,
soterrado y frío,
de árboles, y sogas grises,
en lugar de pájaros.
Siento el espíritu de un fugitivo
llegando al Norte, y puños al aire, lo saludo.
Respiro en Harlem, los versos libertos
de Frederick Douglass,
y Langston Hughes,
en los ojos obnubilados
del maestro
Dizzy Gillespie.

©Daniel Montoly

Sunday, August 10, 2008




HA FALLECIDO EL POETA PALESTINO MAHMUD DARWISH

El poeta palestino Mahmud Darwish falleció ayer en un hospital de Houston, Texas, después de una intervención quirúrgica en el corazón. A Mahmud Darwish se le considera el poeta nacional palestino y una de las voces más prominentes en la poesía árabe. Poeta que combatió con fiereza poética y política la ocupación de su patria por parte del gobierno israelí. Nació en Al Birwa, en La Galilea en 1941.





HOMENAJE PÓSTUMO AL POETA PALESTINO, MAHMUD DARWISH


MAHMUD DARWISH

Traducción del árabe por

María Luisa Prieto


LA ÚLTIMA TARDE EN ESTA TIERRA

La última tarde en esta tierra cortamos nuestros días
de nuestros arbustos y contamos los corazones que nos llevaremos
y los que dejaremos, allí. La última tarde
no nos despedimos de nada, y no encontramos tiempo para nuestro fin.
Todo permanece en su estado, el lugar renueva nuestros sueños
y a sus visitantes. De pronto no somos capaces de ironizar
porque el lugar está preparado para acoger al vacío. Aquí, la última tarde
gozamos de las montañas rodeadas de nubes. Conquista y reconquista
y un tiempo antiguo que entrega a este tiempo nuevo las llaves de nuestras puertas.
Entrad en nuestras casas, conquistadores, y bebed nuestro vino
de nuestra sencilla moaxaja, porque nosotros somos la noche en su medianoche, y no hay
alba portada por un jinete procedente de la última llamada a la oración.
Nuestro té es verde y caliente, bebedlo. Nuestros pistachos son frescos, comedlos,
y las camas son verdes, de madera de cedro, rendíos al sueño
después de este largo asedio, y dormid sobre el plumón de nuestros sueños.
Las sábanas están preparadas, los perfumes colocados en la puerta y los espejos son numerosos.
Entrad para que nosotros salgamos del todo. Dentro de poco buscaremos lo que
fue nuestra Historia en torno a la vuestra en los países lejanos
y al final nos preguntaremos: ¿Al Andalus estuvo
aquí o allí? ¿Sobre la tierra... o en el poema?


LA GOLONDRINA DE LOS TÁRTAROS


A la medida de mis caballos será el cielo.
He soñado con lo que sucederá después del mediodía.
Los tártaros avanzaban por debajo de mí
y del cielo. No soñaban detrás de sus tiendas
alzadas ni conocían el destino de nuestras
cabras a merced del invierno próximo.
A la medida de mis caballos será la tarde.
Los tártaros escondían sus nombres en los
tejados de las aldeas, cual golondrinas,
dormían con placidez entre nuestras espigas
y no soñaban con lo que sucederá después del mediodía,
cuando el cielo vuelva poco a poco
con los suyos por la tarde.

Tenemos un solo sueño: que el viento pase
como amigo y esparza el perfume del café árabe
por las colinas que rodean el verano y los extraños.
Yo soy mi sueño. Cada vez que la tierra se estrecha
la agrando con un ala de golondrina y me agrando.
Yo soy mi sueño. En la muchedumbre me he llenado con el espejo
de mi alma y mis preguntas sobre los astros que
pasan sobre los pies de los que amo.
En mi soledad hay caminos para los peregrinos
hacia la Jerusalén de las palabras,
arrancadas como plumas de las piedras.
¿Cuántos profetas necesita la ciudad para que
retenga el nombre de su padre y se arrepienta:
"He caído sin combatir"?
¿Cuántos cielos se cambiarán en cada pueblo
para que su chal carmesí le complazca?
No nos mires así.
No seas el último mártir.

Temo por mi sueño a la evidencia de la mariposa
y a las manchas de mora en el relincho del caballo.
Temo por él al padre al hijo y a los que pasan por
la costa mediterránea buscando los dioses
y el oro de los precursores.
Temo por mi sueño a mis manos
y a una estrella erguida
sobre mi hombro que espera el canto.

Nosotros, los habitantes de las noches antiguas,
tenemos nuestras costumbres en el ascenso hacia la luna de la rima.
Creemos a nuestros sueños y mentimos a nuestros días.
No estaban todos nuestros días con nosotros
desde la llegada de los tártaros,
y ahora se disponen a partir
olvidando nuestros días detrás de ellos.
Dentro de poco nos posaremos sobre nuestra edad
en los campos y haremos nuestras banderas de
sábanas blancas. Si la bandera es necesaria,
que esté desnuda de símbolos que la arrugan,
y seamos apacibles para que nuestros sueños no vuelen
detrás de la caravana de los extranjeros.

Tenemos un solo sueño: encontrar
el sueño que nos llevaba
como la estrella lleva a sus muertos.


YO TENGO DETRÁS DEL CIELO UN CIELO

Yo tengo detrás del cielo un cielo para regresar, pero
continúo puliendo el metal de este lugar, y vivo
una hora que percibe lo invisible. Sé que el tiempo
no será dos veces mi aliado, y sé que saldré de
mi bandera cual pájaro que no se posa en ningún árbol del jardín.
Saldré de toda mi piel, y de mi lengua
descenderán algunas palabras sobre el amor por
la poesía de Lorca que habitará en mi alcoba
y verá lo que yo he visto de la luna beduina. Saldré del
almendro como algodón sobre la espuma del mar. El extranjero ha pasado
portando setecientos años de caballos. Ha pasado por aquí el extranjero
para que el extranjero pase por allí. Saldré dentro de poco
de los pliegues de mi tiempo como extranjero de Damasco y de Andalucía.
Esta tierra no es mi cielo pero esta tarde es mía,
las llaves me pertenecen, y los alminares y las lámparas, y yo
también me pertenezco. Soy el Adán de los dos paraísos, dos veces perdidos.
Cazadme despacio
y matadme deprisa
bajo mi olivar
con Lorca.


EN EL LARGO ÉXODO TE AMO MÁS

En el largo éxodo te amo más. Dentro de poco
cerrarás la ciudad. Yo no tengo corazón en tus manos ni
camino que me lleve. En el largo éxodo te amo más.
El granado de nuestro honor, después de tu pecho, ha perdido su savia. Leves son las palmeras,
las colinas, nuestras calles en el crepúsculo
y la tierra cuando se despide de su tierra. Leves son las palabras
y los cuentos sobre las escaleras de la noche. Pero mi corazón es pesado.
Déjalo allí, aullando en torno a tu casa y llorando los bellos días.
No tengo más patria que ella. Al partir te amo más.
Vacío el alma de las últimas palabras: te amo más.
Al partir, las mariposas guían nuestras almas. Al partir
nos acordamos de un botón de la camisa perdido y olvidamos
la corona de nuestros días. Recordamos el olor del sudor con perfume de melocotón y olvidamos
la danza de los caballos en la noche de bodas. Al partir
nos igualamos al pájaro, nos apiadamos de nuestros días y nos contentamos con poco.
Me basta de ti el puñal dorado que hacía danzar mi corazón moribundo.
Mátame lentamente y diré: te amo más de lo que
dije antes del gran éxodo. Te amo. Nada me causa dolor,
ni el aire ni el agua ni la albahaca en tu mañana ni
el lirio en tu tarde me causa dolor después de este éxodo.


¿QUIÉN SOY YO, SIN EXILIO?

Extraño como el río al borde del río...El agua
me ata a tu nombre. Nada me retorna de mi lejanía
a mi palmera: ni la paz ni la guerra.
Nada me incorpora a los Evangelios.
Nada... nada relumbra desde la costa del flujo
y el reflujo entre el Tigris y el Nilo.
Nada me desembarca de los navíos del faraón.
Nada me porta o me hace portar una idea: ni la nostalgia
ni la promesa. ¿Qué hacer? ¿Qué
hacer sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua?


El agua
me ata
a tu nombre.
Nada me lleva de las mariposas de mi sueño
a mi realidad: ni la tierra ni el fuego. ¿Qué
hacer sin las rosas de Samarcanda? ¿Qué
hacer en un lugar que pule los cantos con sus piedras
lunares? Ambos somos ligeros, como nuestras casas,
en los vientos lejanos. Somos amigos de los seres
extraños entre las nubes... dos restos de
la gravitación de la tierra de identidad. ¿Qué haremos? ¿Qué
haremos sin exilio y sin una larga noche
que escrute el agua?

El agua
me ata
a tu nombre.
No queda de mí más que tú, y no queda de ti
más que yo, un extraño que acaricia el muslo de su extraña. ¡Oh,
extraña! ¿Qué haremos con la tranquilidad que
nos queda y con una siesta entre dos mitos?
Nada nos lleva: ni el camino ni la casa.
¿Este camino ha sido siempre igual,
o nuestros sueños lo han cambiado
tras hallar, entre los mongoles, un caballo
en la colina?
¿Qué haremos?
¿Qué
haremos
sin
exilio?



LA MUERTE DE FÉNIX

En los himnos que cantamos
hay una flauta,
en la flauta que nos habita
un fuego
y en el fuego que encendemos
un Fénix verde.
En su elegía no he distinguido
mi ceniza de tu polvo.

Una nube de lilas basta para ocultarnos la
jaima del pescador.
Camina, pues, sobre las aguas como el Señor.
Ella me ha dicho:
El recuerdo que llevo de ti no está
desierto
y ya no hay enemigos para las rosas que
surgen de los escombros de tu casa.

Un anillo de agua rodeaba la elevada
montaña
y el Tiberíades era el patio trasero del primer
Paraíso.
Le dije: la imagen del universo se ha completado
en unos ojos verdes.
Ella me respondió: Oh, mi príncipe y mi cautivo,
guarda mis vinos en tus jarras.

Los dos extraños que se han consumido en
nosotros son
esos que hace un instante han intentado
matarnos,
los que volverán a sus espadas dentro de poco,
los que nos preguntan: ¿Quiénes sois?
- Dos sombras de lo que fuimos aquí,
dos nombres del trigo que crecen en el pan de
las batallas.

No quiero regresar ahora, como
los Cruzados de mi casa. Soy
todo este silencio entre los dioses y los que
se inventaron un nombre.
Soy la sombra que camina sobre las aguas,
la escena y el testigo,
el adorador y el templo
en la tierra de mi asedio y del tuyo.

Sé mi amado entre dos guerras
en el espejo -dijo ella-.
No quiero regresar ahora a la
fortaleza de mi padre.
Llévame a tu viña y reúneme con
tu madre.
Perfúmame con agua de albahaca, espárceme
sobre la vasija de plata, péiname,
enciérrame en la cárcel de tu nombre, mátame
de amor. Cásate conmigo.
Despósame por los ritos agrarios,
adiéstrame en la flauta y quémame para que
nazca
como el Fénix, de mi fuego y del tuyo.

Una forma semejaba al Fénix llorando
ensangrentado
antes de caer al agua
cerca de la jaima del pescador.

¿De qué sirve mi espera y la tuya?



NOTA DEL BLOG: Tanto la fotografía como los textos poéticos que figuran en este homenaje a Mahmud Darwish han sido tomados de: www.poesiaarabe.com. Las traducciones del árabe al español fueron hechas por María Luisa Prieto

Saturday, August 9, 2008


Buen aniversario, Neruda

Discurso pronunciado por la prestigiosa escritora chilena Carmen Berenguer al recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2008, el pasado 30 de Julio

por Carmen Berenguer

Me lo hubiera imaginado joven, me lo hubiera imaginado alegre, me lo hubiera imaginado rabiosa, molesta, porfiada. De tantas maneras y no me lo imaginé nunca vieja, a rastras, apenas, pensando en mil maneras y otras tantas formas de vestir estos huesos ilusos, estos pies semiplanos y estos rellenos que han empollado mi cuerpo por haberme atrevido a comer como si viniera de la cárcel, asida a mi plato, a mi cuchara y a mi tenedor y cuchillo, presa del terror.

No imaginé en lo que nos hemos convertido, después de la guerra interna en que fuimos tan solidarios y buena onda. En el que cual más, cual menos perteneció a alguna universidad intervenida, cual más fue perseguido, cual menos perteneció a algún comité partidario, cual más fue un relegado, cual menos a algún gremio, cual más ha vivido lo que ha merecido.

Entiendo perfectamente lo que es para mí recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y su significado profundo del honor de recibirlo de manos de la primera mujer Presidenta de Chile, Sra. Michele Bachelet.

También gratificante ha sido el magnífico jurado que tuvo la capacidad de leer otra forma de mutación literaria y de ponerla en esta preponderante galería de poetas latinoamericanos. Gracias a los académicos Alan Sicard y Soledad Bianchi al cronista y crítico mexicano Carlos Monsiváis, a la Ministra de Cultura Sra. Paulina Urrutia. Al Consejo del libro y la Literatura, por haber creado este premio.

Sé de la experiencia, que uno de los requerimientos para escribir, es ese ocio esperando que llegue aquel estado donde se encuentra el horror al blanco de la página, para hacer el primer signo que se borrará una y mil veces. Tal estado da cuenta de un desasosiego que es ‘salir de sí’, donde se produce una sensación de vaciamiento de tal magnitud como si se perdiera el centro.

Nadie se imagina el privilegio que es escribir y pensar con la lengua hablada y escrita a la vez. Allí donde opto por contravenir el orden y la ley.

En esa trama hay toda una política de la lengua, una opción estética y ética que se diferencia de lo banal de la literatura que es auspiciada por el mercado MEGA-editorial, con su exigencia funcional y entretenida. Cosa que repiten algunos poetas encerrados en los cenáculos de la nueva burguesía nacional, restaurando el horror vivido a través de la belleza y el encanto formal.

Leí libros que despertaron mi curiosidad adolescente: Aquí están intrusas a pesar de los propios vocablos que se intentan titubeantes en las primeras sílabas, fueron objetos de transferencia para acercarme al mundo que me rodeaba. Y me di cuenta en mis primeras lecturas que si no veía una forma novedosa de narrar o poetizar daba vueltas la página y me iba al kiosco de la esquina a leer revistas ilustradas o al cine que quedaba a la vuelta de la casa.

Y en la aventura de inscribir las primeras intenciones a la hora de transcribir las emociones del tiempo esta breve nota para ilustrar de qué manera di el primer paso a la escritura, en la que me leo hoy e intento descifrar. Entonces evoco aquellas lecturas que dejan su huella por diversas razones: A Gabriela Mistral la escuché antes que leerla y quedó como fijación el sonido de su voz, como una interrupción radial atonal y milenaria. Fue un momento clave para mi futura vida literaria. El mundo estaba cambiando; sentí el movimiento de la cuerda eléctrica, y yo ya vivía en casa grande. Y por primera vez me sentía libre después de haber sido dueña de pieza, frase acuñada por Nicanor Parra.

Y como lo dijera el primer día que recibí el Premio, en aquella calle santiaguina, transcurría placenteramente mi pubertad. Los chicos estudiantes leían los Veinte poemas de amor del poeta Pablo Neruda. Los versos dichos en esa casona grande y vieja hicieron un hueco romántico en mi corazón. Sucedió junto a ese silencio que sólo se alteraba por el crujido de la madera que dejaba la caminata del gato dentro de la casa. Ingresó un nuevo vocabulario de la modernidad a la tertulia provinciana de la época. Y yo presenciaba tal momento.

A mí me quedaba la captura del sonido de este nuevo mundo. Creo que se prefijaba la hija de la poesía bastarda. Mi querido poeta, lo aplaudo, por reconocer su voz como doblaje de la única voz de Gabriela Mistral. Esa voz quejumbrosa de la montaña, que en Ella fue glacial y gélida; en usted se hizo románticamente dolorosa. Una épica del dolor. Y que junto al sonido de la guitarra eléctrica, fijó el preludio de mi inconformidad.

Y esa lengua recibió un golpe mortal y se llenó de llamas La casa de la Moneda, corazón de la república, y se llenó de lágrimas y se embargó de tristeza el valle y la muralla de piedra y fueron arrojados al mar y fueron perseguidos y fueron vencidos. ¡Ah! “amigo Neruda el pueblo está contigo”, el eco de una oración perdida escuchada cuando leíamos en las catacumbas de la república. Como tantas palabras borradas en la era de la simulación.

Puedo decir que escribía al mismo tiempo que se quemaban libros en la Plaza Pública. La lectura literaria de Confieso que he vivido de Pablo Neruda fue clandestina. Hay una imagen que simboliza ese momento entre la moneda en llamas y el entierro del poeta, como el fin y caída de la utopía.

No obstante, hay páginas inolvidables que las hice mías, épicas como Canto General, que trazaron su ethos en la poesía chilena, y que se hizo fundamental en los oscuros momentos que nos tocó vivir.

Por eso tuve que recoger los despojos de un sujeto en crisis permanente, crisis contemporánea y en alguna forma encubrir su representación de género. Pues hay que reconocer que bajo la sombra del bardo, ha sido una tremenda exigencia, destinada a descifrar el infierno cotidiano. Por eso cuando leo las artimañas y argucias de las que se sirvió Sor Juana Inés de la Cruz en su carta al Arzobispo de Puebla Tres palabras: “saber”, “decir”, “no”, articuló las estrategias del decir desde el lugar subordinado. Toda una cartografía de la política de la lengua.

Como bien dice Foucault: “Cuando Hitler o Stalin y Pinochet dirigen todo un país manejando únicamente el poder del discurso, es absurdo tratar el resultado como algo que ocurre simplemente en el interior del discurso. Es evidente que el poder real se ejerce por medio del discurso, y que este poder tiene efectos reales”.

Me hice escritora cuando firmé mi propio documento, puse mi nombre a un primer libro, mi voz entró en el cuerpo de un hombre moribundo de un insurreccional y salí de allí haciendo una raya en la pared, un graffiti, eso fue apenas una raya para trazar mi resistencia dentro de la lengua y fuera de ella en la escritura en la pared. “Y nadie dijo nada” podría continuar citando al poeta Pesoa Véliz y recordé una frase de Lenin “La insurrección es arte”. ¡Cómo ha pasado el siglo del horror!

Pero allí nací y me tocó presenciar su fin, la calle y su vocería pública de tantas formas descritas, desde la visión del brillo en un tarro amohosado o la imagen de los gatos calientes en los tejados de los cuartos de Jaime Sáenz, el poeta de Bolivia, en mis piezas donde habitaban mujeres, parajes tristes y desolados de ese frío que recalentaba el estómago en una escuela pública y el inefable pedazo de dulce de membrillo.

A mí se me cayeron los calzones jugando en el barrio, otra cita de mis letras. Entre narrativas realistas y versos, viví con la esperanza que cambiara la vida. No estoy hablando de cambiar el mundo, como Rimbaud, yo no tuve estadías en el Infierno. Yo viví el infierno. No fue esa mirada utópica de cambiar el mundo, yo quería cambiar mi vida y leía La Sangre y la Esperanza, junto a Flash Gordon y el rico Mac pato.

Cuando leí que Emily Dikenson no salió nunca de su casa y escribía poemas maravillosos en su jardín, (tiene un poema espléndido “Abejas”) pues en su casa se encontraba una de las bibliotecas más completas, yo en cambio tenía que salir a la calle a jugar y no contaba con una biblioteca, pero leí porque a mi madre le gustaba la poesía y sus autores preferidos eran Rubén Darío y Amado Nervo. En cambio la tía Elvira se paseaba en la oralidad dramatizada entre el teatro, el cura y la política. A ella le gustaba escuchar el foro de los diputados en el Congreso y me arrastraba a verlos como también a Doña María de La Cruz después que la destituyeron del cenáculo político, 100 mujeres la siguieron y entre ellas mi tía Elvira.

La imagen de una escena en un recodo de la pieza con un brasero de rescoldo y olor a naranjas quemadas, entre mate y mate, aprendía a escuchar la plática de mi madre y mi tía Elvira. Esta reflexión me hizo retroceder el tiempo de aquellas noches de pláticas: “Tan callada y lateral fue siempre su relación con la marcialidad de los discursos establecidos, que los hombres, paradójicamente, calificaron a la mujer de muy platicadora. Y la plática no sería otra cosa que esa enmarañada mezcla de niveles discursivos cuyo decir, como objeto, es la nada (Tamara Kamenszain) Aquellas noches de susurrantes pláticas de mujeres, creó una cadena irrompible de sabiduría por transmisión oral, que nunca quedó recogida en los libros.”

Se dice que un texto femenino se reconoce por el hecho de que es interminable siempre, sin finales: no hay clausura, el texto no termina, por eso es difícil de leer. Porque hemos aprendido a leer los libros que básicamente postulan la palabra “fin”. En cambio un texto femenino sigue y sigue y llega al punto en que el volumen se acaba, pero la escritura continúa y para el lector esto significa algo así como ser lanzado al vacío. (Cixous)

Pablo Brodski, a quién le doy las gracias por atender mis peticiones, me entregó las antologías para que revisara los discursos de los poetas precedentes que habían obtenido el Premio Iberoamericano. Noté que los poetas se sienten cómodos hablando de ellos, amigos poetas de una generación establecían sus genealogías reconociéndose en la tradición precedente. Este hecho me hizo titubear, pensando ¿cual es mi generación? No son más que un puñado de escritoras, surgidas en los 80 para dar un tremendo salto con el fin de sostener un diálogo con Gabriela Mistral, Marta Brunet, en un siglo.

Para que nos lean, la mujer escritora ha tenido que asumir las normas que rigen el canon mayor de los libros. Aún cuando cuento con escritorio y biblioteca, el salón de estar quedó en el pasado, he tenido que rastrear textos perdidos —olvidados— mutilados y suprimidos para lograr entender el estado de la literatura escrita por la mujer.

Y esa ha sido mi incomodidad de sentirme en una lengua ajena, instalada en el lenguaje que lo hago mío por pertenecer a una comunidad lingüística, pero lo vivo ajeno por sentirme intrusa en otra lengua. En esa comunidad de poetas vivos y muertos que trazan lo que Virginia Wolf llama el estilo masculino, combinación de sensibilidad, visión de mundo y uso de palabra.

Para terminar, quiero cerrar con una cita de la poeta y ensayista Rosario Castellanos, la niña que se vio inicialmente rechazada por sus padres porque había nacido hembra, para verse más tarde revalorada, porque era más blanca que su hermano. Porque su obra representa la experiencia de buscarse como sujeto dentro de una historia nacional y continental en que todo parecía estar organizado para negarla.

“No, no es la solución
Tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con el venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar
Debe de haber otro modo que no se llame Safo
Ni Mesalina ni María Egipciaca
Ni Magdalena ni Clemencia Isaura
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modo de ser.”

(“Meditación en el Umbral”, en Poesía no eres tú, 1972)

Hoy Mi querido Pablo, en su nombre ya no canta el pueblo. En su nombre se aplaude a un salvajismo sin precedentes, después de los asesinatos que maldijo en vida. En su nombre se criminaliza al pueblo originario. Así es la muerte querido poeta Pablo Neruda: Un mito.

Yo hago un brindis verbal, por su paladar poético, por el ají picante, por un pebre cuchareado, incluso por su caldillo de congrio, y sobre todo por una teatralidad trágica.

Buen aniversario Pablo Neruda.

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Discurso pronunciado por la prestigiosa escritora chilena Carmen Berenguer al recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2008, el pasado 30 de Julio
Artículo reproducido de LA VENTANA

Friday, August 8, 2008

Pedro Monge Rafuls: el hombre de teatro en Nueva York

Por Arturo Serrano

El dramaturgo Pedro R. Monge Rafuls nació en Placetas, Cuba (1943). Después de vivir en Tegucigalpa (Honduras) y en Medellín (Colombia), se radicó en los Estados Unidos de América. En Chicago, co-fundó el Círculo Teatral de Chicago. En 1977 fundó OLLANTAY Center for the Arts, y en 1993 OLLANTAY Theater Magazine, revista bilingüe dedicada al estudio y difusión del teatro latino en los Estados Unidos.

Pregunta: ¿Cuándo comenzó su carrera en el teatro?

Pedro R. Monge Rafuls.- Comencé en el teatro de forma casual en Chicago, alrededor de 1970. En esa ciudad había un grupo de teatristas cubanos exiliados, lamentándose de lo que habían perdido y sin saber qué hacer. Comencé a organizarlos y fundamos un grupo que se llamó Circulo Teatral de Chicago, el cual vino a ser el primer grupo latino del Medio Oeste. Luego me mudé a Nueva York y comencé a ver mucho teatro Broadway y Off Broadway. Pronto estaba dentro de la actividad teatral latina. En 1977, fundé el OLLANTAY Center for the Arts; el cual, entre otros programas, tenía un taller de dramaturgia, hoy en su XIV edición. El taller consiste en traer a los dramaturgos latinoamericanos más importantes para dictar un taller intensivo a futuros autores hispanos de la capital del mundo. Uno de los primeros invitados fue el mexicano Hugo Argüelles. Le di a leer dos obras que había escrito en aquel tiempo y las encontró listas para el escenario. Ese fue mi comienzo como dramaturgo. En 1993, viendo la necesidad de una revista que se ocupara del teatro latinoestadounidense, fundé la revista OLLANTAY Theater Magazine, ya en su decimocuarto año.

Pregunta: ¿Cómo ha logrado desarrollar su obra dramática en una realidad tan diferente a la de su país de origen?

P.R.M.R.- No es fácil escribir, producir y difundir teatro en los Estados Unidos, sobre todo el teatro escrito en español. Como dramaturgo encuentro la escasez de espacios que le den cabida a este teatro y peor aún, directores y productores con visión de futuro que monten teatro hispano escrito en español. La falta de directores y productores con capacidad y visión artística es lo que ha impedido que en cualquier parte de los Estados Unidos, con la excepción de los chicanos, surja un movimiento de teatro latino. Un movimiento exige producir el teatro local con una perspectiva. Particularizando a los cubanos, el panorama es triste. En cuanto a la producción y difusión del teatro latino es una tarea de titanes porque no le interesa a la mayoría del público; unas veces por la pobreza del espectáculo y otras, cuando el espectáculo es bueno, por el acostumbrado desinterés de la población y por su falta de cultura teatral.

Pregunta: ¿Cree usted que el Teatro cubano es uno solo, independientemente del lugar dónde el dramaturgo desarrolle su obra?

P.R.M.R.- Indiscutiblemente, es un solo teatro. Ya lo dijo Rine Leal en 1992 en “Asumir la totalidad del teatro cubano”, aquel famoso artículo aparecido en la Gaceta de Cuba, órgano oficial de la UNEAC, y que le costó grandes dolores de cabeza que terminaron con su salida de Cuba hacia Venezuela, donde murió. Claro, el teatro cubano es uno solo y un día se asumirá como un todo, eso incluirá el estudio de las obras escritas fuera de la Isla como parte de ese único teatro y se compararán con las de la isla; entonces se verán las semejanzas y diferencias. Entre otras cosas se comprenderá lo falso que han sido esos “Premios Nacionales”, entregados a unos cuando otros han sido prohibidos para entrar en la competencia. ¿Cómo se puede dar un Premio Nacional a un dramaturgo cuando se desconoce a José Triana, Eduardo Manet, María Irene Fornés, Matías Montes Huidobro, Raúl de Cárdenas y a otros tantos, incluyéndome? Sobre este punto de la totalidad del teatro cubano, separado en dos partes, hay mucho que decir.

Pregunta: ¿Qué temas le han interesado abordar en su dramaturgia?

P.R.M.R.- Me interesa mucho el destino que somete a los inmigrantes, particularmente a los exiliados cubanos. No me interesa criticar a Castro, ese es un fenómeno triste, pero pasajero como podemos ver ahora mismo. Lo que me interesa es presentar cómo ese anómalo pasajero de un dictadorzuelo que logra dominar a un país, influye en la vida de mis protagonistas. Estos personajes que logro crear están determinados por ese hecho; por ese fenómeno existen, sufren, gozan, etc. El destino, del cual no se pueden escapar, marca sus vidas. El destino presentado a través del poder de un dictador, de Dios, de nuestros padres, de la sociedad, etc. También me interesa ver la mujer desde un punto de vista no siempre experimentado en la dramaturgia: me interesa escribir mujeres manipuladoras, no tan sufridas como siempre lasvemos en los escenarios. Todas esas preocupaciones dichas las presento a través de la sexualidad. Aunque es algo que tienen que decir otros, aventuro a señalar que mis obras tienen situaciones sexuales bastante explicitas y hasta atrevidas.

Pregunta: ¿Cual es la misión Ollantay Center For the Arts?

P.R.M.R.- Preservar y difundir el arte latinoestadounidense a través de conferencias, estudios y, sobre todo, publicaciones que lo harán conocer en generaciones futuras.

Pregunta: ¿Considera que el mundo editorial se ocupa del teatro hispano en USA?

P.R.M.R.- Lamentablemente ni en los EE.UU., ni en el resto del planeta. ¿Acaso el mundo editorial, en inglés o español, conoce que existe el teatro hispano en este país? Alguna antología ha salido en un par de editoriales angloamericanas, En el reducido y pobre mundo de las editoriales hispanas ni pensarlo. De teatro en castellano, ni soñarlo. Salvo lo que ha publicado OLLANTAY Press no conozco ninguna antología de teatro latinoestadounidense en español. ¡Quisiera estar equivocado!

Pregunta: ¿Tiene el teatro hispano en New York suficiente apoyo institucional y privado?

P.R.M.R.- Podríamos decir que es apoyado. Tanto como suficiente, no. Las corporaciones públicas y privadas ofrecen ayuda y la aprovechan los más listos, los más manipuladores de los que hacen arte, que no son precisamente los más conocedores de de la cultura latinoamericana y de las artes, incluyendo el teatro. Las corporaciones y fundaciones dan dinero por aquello del conocido “token”; “hay que dar un dinerito a las minorías para que se callen”, tristemente, no para que puedan crear un movimiento de calidad. Ese dar ayuda sin perseguir una consecuencia de eficacia, ha detenido los movimientos artísticos en conjunto y calidad.

Pregunta: ¿Qué planes futuros tiene Pedro Monge Rafuls?

P.R.M.R.- Muchos a nivel personal y de difusión de las artes; entre ellos, terminar mi obra sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, con una perspectiva que creo que no existe en lo que se ha escrito hasta ahora y terminar una obra que por el momento he titulado Sepulcros blanqueados y que recoge un episodio malsano ocurrido en la Iglesia de Medellín, Colombia, hace años. Me dice José Triana, que leyó lo que he escrito, que puede ser una gran obra. ¡Vamos a ver! Terminar las dos antologías de teatro marginado en que trabajo hace tiempo. Una abarca el tema homosexual. La otra es sobre el teatro negro. Ambas agrupan las dramaturgias latinoamericanas. Quiero terminar un directorio sobre el teatro cubano de todos los tiempos, donde entre otras cosas, hago una selección de las mejores obras. Claro, continuar difundiendo la literatura y el arte latinoestadounidense con el OLLANTAY Center for the Arts y con la revista teatral. No morir pronto y gozar la vida, lo más que pueda.

"Sin la menor duda Monge Rafuls es uno de los más destacados dramaturgos cubanos que viven en los Estados Unidos. Su trabajo ha sido reconocido por innumerables instituciones de prestigio en la unión americana y en el resto del mundo. Sus piezas teatrales han sido traducidas a diferentes lenguas y representadas con éxito, pero hay algo que quiero destacar, y es que este hombre de teatro, ha hecho mucho por dar a conocer y promover la dramaturgia latinoamericana en los Estados Unidos. Pedro Monge Rafuls es sin lugar a dudas un nombre imprescindible en el Teatro Hispano." *


NOTA DEL BLOG: Esta entrevista fue reproducida con el aval de: Pedro Monge Rafuls

La entrevista aparece en el blog del Instituto Cultural René Ariza así como en el último número de LINDEN LANE MEGAZINE

* Comentario del entrevistador, Arturo Serrano


Thursday, August 7, 2008




HOMENAJE AL ESCRITOR CUBANO, CALVERT CASEY





Obra: Pornoutopia 22
Autor: Álvaro Antón



EN LA CAMA CON RIMBAUD



A Calvert Casey



Dos ángeles caídos en el placentero sentirse humanos más que nunca, bebieron el pecado original como enfermos a punto de ser salvados por la muerte.



Serví una copa de vino para llevármela a la cama, y tomé aquel viejo libro encuadernado con cuero que compré en un mercado de pulgas con la esperanza de mantenerme insomne bien entrada la noche, pero resultó imposible, el cansancio terminó doblegando el estoicismo de mi indisciplina. Empiezo por contarle esto y agrego que no sé cómo explicarlo, pero mi imaginación me llevó. Al ver mi cuerpo suspendido entre la inercia de la ficción y la insana realidad, observé a varios faunos jóvenes caminar desnudos por un inmenso jardín despartiendo con invitados elegantemente vestidos en una bacanal sexual. Parecía una de esas famosas fiestas de Calígula, y fui a sentarme en una silla ubicada bajo la sombra de un ciprés, de donde distinguí la aurora de un chico particular. Era varonil como Escipión, e irradiaba esa infancia primitiva de los dioses efebos, que sentado en la cúspide de algún monte sagrado rige los destinos de los solitarios como yo. No sé lo que me atraía de él. Quizá eran sus labios amanzanados, o su negra cabellera de potrillo salvaje. Percibí cierto magnetismo en ese muchacho de angelical mirada y semblante melancólico.

Sus ojos, eran como los de un búho en medio de mi oscuridad.

Espejos en donde mirar mi sobria soledad de barco sin capitán. Dicen que “la presunción de inocencia es el rostro perfecto para la perversión” porque bastó acercarme a él, para percatarme del origen de mis deseos. Mis ojos no fueron arrastrados por el viento a las dunas de su indiferencia. Su melancolía tomó posesión de mí ser, y fui sintiendo cómo me asaltaba con pasión su torbellino.

Le cuento que al verme, se puso de pies y salió con rumbo a uno de los tantos baños de la mansión. Lo seguí con ese sigilo característico de los amantes que se inhiben por el miedo cuando van a cazar un Minotauro*. Dejó la puerta abierta. No era tan angelical como pensé. Quería ser espiado. Entré y mirándolo a los ojos como un sacerdote mira a su Dios, me arrodillé frente él a besarle los pies, y humedecer mi orgullo en las aguas de su tridente. Luego comencé a acariciarle los muslos con los labios. Me deshice de la camisa de seda, cogí sus manos gélidas entre las mías, y las coloqué en mi pecho ardiente. Sintiendo un electrizante choque de corriente estática entrar en contacto con mi piel, él me detuvo. Salió del baño, y sonriendo levemente, me hizo seguirlo a un gran salón coronado por una lámpara chandelier, y una suntuosa decoración con elementos del Medio Oriente. Allí elegí mi sitio. Me acosté entre almohadones marroquíes color burgundi, y él se hecho a mis pies.

Rápidamente comenzamos a besarnos con la dulzura de dos condenados a muerte. (Tal como celebraban los amantes de Sodoma el solsticio de los hombres.)
De pronto, metió su mano en mi calzoncillo, y al notar la erección robusta de mi pene, sonrió. Comenzó a besarme el vientre, mientras sus manos no paraban de asaltar el olimpo de mis muslos. Me estremecía sentir la tibieza de su saliva humedecer mi intimidad. Sus labios mordisqueaban mi prepucio, al mismo tiempo que sus dedos apretaban mis tetillas con crueldad. Pronto las ventanas que van al precipicio del placer, y del dolor, fueron perdiendo uno por uno sus cerrojos hasta dejarme vulnerable a sus ataques, como Numancia sitiada por los romanos. Nos amamos con desenfreno, como si los heraldos divinos hubiesen anunciado para hoy, el fin del mundo.

Dos ángeles caídos en el placer de sentirse humanos más que nunca bebieron el pecado original como enfermos a punto de ser salvados por la muerte.

Ese jovenzuelo, al que el desenfreno ni siquiera me permitió preguntar su nombre, me hizo revolcarme en las lavas volcánicas, y salir de ella, ardiendo para siempre.

Nada más ajeno a nosotros que los demás.

En ese instante, lo tenía para mí, como un trapecista tiene la soledad de la cuerda para ejecutar su último y fatal número -ante una grotesca muchedumbre hambrienta de suicidio- me pegó en la cara de forma suave, escupiendo en mi vientre, y al verlo hacer esto, el éxtasis fue reclamado por cada pulgada de mi cuerpo con gusanillos de escalofríos que iban engulléndome como anguilas de fuego.

El salón se impregnó del aroma del toro seguido de un golpe sonoro, transformado en el eco de dos libertinos.

Fue él quien primero se incorporó poniéndose de pies. Quise seguirlo pero sentí que sus ojos me pidieron lo contrario. Me fui al baño para refrescar mi rostro con agua fresca. Miré al espejo y comprendí, que el mal me poseía. Nada -antes de conocerlo- me interesaba. Sólo él. “Mi Adonis...”, mi regalo celestial. Pero era una estrella fugaz, de las que satisfacen un deseo, y nunca más vuelves a verlas.

Volví a la fiesta. Procuré sentarme cerca de un solarium rodeado de rosas caldeas. Mis ojos desesperados comenzaron a buscarlo pero ya no estaba. Mi corazón paró de súbito. Por primera vez, mi miserable vida se redujo, al miedo, y al terror de morir. Arranqué una botella de vino de las manos de un sirviente, y comencé a beber ante el desagrado de un poeta marchito que estaba sentado con su musa a mi lado. Esa noche fue la más larga de mi vida. Sólo igualable al éxodo de los judíos en el desierto. Me sentí enfermo y desolado.

Pensará que soy un desquiciado mental, y además, melodramático. Pero cuánto pueda pensar… ya no me importa. He perdido nuevamente la brújula placentera. ¿Quién es capaz de juzgar mi felicidad? Ni siquiera existe -aunque le haya dejado penetrar en mi obscura cueva por el último orificio de mi ruindad- las páginas de este libro, que ahora, sostiene entre sus manos.
Usted está condenado como yo lo estoy, a cargar el peso de mis cadenas toda su vida. Desde ahora, los lectores son mis cómplices, deseando quede en secreto la placentera inmoralidad de su hogar. Desafiaron al mal de las manos en mis apetitos, y cuanto yo disfrute, disfrutarán. Serán eternos, aunque sea sólo al momento de morir. Pero carezco de espíritu materno, tampoco soy tan iluso para pretender que dejará sus máscaras antiguas en el circo, para rendirse a mis dioses.

Son unos cobardes.

Sólo aquellos que le arrancan las plumas, a las alas de razonamiento, y se arrojan al precipicio, pueden alcanzar la ilimitada ebriedad de vivir en sus deseos.

Puedo imaginarme sus rostros con gestos de asco, y el lenguaje corporal de sus hombros deseando verme hundido en el infierno. Pero ustedes, ya viven allí.

Lo desconocen y no necesito que sus máscaras aprueben mi comportamiento, tampoco ese Dios que dejó mis manos libres para elegir su destrucción.

Sé que a partir de este momento, la luz que había en mí, se desterró para dar paso a las tinieblas.

Yo, Verlaine.

Espero que vino, y placer, se apodere de mi vida antes que lápida y larvas.

Verlaine, ¡Verlaine!, grita una horda de mugrientos gusanos por la hipocresía, inquilinos de los favores de la iglesia.

Yo he desertado del bien, para resguardarme de demonios como ellos, y he besando, los espinosos labios de la soledad.

Bebo el zumo de las hiedras del ostracismo. Yo, soy Paúl Verlaine, “pan qui crie et hurle contre l’automne de sa sollicitude.”


Daniel Montoly
2007

* Frase atribuida a José Lezama Lima

Tuesday, August 5, 2008



VOCES DEL SIGLO XXI






Obra:
Rincones para meditación
Autor: Álvaro Antón


CARLOS ALBERTO ROLDÁN

(Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, Argentina 1947)



Tres poemas sin nombre


morirás hermano
-si siempre lo supiste-
morirás como morimos todos, y de a uno
sin empujarnos ni apurar nada, lentos,
con el desgano de los que bien viven
y se alejan

también te tocará sin lloriqueos
-porque lo sé, lo enseñas
sin decirlo-
y tal vez estemos a despedirte, como es bueno
no dejar nunca a solas los amigos

pero qué digo
si nunca he comprado
nada que parezca a milagro
o dure largo;
es probable también que en el galope
te dejemos de a pie
por apurarnos

vos morirás, nosotros moriremos
pero esos hijos de buey que hoy te la surten
morirán para siempre y de otro modo;
como perros quizá:
perros de nadie,
como mal trago que enseguida
alguien lo escupe

vas a morir para seguir estando
porque estás entretejido entre nosotros
y ya ni vos mismo te nombramos
sos esta vida que abrimos
y gestamos
un pedacito nuestro:
nuestro canto.



si te pusieran micrófono ante vos
y te preguntaran por ella
qué dirías
cuánto no sabrías decir

si te dijeran acaso del poema
en que quisiste nombrarla y fue su nombre
la sustancia más sutil y evasiva de las que supo alguien
deberías reconocer cuánto le adeudas
cuánto esto que sientes en el cuerpo o la cabeza
o en la sangre toda que se alegra
se queda sin palabras

qué cosa es el vivir

has adiestrado tu lengua para decirlo todo
pero tu corazón remolonea
se entretiene aquí y allá y desdibuja
todo lo que te dice la experiencia

qué cosa decir
ahora que entre nos estás con ella
cómo ondula y repliega este lenguaje
hecho para no nombrarla suficiente
para que un río furioso fluya afuera



del amor te diré de otras maneras
no me gusta caer en lo ya dicho
y a veces entreveo su vacío

he jugado a tenerlo
lo ostentaba y repetía
como para que algo hubiera
ya sin mí ni patria ni sostenes
jugaba a estar herido y mortal
como se juega a veces

como un dios está ausente
como a un dios se lo miente
con el fervor rayano en la locura
soy su místico y también
un sacerdote que cuenta sus monedas

harto de soledad a veces rezo
en su sepulcro sin nadie

otras camino como si ebrio
y le pongo nombre y lo grito
y escribo

nada me debe Amor
por amor he sentido
cierta paz un momento
cierta herida en ausencia

como ateo desdigo
su evidente vacío
como humano confieso
que he querido sentirlo

Carlos Alberto Roldán


Carlos Alberto Roldán. Poeta, narrador, periodista y docente. Nació en Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, Argentina. En el año 2000 fundó Utopoesía, una de las listas literarias de mayor actividad en lenguas castellana y portuguesa. Hace ya seis años consecutivos realiza en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense Vientos Contrarios, encuentros de lectura de escritores al público, concitando el interés del público especializado por la calidad de las lecturas expuestas. A dicho punto de lecturas han acudido escritores de todas partes del mundo.
Participó en varias antologías colectivas, de las que prefiere señalar solamente a la Antología de Amante das Leituras 2008, publicado en Portugal, con su participación traducida al idioma de tal país. Por su cuenta y riesgo publicó Poesíada, en el 2007, libro de poemas por el cual la Editora Edium de Portugal le encomendó una selección antológica personal que publicará como Poesía para un mundo desbaratado, con traducción del prominente poeta lusoparlante Xavier Zarco y prólogo de Susana Santamarina. Actualmente trabaja un libro de cuentos que piensa llamar Detrás de las colinas.

Sunday, August 3, 2008

VOCES DEL SIGLO XXI






Obra: No más medicación
autores: Felix y Álvaro Antón



PAULA BRUDNY

(Buenos Aires, Argentina,1964)




Estoy sola y escribo. No, no estoy sola
hay alguien aquí que tiembla

Alejandra Pizarnik



LEYENDO TU POEMA


entrar en tu guarida
ronroneante

mamarte
construyendo
despacio la tensión

una visión perfora
desentierra
tu cuerpo para mí

y te creo
jadeante
mis labios en tu oído
toco tus cavidades
te acaricio por dentro
te llamo
quieto el aire

y te vuelvo a escribir


GLOSA


si escuché un poema
y me gustó
pero ya lo olvidé
y ni siquiera
sé quién
lo escribió
yo lo escribo de nuevo
para mí y para vos
porque decía
si una noche
viniera a mi casa
de improviso
no entres sin llamar
quién sabe
con qué palabra
podrías encontrarme
en el amor
quién sabe
si podrías llamarme
en el amor
con qué palabra
que me llame
con el amor
sin quebrar
mi deseo
por aquella palabra
caliente
para hacer el amor


PAULA BRUDNY

(Buenos Aires, 1964) Licenciada en matemática, fue cofundadora del Grupo Editorial Nusud. Es autora de la plaquette Subterráneo (Nusud, 1988) y de Siete baúles (Nusud, 1990) Prepara un nuevo poemario, Vestirme deslumbrante.

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